Segunda Temporada | IV

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La mañana era cálida y los rayos del sol atravesaban la ventana ligeramente sin llegar a molestar o perturbar mientras que el canto de los pajaritos creaba una melodía perfecta para el día. Taehyung despertó con cansancio antes de lo que él imaginó, la habitación estaba completamente iluminada y por el aroma de la brisa sabía que ya era más tarde de lo que acostumbraba. La noche anterior luego de la cena Jungkook y Taehyung acostaron a sus hijos en sus respectivas habitaciones, con cada uno era un ritual diferente empezando por las trillizas que gustaban demasiado de los cuentos dinámicos en los que ellas también participaban, Kai solía quedarse dormido mientras hablaba con su padre y este acariciaba su cabello y Bora siempre rezaba junto a su madre para que la Diosa Luna los cuidara.

Luego de asegurarse que los niños estaban dormidos la pareja se dirigió a su habitación, tomaron un baño juntos lleno de caricias y besos sin una doble intención para después acostarse y hablar hasta conciliar el sueño cosa que no les costó demasiado pues ambos estaban cansados.

El castaño se removió entre los brazos de su esposo y le dio un pequeño beso cerca de la comisura de sus labios. -Buenos días, amor.- saludó en voz muy bajita agradeciendo internamente a la luna por permitirle regresar a esos días junto a Jungkook. Acarició su rostro más maduro y retiró el cabello de su frente.

Despertar con su esposo entre sus brazos lo hizo abrir los ojos despacio y con una sonrisa. Qué lindo era volver a la normalidad. -Buenos días, cariño. -Saludó de la misma manera. -Extrañaba despertar así. -Comentó con la voz adormilada aún, mientras bajaba su mano al vientre de Tae y enredaba sus piernas con las del omega. -Buenos días a ti también, mi amor. -Le habló a la pancita de Tae. Los niños seguían dormidos y eso les daba algo de tiempo, así que Jungkook lo sugirió besando el cuello de su esposo y acariciando su cuerpo, dejando que él decidiera qué tanto quería.

El castaño sintió como su piel se erizaba de inmediato y su cuerpo temblaba ligeramente, Jungkook y él no solían separarse por mucho tiempo así que pasar los días de su viaje y luego de la enfermedad solo definitivamente fue difícil y obviamente su cuerpo lo extrañaba. El Omega comenzó por acariciar los brazos de su esposo y subió por sus hombros para poder llegar hasta su cabello. -Jungkook... ¿Te sientes bien para esto?- preguntó con cautela. No es que le desagradara sólo quería estar seguro.

-Tal vez no pueda hacértelo como acostumbramos porque aún me siento algo débil, pero podría intentarlo, de un desmayo no creo que pase. -Se burló cerca del cuello de su esposo. -Además, tú también extrañaste el sexo. -Evidenció acariciando uno de los brazos de Tae, con la piel erizada. - No creo que pueda resistir mucho más sin hacerte mío. ¿Qué clase de alfa sería?

Taehyung sonrió casi burlón, Jungkook tenía toda la razón era obvio que lo había extrañado y por supuesto que quería estar con él, sin embargo, hubo algo en la manera en que lo dijo que lo hizo sentir incómodo. No quería no complacer a su esposo pero por primera vez en su vida junto a Jungkook no estaba seguro de querer hacerlo. Con todo y eso alzó el rostro del alfa y sin decir nada volvió a besarlo lento y profundizó el beso mientras buscaba más contacto con él.

Jungkook sonrió complacido en medio del beso y se aferró a la cintura de Taehyung para mover su cadera y rozar su miembro contra el cuerpo de su esposo. -Te extrañé tanto. -dijo en un susurro grave y cargado de deseo. -No sabes cuánto necesito hacerte mío. -Jungkook se acomodó encima de su esposo, cuidando de no dejar caer su peso en él y continuó sus movimientos para provocarlo. -Pídemelo. -ordenó en el oído de Taehyung.

La respiración de Jungkook en su oído hizo que el omega se sintiera completamente débil ante él e incapaz de poder negarse, se mordió el labio para no jadear con fuerza y luego volvió a abrir los labios al igual que sus piernas. -Jungkook...- estuvo a punto de pedirlo, sin embargo, el recuerdo de todo lo que dijo Seong-Jin apareció en su mente demasiado molesto como para ignorarlo, apretó los labios y tragó con fuerza. -Los niños pueden escucharnos.- se excusó.

Luar [Omegaverse KookV]Where stories live. Discover now