Luar [Omegaverse KookV]

Segunda Temporada | III

Poco se sabe sobre por qué ocurren las cosas. A veces uno debe aprender lecciones y se le presentan ciertas pruebas para crecer. Algo que los ancianos dicen es que todos tenemos una misión en este mundo, hay algo en específico que tenemos que hacer y cuando por fin lo haces, es momento de dejar este plano terrenal...

-No queremos alterarlos, Luna madre. -Hablaba una de las omegas curanderas con Seokjin. - Sabemos que el estado de salud del señor Taehyung es delicado y una noticia así podría causar conmoción, el señor Namjoon estuvo haciendo todo lo que podía para encontrar un remedio para el señor Jungkook, sin embargo era algo completamente desconocido para nosotros, llevamos la bitácora de los días que nuestro líder pasó enfermo y después de 26 días, el señor Jungkook dejó de presentar signos de su enfermedad, sin embargo, su estado en general es delicado, está débil y quizá le cueste un tiempo reponerse físicamente, perdió mucho peso. Lo que sigue es evaluar cómo vuelve a la normalidad, ¡Luna madre, creo que hemos descubierto una enfermedad nueva! -exclamóJung Yu Mi emocionada. - Es decir, lo siento... -aclaró su garganta avergonzada. -No es que lo que le pasó al señor Jeon nos alegre, es solo que para nosotros, los curanderos, este es el descubrimiento del siglo... Disculpe la irreverencia. -La chica agachó la cabeza con pena, pero la reacción de Seokjin estaba lejos de ser la que Yu Mi pensó. El omega soltó un grito emocionado y la abrazó con fuerza, no contuvo sus lágrimas de felicidad.

...Jungkook todavía no terminaba la misión que tenía en esta tierra, pues gracias a los esfuerzos de su padre y su equipo de curanderos, por fin habían encontrado el antídoto para su enfermedad, después de interminables revisiones, concluyeron que la picadura de un tipo de insecto causaba ese deterioro en la salud, sin ganas de arriesgarse a comprobarlo, pues los otros alfas enfermos presentaban las mismas irritaciones que aparecieron en la piel del alfa unas semanas después de comenzar con la fiebre, pero en menor cantidad o menos infectadas que las de Jungkook, el grupo de curanderos asumió que Minjae era terriblemente alérgico y por eso murió y la razón por la que Yoongi y Jack fueron "asintomáticos" es porque a ellos no les había picado. Quizá Jungkook también era alérgico, no en un grado tan elevado como Minjae.

Lo que sorprendió a Yu Mi y su equipo fue la progresión de Jungkook, aparentemente si el sujeto infectado pasaba días dopado, en un estado casi catatónico por ciertas infusiones, el efecto se contrarrestaba significativamente con el paso de los días. Era eso o sólo habían tenido suerte.

Habían pasado un par de días desde que Kai había visitado a escondidas a su padre y desde esa visita, el estado del alfa había mejorado, no podían decir que estaba curado completamente, pero al menos ya no tenía fiebre y si tosía ya no escupía sangre, eso era suficiente para que pudieran terminar su cuarentena, pero antes de avisarle al señor Taehyung, debían hablar con la Luna Madre, pues Seokjin había estado siendo muy estricto con respecto al estado de salud de Taehyung,

Después de hablar con Yu Mi, Seokjin limpió sus lágrimas y se dispuso a hacer una pequeña oración a su Diosa para agradecerle que hubiera iluminado a su esposo y su equipo para curar a su hijo. Namjoon había pasado toda la mañana con Jungkook para monitorearlo, pero el alfa ya estaba harto de las preguntas y revisiones, quería ver a su familia, su padre le aseguró que lo haría, pero primero debía hablar con él, mientras Nam ponía al tanto a su hijo de lo ocurrido, Jin entraba a la habitación de Taehyung para darle la buena nueva.

-Hola, Tae. -Saludó dulcemente sentándose en la orilla de la cama junto al omega. - Vengo a darte una noticia. -Anunció con una sonrisa en los labios que no podía disimular. - Jungkook ya está bien. Hoy mismo podrán irse a casa con él.

Taehyung alzó las cejas con sorpresa y a pesar de las instrucciones de los curanderos no se detuvo a lanzarse a los brazos de Seokjin para darle un gran abrazo justo antes de estallar en llanto, uno fuerte con muchos sentimientos de por medio y una felicidad enorme. Para nadie era un secreto que el Omega la había pasado bastante mal, sobre todo esos dos últimos días en los que ni siquiera pudo levantarse de la cama o estar por mucho con sus cachorros. -Gracias a la diosa.- dijo entre lágrimas y se separó para observar a su suegro con súplica. -Por favor, déjenme verlo ya, necesito corroborar que está bien con mis propios ojos.