Y llegaste tú - KS/Slight CB [AD]

Capítulo 3: Bloomed

Nadie era concebido por accidente.

El nacimiento de todos no era un accidente, nada de eso. Ese era el principio en el que creía, a pesar de todo el dolor y sufrimiento por el que pasara. La vida misma era completamente corta y era una casa temporal, así que decidió no ser muy apegado a las cosas. Lo que sea que le lastimara, ya sea físico, mental o emocional, era parte de la vida. Esa era una lección que había aprendido a corta edad.

Do Kyungsoo solía ser un chico con muchas culpas. Toda su vida se la había pasado huyendo de los arrepentimientos y escondiéndose avergonzado. Era manipulado por los recuerdos y dejaba que su pasado controlara su futuro.

Cuando tenía 12 años, notó algo diferente de sí mismo. A diferencia de los otros chicos de su edad, él no encontraba atractivas a las chicas. Al principio, pensó que era normal. Pero cuando empezó a tener una inusual atracción hacia el novio de su hermana, supo que él era diferente. Lo mantuvo como secreto y así estuvo un par de años.

En secundaria tuvo una relación con un sunbae pero no terminó bien. Cuando dicho sunbae quiso algo más allá de besos, Kyungsoo creyó que no estaba listo para ello y lo rechazó. Desafortunadamente, el sujeto no se lo tomó muy bien y esparció rumores que destruyeron la reputación de Kyungsoo.

Sus padres se enteraron y le preguntaron si era verdad; si de verdad era gay. Kyungsoo siempre había sido un mal mentiroso.

De inmediato fue echado de la casa con la amenaza de no regresar hasta que se limpiara de sus pecados. Sí, su familia era muy conservadora. Le dolía cómo es que sus padres fácilmente lo rechazaron como si su existencia no importara.

No tenía a dónde ir, sus padres lo odiaban, y su vida en el colegio se había terminado. Pensó en suicidarse en un par de ocasiones.

Cuando recibió una llamada de su primo Baekhyun, su perspectiva cambió. Él y Baek eran como hermanos, inseparables desde niños. La familia de Baek se había mudado a Seúl cuando empezó la secundaria, así que fueron separados. Pero eso no significaba que no se comunicaran tanto como pudieran, en cada forma posible.

"¡Kyungsoo!"

La voz de Baek nunca había sonado tan bien. Kyungsoo estaba congelado en el oscuro callejón cuando su adorable primo lo llamó al celular.

Después de una significativa conversación, Kyungsoo gastó lo que le quedaba de dinero en un ticket que lo llevara a Seúl. Cuando llegó a la casa de Baek, fue recibido con un cálido abrazo.

La mamá de Baek era una santa. Aceptó a Kyungsoo tan pronto como vio su delgada figura. De cualquier forma, el padre de Baek había estado indignado con su hermano por tratar así a su hijo. Kyungsoo se sintió agradecido de que sus parientes fueran de mente abierta. Nunca se había sentido tan amado y aceptado.

La mamá de Baek lo abrazó y arrulló. Pudo escuchar el ligero quejido de Baek, "Omma, él ya no es un niño. ¡Deja de arrullarlo! ¡Yo también quiero abrazarlo!" era adorable cómo es que madre e hijo querían consentirlo.

"Kyungsoo," la voz de su tía sonaba tranquila. "Somos parte de nuestro pasado, pero no somos sus prisioneros. Esta parte de tu vida estará contigo siempre, pero no dejes que te ate. Eres una maravillosa persona, y lo serás aún más."

Kyungsoo la amaba.

"Tía...¿no sería mejor si fuera normal?" la voz de Kyungsoo salió amortiguada debido al nudo en su garganta.

"La forma en la que ves tu vida, te moldea." Sentenció su tía. "No hace diferencia si naciste diferente. Eres quien eres. No dejes que nadie te cambie."

Y años más tarde, Kyungsoo no pudo creer que estaba haciendo lo mismo con un niño de 9 años.

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"Voy a huir de casa." Taeoh declaró mientras Kyungsoo estaba por sorber su jugo. Le tomó cada onza de energía no hacer un jaleo. Estaban caminando de la mano mientras bebían algo frío para pelear contra el caluroso día.