Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞

Capítulo 19

Taehyung 2/2

Llegamos a Nueva York en unos días y tal como ha prometido Nam, las carpas koi están esperando al Doctor Jin. El Capitán Kim nos da unos días de fiesta mientras Jin, con otros colegas de la base militar estadounidense, trabajan en el compuesto de Lee. Así que tal como he prometido a Jimin, llamo a Jackson y quedamos con ellos.

En cuanto llegamos al restaurante, Jimin y yo nos quedamos en shock, pues Jackson está besando a Mark como si quisiera absorberle el alma. Mi mejor amigo me mira y no puede reprimir una risita de pillo. Le hago gestos para acercarnos a la pareja sin que nos oigan.

- ¿Qué coño está pasando aquí? - digo demasiado alto, asustándolos.

Ambos empiezan a reírse como dos locos, rojos como un tomate, pero sin soltarse las manos. Puedo sentir que se aman con locura. Su amor es arrollador, totalmente puro.

- ¡Tae! - se levanta finamente Jackson y me abraza. - ¡Que alegría veros!

Acabamos los cuatro abrazados porque realmente nos alegramos de poder estar juntos de nuevo. Finalmente nos sentamos y, tras pedir la cena, me pongo serio.

- Venga, que os estáis haciendo de rogar - les azuzo. - Jimin y yo pensando que veníamos a ver a nuestros novios y resulta que habéis acabado juntos - finjo estar molesto.

- Nunca no llamasteis - lloriquea Jackson poniendo un puchero.

- Estábamos solos y abandonados - le sigue el juego su novio, y tengo claro que están hechos el uno para el otro.

- Entonces, una noche, borrachos y deprimidos por no saber nada de vosotros... - continua Jackson. Son un dúo muy cómico.

- ... Jackson me miró a los ojos y lo tuve claro. Lo haría mi esposa - dice Mark, agarrándole del carrillo.

- ¿A quién llamas tu esposa? ¿Eh?

Ambos empiezan a hacerse cosquillas y a molestarse y acaban uno en los brazos del otro, con las caras muy cerca. En cuanto sus ojos se clavan en los del otro, el ambiente cambia. Puedo sentir la tensión hasta dentro de mi estómago. Se miran a los labios como si no existiera nada más. Y se besan, importándoles un mismísimo bledo que Jimin y yo sigamos aquí. Entonces, mi mejor amigo y yo sentimos envidia. No diré sana, porque la envidia jamás es sana, pero estamos felices por ellos. Miro de reojo a mi mejor amigo y puedo ver sus ojos cristalizados por la emoción. Le doy la mano por pura inercia. Cuando los amantes se separan nos miran avergonzados y acabamos los cuatro muertos de risa, pues les tomo el pelo todo y un poco más.

Quedamos muchos días con ellos ya que seguimos en la base esperando a la formulación del fármaco de Lee. Disfrutamos de su compañía y me consta que ellos también de la nuestra. Conozco a Jackson desde hace unos años, cuando destinaron a Nam a terminar su formación a Estados Unidos y mi padre decidió que nos trasladásemos los tres a la base de Washington. Era compañero de Nam, por lo que nosotros éramos, más bien conocidos. Hasta aquella noche en la que Jimin y yo coincidimos con ellos en Nueva York, antes de viajar a Martinica.

Y sin darme cuenta, llega Acción de Gracias. Como estamos en Estados Unidos, Nam decide celebrarlo por todo lo alto. Organiza una fiesta, pero no suelta prenda ya que quiere que sea una sorpresa. Le pido permiso para que puedan acompañarnos Jackson y Mark y cómo no, mi hermano me dice que no tengo ni que preguntarlo.

La víspera a la fiesta de Nam, estamos cenando de nuevo los cuatro y decido poner mi plan en marcha.

- Chicos, ¿puedo pediros un favor? - le digo durante los postres.

- Dispara, Tete - me dice Jackson, antes de darle un trago a su cerveza.

- Ya sabéis que mañana estáis invitados a la fiesta de Acción de Gracias de mi hermano - ambos asienten agradecidos. - Pues veréis, necesito que os hagáis pasar por nuestros respectivos ligues - digo apuntando alternamente entre Jimin y yo.