Luar [Omegaverse KookV]

Tercera Temporada || III

La mañana llegó con Jungkook y Kai saliendo muy temprano para cazar, el invierno parecía más frío que otras veces, así que necesitaban recolectar toda la carne que pudieran en caso de que la nevada que se aproximaba les impidiera salir, el alfa no quiso invitar a Seong–Jin porque no quería que Kai se sintiera invadido, como él dijo, necesitaba tiempo, entonces mantendría sus actividades normales. Seong-Jin había escuchado a su padre y a Kai salir, pero se hizo el dormido, no es que le interesara mucho irse con ellos, en realidad, tenía otros planes y cuando Taehyung salió de la casa con prisa, supo que era cuestión de observar el movimiento de la casa para que todo saliera como quería.

Un rato después, las trillizas se fueron a jugar. El alfa se incorporó en el sillón y se estiró, para cuando se dio cuenta, un olor a manzanas se hizo presente en la sala y el chico no pudo evitar sonreír.

-Buenos días, Bora.- Saludó girándose para verla. La cachorra se acercó con cautela.

-Buenos días. -Respondió tímidamente.

-¿Cómo has estado, preciosa? -preguntó con una voz suave y una sonrisa amigable, ella no estaba muy segura de querer acercarse, pero tampoco quería ser grosera.

-Bien. -dijo. -¿Y mi mamá? -preguntó mirando hacia la puerta.

-Salió. Ven, cuéntame ¿Cómo te ha ido? -Pidió Seong-Jin haciéndole espacio en el sofá para que se sentara con él. Durante su infancia Seong-Jin había sido una figura intermitente, había veces que la trataba muy bien y otras que pasaba completamente de su existencia a pesar de sus intentos por buscar a su hermano, pero la cachorra confiaba en sus padres y quería darle una oportunidad, después de todo, sabía lo importante que era la familia.

-Todo ha estado muy bien. -contestó con una sonrisita, sentándose a su lado, Seong-Jin se acercó un poco más a ella.

-Me alegra mucho escucharlo. Creciste mucho desde la última vez que te vi. -Señaló mirando a la cachorra sentada.

-Pasó mucho tiempo. -dijo la niña algo incómoda.

- Mi esposa es tan bonita como tú, ¿La conoces? -preguntó para hacer plática.

-No, aún no.

-Cuando se recupere te la presentaré, estoy seguro de que se llevarán muy bien, ella siempre quiso una hermanita. -Le dijo para inspirarle confianza a la niña. - Ahora está muy enferma y nuestro cachorro también está enfermito, pero mamá la cuidó muy bien.

-Mamá es el mejor cuidándonos cuando nos enfermamos, de hecho cuando... -La cachorra se detuvo sintiendo pena de lo que iba a contar.

-¿Cuándo?

-No, nada... -Se corrigió con una risita.

-Cuando tuviste tu celo, te cuidó, ¿Cierto?

El rostro de Bora se enrojeció y la cachorra agachó la mirada avergonzada, Seong-Jin soltó una risita y alzó la carita de su hermana con delicadeza. - Eres una omega preciosa, Bora. -le dijo mirándola a los ojos, la niña se quedó helada mirándolo. - Debes tener cuidado, ¿Sabes? Allá afuera hay alfas muy malos que darían mucho dinero por una omega como tú.

La niña no supo qué decir, pero su mirada siguió el dedo de Seong-Jin que bajaba de su barbilla por su cuello y sus hombros. Su lobo estaba paralizado del miedo, pero alcanzó a gruñir antes de que la siguiera tocando. -No tienes que tenerme miedo, bonita. Al contrario, debes estar feliz porque tienes algunos alfas que te cuidan, otros omegas no corren con la misma suerte, pregúntale a tu madre.

-Basta. -dijo la niña apartando la mano de Seong-Jin, pero el alfa le gruñó en respuesta. Bora pasó saliva y se quedó en su lugar.

-Hay alfas muy malos, Bora. Alfas a los que no les importaría someterte a su voluntad para que no vuelvas a gruñirles. Mamá debió habértelo enseñado. -En un movimiento brusco, Seong-Jin se levantó y sujetó a la cachorra por los hombros para evitar que se levantara del sofá, con su rodilla separó las piernas de la cachorra y se quedó ahí un momento. -¿Viste qué fácil eres? -preguntó con una sonrisa nada amigable. Seong-Jin recorrió el hombro de Bora con los dedos, bajando por su brazo, hasta llegar a sus piernas. -¿Ya te tocaron, Bora? Cuando un alfa toca a una omega de esta manera, pierde su valor. -preguntó sin borrar la sonrisa de su rostro. Las mejillas de Bora enrojecieron al recordar a Taehyun acariciando su cabello cuando le leía en voz alta o su carita cuando le decía lo bonita que era. Seong-Jin soltó una carcajada. - Igual que tu madre. ¿Qué dirá papá cuando sepa que su princesita es una zorra?