Capítulo 8: Días

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Taeoh odiaba estar enfermo. Su cabeza se sentía pesada, su nariz estaba obstruida y su boca se sentía seca. La calidez que le proveía los cobertores no era suficiente para aliviar su malestar. Sus ojos se sentían pesados como para abrirse y por eso cuando sintió la cama hundiéndose al lado, no se molestó en mirar a la desconocida persona. Quizá era otra vez la enfermera.

Una mano tocó tiernamente su frente y Taeoh soltó un sonido apreciativo cuando fue girado para acurrucarse en la cálida almohada que no veía. El aroma era familiar y le ayudaba a aliviar su dolor de cabeza. Con sueño, alzó la cabeza y la colocó convenientemente en la cálida superficie.

De verdad deseaba mejorar pronto, "Omma," musitó con sueño y eso fue lo último que recordó antes de dormir otra vez.

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Había algo en la imagen de Kyungsoo acurrucado a su agripado hijo en la cama, que le hacía no querer molestarlos. Los vio desde la puerta, con los brazos cruzados, recostado en la superficie.

"Omma," escuchó que su hijo susurró.

"Shh, Taeohie, estoy aquí..." Kyungsoo devolvió el susurro mientras acariciaba los cabellos de Taeoh.

Jongin no pudo seguir viendo la tierna escena y los dejó a solas. Regresó a su habitación y se sentó en la cama. Descansó sus codos en sus rodillas mientras sus manos cubrían su rostro.

Todo lo que podía hacer ahora era esperar que todo saliera mejor.

Kyungsoo no sabía lo que había estado pensando cuando aceptó esto. Pero después de ver al débil Taeoh acurrucado bajo los cobertores, su resolución sucumbió. Él no era el tipo de persona que fácilmente se enojaba, pero saber que Krystal se fue dejando a Taeoh así como así, creó una burbuja de odio dentro de su pecho. Él no conocía muy bien a Krystal Jung, pero definitivamente había una razón por la cual se fue, una razón inevitable de hecho. Aun así, no pudo evitar sentir decepción y traición.

Kyungsoo giró y acercó a Taeoh cuando el niño empezó a temblar. Cerró los ojos sintiéndose indefenso. Lo que más temía ya estaba pasando...estaba ya muy metido y no había forma de salir de la vida de Taeoh sin dificultad.

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Al día siguiente, Jongin despertó de golpe. Se había dormido con su ropa de trabajo, muy para su mala suerte. Hizo el amago de salir de la habitación y revisó a su hijo, pero rápidamente retrocedió y se duchó primero. 15 minutos después, usando un chándal y una camiseta negra, el abogado salió y fue a la habitación de su hijo.

Se sorprendió cuando encontró vacía la habitación. No pasó mucho antes de escuchar ligeras voces en el primer piso. Lentamente, bajó sin intención de hacer ruido.

"Soo hyung~ ya estoy lleno. Ya no más." Taeoh estaba apoyado en el counter, descansado agotado la cabeza contra sus brazos mientras Kyungsoo estaba sentado a su lado, con la mano sosteniendo una cuchara de avena.

"Solo un poco más, Taeoh, y luego debes tomar tu medicina."

"No~" el pequeño niño se quejó.

"¿Quieres volver a estar en cama?"

"¡No!"

Kyungsoo suspiró pesadamente y bajó la cuchara al bowl. "Necesitas comer algo." Miró al terco niño de 9 años, quien lo miraba tratando de imitar la misma intensidad. "Si vas a empezar un concurso de miradas, ya verás."

"No puedo." Taeoh parpadeó cansado, sorbiéndose la nariz. "Estoy enfermito. No es justo."

"Entonces será justo si ya no estás enfermo." El pelirrojo volvió a intentarlo y acercó el bowl hacia él. Taeoh lo miró con cautela. "Come."

Y llegaste tú - KS/Slight CB [AD]Where stories live. Discover now