Capítulo 2

67 6 0
                                    

Taehyung

- Y entonces, el muy gilipollas me toca el culo. Le di tal puñetazo que se le saltaron 2 dientes - les cuento a los hombres de Yuta. Todos estallan en carcajadas.

Estoy harto de inventarme historias para entretener a estos imbéciles. Estamos en uno de los pubs de Yuta. Hoy está en una reunión importante y ha preferido no llevarme, porque sospecha de mí, aunque aún no me lo ha dicho. Pero puedo notarlo porque siempre me están vigilando y no me deja sólo ni a sol ni a sombra. Y porque cada vez que se acerca a mí, con intención de follarme, siento la ira en su interior. No sé por cuánto tiempo voy a poder escapar de él, sin que me someta y me obligue. Estoy aterrado.

Entonces veo que entra un chico alto al pub. Va vestido de forma informal con una sudadera y un vaquero. Todo de negro. Lleva el pelo corto, en un claro estilo militar. Parece que busca alguien.

Nam me manda ayuda.

En cuanto nuestras miradas se cruzan, pues sentir sus emociones. Está nervioso, tiene una misión. Yo. Me levanto y voy derecho hasta él. Le salto encima y rodeo su cintura con las piernas y le doy un beso en los labios. Siento su sorpresa, pero me agarra del trasero. Aprovecho y rastreo su espalda con las manos. Lleva dos pistolas. Le abrazo y pego mis labios a su oído.

- Soy Tae. ¿Te manda Nam? - le pregunto.

Me contesta un escueto sí. Vuelvo a besarle, esta vez con lengua, para que todos los chicos de Yuta puedan vernos bien. Entonces me bajo de su cuerpo, restregándome más de la cuenta y me giro para hablarle a mi público.

- Este es JJ - me invento, pero son las dos letras que me proyecta su subconsciente. - ¡Es uno de mis novios! - les digo tirando del chico hasta los baños. - ¿Nos dais 10 minutos?

Los idiotas nos vitorean y aplauden mientras arrastro a mi rescatador al baño. En cuanto nos encerramos en uno de los cubículos, formalizamos las presentaciones.

- Soy el teniente Jeon Jungkook. Me manda el capitán Kim Namjoon - me dice en un susurro.

Me toco el oído y los ojos para que sepa que hay cámaras y micros en el baño. Me pego a él y le beso. Esta vez acaricia mi espalda mientras lo hace.

- Te he echado de menos KooKoo - le digo con voz melosa. - ¿Cuándo has llegado? - le pregunto mientras acaricio su pecho.

Si nos encontrásemos en esta situación, me reiría porque parece totalmente alucinado. Pero es listo y sabe que lo único que quiero es que me ponga al día con el plan. Así que me empuja contra la pared del baño y metiendo la cara en mi cuello, habla mientras me besa.

- Está misma mañana. Estaba como loco por encontrarte - me sigue el juego.

- ¿Te alojas aquí? - pregunto.

- He alquilado un cuartito. Pasarás la noche conmigo... -

- ¡Mierda! - susurro.

Puedo sentir como los hombres de Yuta vienen hacia el baño. Pienso rápido y no se me ocurre otra cosa que arrodillarme frente al él y hacerle una mamada para que no sospechen, aún más. Rápidamente le bajo el vaquero y el bóxer. En una fracción de segundo alzo la mirada y sonrío porque está medio erecto. Sus ojos están muy abiertos. Sin tiempo a que reaccione me llevo su polla a la boca. Sin preámbulos ni miramientos, me lo trago entero.

- ¡Joder! - exclama mientras me tira del pelo. - ¿Qué coño haces? - susurra entre dientes.

Entonces, los dos podemos escuchar a los hombres de Yuta entrar en tromba al baño. En cuanto abren la puertita del cubículo gritan entre vítores.

- ¿Os importa darnos un poco de privacidad? - les gruñe Jeon antes de darme tiempo a soltar su polla para mandarlos a tomar por el culo.

- Vaya, Vaya, no perdéis el tiempo, ¿eh? - dice uno de los esbirros de Yuta.

Mi rescatador me agarra de la barbilla para que me ponga en pie y me besa mientras se abrocha el vaquero.

- Salgamos de aquí, Sky - me dice agarrando mi mano.

- Hasta luego, chicos - me despido con voz cantarina al pasar entre ellos.

Por dentro me estoy muriendo de nervios porque no me creo que vaya a ser tan fácil escapar. Puedo sentir sus miradas clavadas en nosotros y rezo para que se hayan creído nuestro teatro.

Cuando salimos del pub, Jeon me agarra la cara y me besa, mientras me agarra por el culo.

- Están mirando - me susurra antes de separarse para agarrar mi cintura e invitarme a caminar.

Durante un buen rato deambulamos por las calles de Kioto como si fuéramos una pareja de novios. No hablamos, ambos atentos por si nos siguen. Callejeamos con la esperanza de perderles. Al cabo de media hora, Jeon me lleva hacia un pequeño hotel.

- ¿Crees que les hemos perdido? - me dice, bajito.

- No lo sé - le digo porque, con tanta gente a mi alrededor, me cuesta mucho más 'escuchar'.

Subimos a su habitación. En cuanto abre la puerta, se me cae el alma a los pies cuando veo a Yuta y a sus dos peores matones con él, esperándonos allí.

- Mira que tenemos aquí - sisea con esa sonrisa maquiavélica que tiene. - Si es mi putita favorita y su novio.

La habitación está completamente destrozada. Me imagino que sospechan de Jeon y habrán estado buscando información sobre él. Sólo espero que no haya dejado ningún cabo suelto, o estamos jodidos. Por su humor, sé que no han encontrado lo que esperaban.

Antes de darnos tiempo a nada, uno de los matones golpea a Jeon en la cabeza, haciéndole caer al suelo, desplomado.

- ¡NO! - grito aterrado, con miedo a le que lo hayan matado.

- Tranquilo pequeño. Pronto te reunirás con tu novio - me dice el gorila número dos antes de golpearme la cabeza y volviendo mi mundo de un negro intenso.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Where stories live. Discover now