Mío

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Mío

—¡¡UPS!! ¡¿Te lastimaste?!

Una despreciable carcajada seguida de risas se oyó en todo el lugar. El sitio estaba repleto de estudiantes alrededor, espectadores que sin duda se diferenciaron, cada uno, por el tipo de su reacción, pudo verse a muchos riéndose divertidos, algunos luciéndose sorprendidos, adicional a otros ligeramente asustadizos, y sin falta, a varios mostrando una apariencia indiferencia, sin embargo, al fin y cabo, todos no hicieron absolutamente nada por aquel chico tirado en el suelo.

—No sabía que te gustaba comer del piso, Jimin-shi—se burló tranquilamente el tipo quien había ocasionado el terrible accidente. Era un chico alto con mucha presencia, su mirada era suave y elegante, parecía una persona muy amable e inteligente. Sin embargo, a través de su cálida expresión, transmitía una oscura sensación, dijo:—De haberme enterado, te hubiera guardado el almuerzo con mucho gusto. Las sobras de mi perro te hubieran sentado de maravilla. —Se inclinó muy cerca del chico quien ahora temblaba—. No te pongas triste, aún tengo algo mucho mas especial para ti. 

Alargó la mano e inmediatamente sus amigos le alcanzaron una bandeja llena de comida.

—No son las sobras de mi perro, pero...—empezó diciendo, mientras revolvía la leche, la salsa y los fideos—estoy seguro que esto te encantará . —En eso, tiró encima de Jimin lo que traía el desastroso menú, derramando el líquido en su ropa y la comida en el piso. Asquerosamente escupió sobre ella y ordenó:— Ahora, comételo.

El contrario se encontraba en total conmoción, el miedo estaba inyectado en sus ojos, Jimin no se atrevió ni siquiera a parpadear.

—¿Qué pasa? ¿No te gusta? —Jimin permaneció en silencio por mucho tiempo. —¡¿Qué dices?! ¡No te oigo! ¿Acaso no sabes hablar o es que el gato te comió la lengua?—. El menor intentó hablar, pero su timidez simplemente lo hartó, por lo que de manera feroz cruelmente lo cogió del cabello y estalló su cara contra el piso. —¡Entonces, cómetelo maldita sea! —gritó con voz retumbante, y su violencia fue tanta que no vio que de repente alguien se le vino encima y lo empujó tirándolo al hacia piso.

—¡Dejalo en paz, maldito imbécil!

Unos brazos furiosos lo sostuvieron y sobre él estalló un puño en su cara. Su ropa se arrastró con toda la comida derramada.

En ese instante, Hoseok producía una respiración tan jadeante, tan rápida y continua. Parecía como si el enojo en su interior finalmente había estallado, empujo a Zico hacia el piso y se fue encima de él golpeándole en el rostro, todo había sucedido tan rápido, pero no duró mucho cuando fue sujetado por los demás que seguían a Zico. Estos lo sostuvieron tan fuerte que no pudo volver a moverse.

Zico lamentó el dolor en sus labios, haciendo un chasquido disconforme. Su mirada ya no se veía tan amable como antes, y sus ojos se endurecieron con frialdad. —Hoseok, Hoseok, el siempre benevolente Hoseok—siseó, levantándose del piso. Miró a Hoseok como si en ese momento quisiera estrangularlo de verdad. Todos los de su grupo se pusieron detrás de él.

La situación se había puesto fea, muchos ya sabían lo que podría sucederle a Hoseok después, por lo que, sólo pudieron mirarlo con lástima. No obstante, Hoseok también era parte de un grupo que era muy famoso en la escuela, que a diferencia del grupo de Zico, ellos no generaban problemas como lo hacían los otros.

Zelo y Chanyeol, los amigos de Hoseok, llegaron a la escena ni bien vieron al azabache en medio de todo aquel problema. Chanyeol era el líder de su grupo, por lo que se adelantó pidiéndole a Zico de la mejor manera:

—No queremos que esto pase a mayores, por favor, suéltalo.

—¿Y si no me da la gana?—respondió Zico, mirando directamente a Chanyeol. Este era un chico de su igual estatus social, el hijo de uno de los más importantes socios de su padre, lamentablemente de preferencias ordinarias, como rodearse de amigos pordioseros como Jung Hoseok, pobretones a quienes defendía estúpidamente contra viento y marea.

El Mismo Cielo (Yoonmin)Where stories live. Discover now