Capítulo 11

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Jungkook

Veo a Tae marcharse. Su beso me ha pillado completamente desprevenido. Sé perfectamente que le ha importado una mierda que no le haya correspondido, pero casi me creo la carita de pena que ha puesto. El cabrón lo hace muy bien.

Mis dos nuevas amigas me miran sorprendidas y decepcionadas. Cómo si me importara. Son dos muertas de hambre pegajosas y fingidas, pero mi mejor coartada también. Suspiro.

- Vaya - suelta la rubia, aunque no las distingo. - Esto sí que no me lo esperaba.

- Soy bisexual - digo indiferente antes de darle un trago a mi bebida.

- Eso se dicen los maricas a sí mismos cuando no quieren abandonar el closet del todo - se ríe la muy zorra.

Me saca de quicio la gente que se permite el lujo de juzgar a los demás tan ligeramente. Lo que me nace es soltarle un sopapo por impertinente, pero la violencia física, no me parece oportuna en este momento así que decido hacerla callar de otra forma. Salto del taburete, le agarro del culo y le beso con violencia. Lleva un brillo de labios que sabe a melocotón. Me disgusta enormemente, pero decido seguir. Le meto la lengua en la boca y ella me recibe gustosa. Saca la lengua para meterla en mi boca. Es gruesa. Demasiado húmeda, demasiado caliente, demasiado dura y sabe a mojito de fresa.

Qué asco.

Me separo de ella y la veo sonreír de forma ladina. Sus manos reposan en mis pectorales y me los acaricia con esas largas uñas pintadas de rojo. Su amiga la pelirroja nos mira divertida.

- ¿Sigues pensando que soy un maricón reprimido? - le gruño. Ella niega con la lengua entre los dientes.

- ¿Quién es ese chico entonces? - pregunta.

- Mi marido - contesto con desgana.

- ¿Qué? - exclaman las dos antes de reírse como dos hienas. - Acabas de volverte alguien mucho más interesante, Jungkook - pasea la uña por mi pecho de nuevo. - ¿Y crees que a tu marido le gustaría jugar con Wendy mientras tú y yo nos divertimos esta noche? - me pregunta con descaro señalando con el pulgar a la pelirroja.

- No - le ladro. - Taehyung es 100% gay.

- Vaya, eres de esos - me dice Wendy, negando.

- ¿Qué quieres decir? - la encaro.

- Pues que lo tuyo es tuyo y lo de los demás, también es tuyo - se encoge de hombros.

- No es cierto - me defiendo. - Te lo digo para que no te hagas ilusiones.

- Pues es una pena - suspira soñadora. - Porque mira que está bueno - me guiña un ojo, traviesa.

Seguimos charlando un rato más, hasta que me termino el cocktail y decido que es hora de volver con mi marido. Antes de entrar al hotel, para evitar cámaras y para que el reflejo del sol, que ya ha empezado a ocultarse, impida que se reconozca qué estoy mirando, abro un correo de Nam, donde nos manda un mapa de donde hay cámaras y micros en la habitación. Imagino que Tae le habrá mandado las imágenes infrarrojas. Sonrío al pensar en él.

Para no ser militar, es bastante competente.

Llego a la puerta de nuestra suite y abro con mi tarjeta. Veo a Taehyung en la terraza. Lleva una toalla en la cintura y se está secando el pelo con otra. Me acerco despacio y me pego a su espalda. Da un respingo porque no me ha sentido llegar.

- Hola bebé - le digo quitándole la toalla de las manos y secándole yo mismo el pelo.

- Hola - me dice molesto.

Le giro para que me mire y veo verdadera molestia en sus ojos. Realmente es convincente. Pienso en qué haría si mi pareja estuviera molesta conmigo en una situación real y por instinto agarro sus mejillas y le doy un beso fugaz en los labios. No me rechaza, pero tampoco me sigue. Me lo merezco. Además, me encantan los retos.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora