Capítulo 6

62 6 1
                                    

Taehyung

A las 12 en punto, Jimin y yo, que hemos dormido unas pocas horas, nos hemos duchado y estamos puntuales para la reunión con Nam.

El submarino se cierra y emprendemos el viaje hacia Martinica. Nam nos informa de que tardaremos un día en llegar. Debemos estudiarnos a fondo el dossier que nos ha facilitado.

Durante la mañana, trabajamos en equipo. La unidad de Nam es realmente excepcional. Tienen muy buen rollo y eso es genial, porque el ambiente es divertido. Pero a la vez son muy trabajadores. Ahora entiendo porque siempre Nam habla tan bien de ellos. El único que parece desentonar es Jimin, pero el Cabo Jung intenta que se integre. Cuando terminamos, comemos y después, todos se retiran a sus habitaciones.

- Teniente Jeon, Tae, ¿podéis venir conmigo a mi despacho un momento? - nos pide de pronto Nam.

Ambos le acompañamos. Cierra la puerta y se sienta en su escritorio. Tiene una sonrisa pedante en la cara. Conozco muy bien a mi hermano y va a soltar una estupidez.

- Dado que vosotros vais a tener que fingir ser una pareja, y vais a tener que ser muy convincentes, creo que deberíais dormir juntos desde hoy - nos guiña un ojo.

Cretino.

- Con el debido respeto, señor... - empieza a hablar Jungkook pero le interrumpo.

- Mira Nam, vale que me deje arrastras por ti a otra misión suicida, pero no necesito dormir con el Teniente Jeon para interpretar mi papel - le digo poniéndome de pie y acercándome a él sobre su escritorio. - Pero si de todas maneras quieres que seamos convincentes, los mejor es que Jimin se haga pasar por mi flamante marido - le sugiero.

- Lo siento Tae, pero el soldado Park es el mejor analista de datos que conozco y le necesito conmigo - cruza las manos sobre su nuca. - El Teniente Jeon ha demostrado ser apto para el puesto. Está especializado en misiones especiales y rescates peligrosos, como bien sabes - me dice con suficiencia.

- De acuerdo - acepto porque no quiero que Jungkook crea que me afecta en lo más mínimo tener que ir con él. - Pero no necesitaremos dormir juntos, ¿verdad que no? - le hablo directamente desde que me dijo que no éramos amigos.

- Bueno, quizás no sea tan mala idea - me contesta Jungkook y le miro totalmente atónito porque no le comprendo.

- Le aseguro que no será necesario. ¿No hace falta que le recuerde lo bien que se me da improvisar, verdad, Teniente Jeon? - le digo con malicia.

Puedo ver como sus mejillas se tiñen de rosa mientras niega y aparta la mirada. Nam nos mira divertido. Puedo sentir como sospecha que aquí hay más cera que la que arde. Me mira y niego levemente. Esa es una de las ventajas de esta comunicación extrasensorial que nos une.

- Ahora en serio. Nos jugamos muchísimo. No podéis cagarla - nos dice mi hermano, esta vez completamente serio. - Y os hablo como a mi hermano y a mi mejor amigo.

- Lo haremos bien, Nam - promete Jeon.

- Gracias Kook. Si nos permites, quisiera charlar en privado con mi hermano - le hace una seña para que salga del despacho.

Al levantarse me mira de soslayo. Puedo leer sus pensamientos con claridad. Es lo que hace el miedo, que habla alto y claro. Es cuando mejor puedo leer a las personas. Me encantaría decirle que no se preocupe, que nuestro secreto está a salvo, pero mi hermano ya sospecha algo.

Y no pienso mentir por ti.

- Desembucha Tae - me pide riendo mi hermano, cuando nos quedamos solos.

- Me gusta. Pensé que yo a él también, pero se avergüenza de mí y me ha pedido que no me dirija a él, si no es para hablar de la misión. No pienso contrariarle. Fin - ni me molesto en fingir. No serviría de nada.

- ¿Pasó algo en Kioto? - me pregunta directamente.

- Sí, pero no quiero hablar de ello.

- Tae, si no vais a poder hacerlo, es mejor que me lo digas ahora - me agarra las manos, sobre la mesa.

- Lo haremos. Te lo juro - le prometo porque así lo creo. - Hay cierta tensión entre nosotros. Será suficiente.

- ¿Te gusta? - me mira con ternura.

- Ya te he dicho que sí - reconozco a regañadientes.

- Tae, él no...

- No necesito saber nada, Nam - le interrumpo. - Estoy bien - miento.

Nam niega con una sonrisa triste y se levanta para llegar hasta mí y abrazarme con fuerza. Besa mi pelo y yo me dejo mimar. Porque para algo es mi hermano mayor.

Regreso a nuestro cuarto y Jimin ya está allí. Está leyendo un libro, tirado sobre la cama. Al venir hacia aquí he visto que sus compañeros estaban en la zona de sofás, bebiendo unas cervezas, pero él nunca parece hacer con ellos nada fuera del ámbito laboral.

- ¡Hola Tae! - me saluda cuando estoy dentro, pero cambia el gesto en cuanto ve mi mal humor. - ¿Me vas a explicar que cojones te pasa con Jeon?

- Nada - me tiro en la cama, junto a él.

- Mira, esto de tener un sexto sentido es nuevo para mí. Pero algo en mi pecho me dice que estás enfadado con él - dice golpeándose el corazón. - Pero enfadado en plan, resentido. Como si te importara demasiado. ¿Me lo vas a contar?

Nunca me había pasado esto. Conocer a alguien que sienta esta conexión recíproca. Así, de la nada. Pero me gusta. Jimin me gusta. Y le agradezco enormemente que se preocupe por mí. Eso sí que es algo nuevo para mí. Además de Nam y mi padre, no tengo a nadie, y yo siempre deseé tener un amigo.

Le cuento lo de Kioto. Todo. Y le cuento el beso que me dio cuando nos reencontramos. Nos reímos mucho. Jimin no puede creerse lo que tuve que hacer. Me vacila diciendo que me aproveché de mi rescatador. Me doy cuenta de lo increíble que es tener un amigo. Y lo mucho que lo echaba de menos, sin haber tenido uno antes.

- ¿Le arrancaste la polla a ese tío de un mordisco? - se tapa la boca con ambas manos, en señal de sorpresa. Asiento sin sentirme orgulloso.

- Creo que esa es la razón por la que Jeon no quiere saber nada de mí - le digo. - Me tiene miedo - bromeó y ambos nos partimos de risa. - Ya ahora cuéntame lo tuyo con Min.

Jimin se sonroja hasta el nacimiento del pelo. Le veo retorcer las manos con nerviosismo y las agarro entre las mías. Me mira a los ojos y le sonrío para infundirle valor.

- Hace un año empezamos a tontear. Nada serio al principio, pero poco a poco nos fuimos enamorando. Nos escondíamos porque Yoongi no ha salido del armario. Yo tampoco lo había hecho, pero me daba igual porque él era mi todo. El caso es que hace un par de meses nos pillaron follando. Yoongi escapó antes de que nuestros compañeros pudieran ver que era él, y yo cargué con toda la vergüenza - me explica calmado. - No me importó, pero desde ese día no ha vuelto a mirarme a la cara.

- Oh, créeme, él te mira. Mucho - le digo con una sonrisa.

- Pero no ha vuelto a habla conmigo. Es como si lo nuestro no hubiera pasado nunca.

- Cobarde de mierda - siseo.

- No es tan sencillo, Tae. La familia de Yoongi es influyente y tradicional. Siempre tuvo miedo de que su familia lo supiese y le repudiasen - le excusa.

- Pues es infeliz. Te lo puedo asegurar. Y el muy idiota no puede dejar de pensar en ti - le digo porque es la verdad, pero mis palabras le afectan más de lo que esperaba.

De pronto alguien toca la puerta de nuestra habitación. Me levanto y abro. Es Hoseok.

- Cabo Jung - le saludo.

- Por favor, llamadme Hobi - nos regala una sonrisa. - Iba a ver una película y me preguntaba si os apetecía acompañarme.

Miro a Jimin y este asiente tímidamente. Puedo sentir que le tiene mucho aprecio al Cabo.

- Claro - acepto. - ¿Habrá palomitas en este trasto?

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞حيث تعيش القصص. اكتشف الآن