Capítulo 17

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Jungkook

Taehyung.

Me levanto del sofá y voy corriendo hacia él. Me cruzo con Lee, pero ni me digno a mirarle. Ahora mismo sólo puedo pensar en Taehyung. Aparentemente está bien, pero he estado tan preocupado que necesito verlo por mismo. En cuanto llego a él, le abrazo con todas mis fuerzas y no lo suelto por un largo minuto.

- Mi amor - hablo finalmente, pegado a su oído. - ¿Estás bien? ¿Dónde has estado? Me has tenido preocupadísimo - le digo de manera tierna para que no piense que le estoy riñendo.

Es lo que haría si fuese mi pareja real.

No me contesta, pero le escucho suspirar pesadamente. Entonces me separo de él y acuno su rostro para poder mirarle a los ojos.

El cabrón está llorando.

Por puro instinto beso sus labios. Siento como sus manos se apoyan con miedo en mi cintura y me pego más a él. Porque quiero sentirle cerca y porque le he necesitado mucho más de lo que estoy dispuesto a reconocer.

Sin decir nada más, le quito el equipaje de las manos y le hago una señal aparcacoches para que me traiga el Ferrari. Nos montamos y arranco a toda velocidad. Veo como Tae busca su teléfono y marca.

- Hola papá - saluda y sé que está llamando a Nam. - Sí, estamos muy bien. Ahora te mando unas cuantas fotos para que veas lo bien que lo estamos pasando - finge estar alegre.

Sospechamos que también podría haber cámaras y micros en el coche así que, toda precaución es poca.

- Claro papá, yo se lo doy de tu parte. Te quiero - se despide. - Mi padre te manda un beso - me dice moviendo una mano.

- Pues dámelo - le pido hinchando el carrillo.

- ¿Qué? - me mira sorprendido.

Me acerco más a él, con la única intención de que me dé un beso. Parece dudar, pero finalmente me besa en la cara.

No hablamos más en todo el camino, pero agarro su mano y me la pongo en el muslo mientras mi mano agarra la suya.

En menos de 10 minutos, hemos llegado al bullicioso centro de Bridgetown. Aparco el coche y nos bajamos. Puedo ver la cara de incertidumbre de Tae. Paro el taxi más viejo y destartalado que veo y le doy una dirección.

- Tu padre ha reservado un alojamiento para nosotros - le explico para que sepa que le llevo a un piso franco, libre de espías.

Cuando llegamos, me río internamente, porque es una puta villa de lujo. Hay un coche deportivo aparcado en la puerta. Le quito a Tae el teléfono y lo meto en su maleta, junto al mío. El equipaje lo dejo dentro del maletero del coche. Le doy la mano y tiro de él al interior de la villa. Dentro, encuentro tanto las llaves de la villa como las del coche. Cierro la puerta e inspecciono el lugar. Tiene un precioso salón abierto que da a una piscina perfectamente oculta de miradas indiscretas. Me giro y empiezo a desnudar a Tae. Me mira alucinado e intenta detenerme. Le sonrío para que se tranquilice. Le acaricio la cara y le clavo mi mirada en sus preciosos ojos.

- Déjame quitarte todo esto de encima, por si acaso - susurro lo último, mientras meto los dedos por su pelo, en busca de algún dispositivo o algo sospechoso. Bien sé lo mucho que ha avanzado la tecnología hoy en día. Se lo podrían haber puesto en cualquier parte.

Tae parece captar la indirecta y me deja desabrochar su camisa. Me doy el lujo de acariciar sus costillas mientras se la quito. Antes de lanzarme a su pantalón, él mismo se lo desabrocha. Sin ningún ápice de vergüenza, se lo baja, junto al calzoncillo, por las piernas.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Where stories live. Discover now