Epílogo

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-No tienes que hacer esto, Jimin. -dijo Jeon Ji-Ho, la mujer estiró su mano para alcanzar la taza de té, pero representaba demasiado esfuerzo para su cuerpo débil y enfermo.

-Tonterías, señora Jeon, cuidó de mi abuela en sus últimos días, no es ninguna molestia cuidar de usted, al contrario. -Respondió Jimin con una sonrisa serena, mientras acomodaba sus almohadas y la incorporaba un poco para tomar su té. -Además, Jungkook está demasiado ocupado con su entrenamiento y la verdad, es un poco torpe, él no podría cuidarla así.

Ji-Ho soltó una pequeña risa para concordar con Jimin, pero ésta se transformó en una tos aguda que le provocaba problemas para respirar y sentir que se ahogaba, el omega la puso de lado y esperó a que pasara el ataque. -Tranquila, le hice un té de menta, se sentirá mejor. -Aseguró sonriendo.

-¿Mi esposo y mi hijo no han regresado? -preguntó recuperando el aliento.

-Me temo que no, el cielo estuvo bastante nublado, quizá los atrapó la lluvia, pero no creo que tarden mucho.

-¿Puedes pedirle a Kookie que venga a verme?

-No es necesario, señora Jeon, en cuanto Jungkook ponga un pie en el palacio, vendrá corriendo a verla. -Aseguró ayudándola a beber su té.

-Me duele mucho el pecho. -Se quejó la mujer con un hilo de voz.

-Fue por la tos, llamaré a la curandera para que le de una infusión más fuerte, descanse, Jungkook no tarda. -Dijo Jimin retirando la taza y saliendo para buscar a la curandera.

Tal cual dijo el omega, en cuanto el carruaje de Jungkook y Gwang-Su llegó al palacio, el joven alfa corrió a la habitación de su madre para verla, el rostro de la mujer, aunque tenía un tono grisáceo, se iluminó al ver a su hijo.

-¿Cómo te sientes? -preguntó sentándose en la cama para acariciar su cabello.

-Mucho mejor ahora que te veo. -dijo la mujer con una sonrisa cansada. -¿Cómo te fue? -preguntó tratando de sonar animada. -Dime, ¿Es tan bonita como dijo tu padre?

-Haneul es preciosa. -contestó Jungkook con una sonrisa. Ji-Ho lo miró con ternura. - Pero no sé si deba casarme con ella...

-Kookie... -Lo llamó su madre entristeciendo su semblante. - Mi amor, ya lo hemos hablado, necesitas un heredero, no duraré mucho más tiempo y tu padre...

-Mamá, no digas eso. -Pidió Jungkook interrumpiéndola, tomando sus manos entre las suyas para darles un beso. - Te curarás.

-Jungkook, sólo mírame, no hay manera. -dijo la mujer con amargura.

-No quiero perderlos. -Dijo Jungkook con la voz entrecortada.

-Cariño, no lo harás, el legado perdurará en tanto tú tengas un hijo. -dijo su madre acariciando las manos del alfa.

Jungkook alargó un suspiro y sonrió sin muchas ganas. -Me casaré sólo si están en la boda. -dijo a modo de negociación.

-Qué más quisiera yo que ver a mi único hijo casándose y teniendo cachorros. -Contestó Ji-Ho con nostalgia.

-Y lo harás, por eso debes ponerte bien. -Insistió Jungkook.

-Este palacio sólo ha visto muerte y dolor en los últimos meses, Kookie. Tus cachorros le devolverán la alegría a estos pasillos inmensos. -contestó Ji-Ho.

-Está bien, me casaré con ella, madre. -Dijo para complacer su última voluntad.

Ji-Ho sonrió y un par de lágrimas cayeron por su mejilla, Jungkook la abrazó con cuidado y se quedó un rato más ahí junto a su madre. Para cuando se dio cuenta, se habían quedado dormidos y su padre los observaba desde el marco de la puerta.

Luar [Omegaverse KookV]Where stories live. Discover now