Hyung

60 23 49
                                    

Hyung

—Devuélvemelo—exclamó el menor, persiguiendo a Suga después de esto, y pese a haberse esforzado para atraparlo nunca pudo alcanzarlo. Pero, en un instante, unas manos ágiles lo sujetaron de las sus muñecas y tiraron de él con fuerza, haciendo que Jimin estuviera lo suficientemente cerca de Suga como para ver su reflejo a través de sus ojos. Suga atrapó a Jimin contra su pecho, finalmente dejándolo quieto.

—En primer lugar, jamás dormiría con esta bufanda, y segundo, jamás pensé que una persona como tú, con un rostro que desprende pura inocencia, frunciera tanto el ceño ¿Acaso te has molestado por algo tan simple como eso? —se burló Suga, congelando al otro con el calor de su aliento.

Jimin no pudo evitar sonrojarse de sobremanera. Sin embargo, cuando quiso alejarse instintivamente, solo causó que la nerviosa sacudida provocara otro tropiezo más íntimo, donde las manos de Suga no tuvieron otra opción más que sostener su cintura y no dejar que se fuera.

Ahora, la distancia entre sus rostros se hizo más corta, lo que alteró supremamente el corazón del menor.

—¿Por qué estás tan rojo?—provocó Suga, al notar la reacción desesperada y tímida del contrario.

El castaño se sintió indefenso, su mente se había quedado en blanco por completo. Este tipo de cercanía no era correcto en absoluto. — Basta, déjame ir, esto no...no...

—Y ahora balbuceas ¿Acaso daré tanto miedo?—volvió a murmurar Suga, provocativo—. Dime ¿Será por eso?

Jimin no estaba mirando directamente a Suga a los ojos, después de escuchar su provocación, reunió valentía y se enfrentó a él: —No...eso jamás...¿Quien...quien te tiene miedo?

—Oh...—admiró Suga, sintiéndose cada vez más divertido. —Entonces, ¿Podría ser...que te pongo nervioso?

Finalmente, Jimin sintió que su corazón se saldría del pecho: —Por supuesto que no—se negó a ponerse en evidencia y dejar que el pelinegro se riera de él, lamentablemente el atractivo de Suga no ayudaba en mucho para que pensara mejor y sus labios dejaran de tartamudear.

—Devuélveme mi bufanda—. Después de todo estas palabras fueron las únicas que lograron salir de su boca. Jimin quiso arrebatarle la prenda nuevamente a Suga aprovechando la cercanía, pero el otro fue más rápido y se alejó de él nuevamente, al final soltandolo como quería.

—No quiero—Suga se protegió el cuello obstinadamente, de momento luciendo como un pequeño niño a quien querían arrebatarle su oso favorito.

Jimin se sorprendió mucho al ver esta nueva faceta de Suga. Cuando dio un paso adelante, el pelinegro retrocedió otro. Por alguna razón, notó que la situación se había invertido, ¡Ahora era él quien hacía retroceder a Suga!

—Dijiste que no la querías, así que mejor regresamela. Regresamela porque no la quieres.

—Yo jamás dije que no la quería. ¿Cuándo dije que no la quería? No recuerdo siquiera haberlo mencionado—protestó Suga.

—Claro que lo hiciste. Dijiste que no podías confiar en alguien como yo, y eso significa que no puedes aceptar objetos de personas extrañas. Por lo tanto, no la quieres.

— ¿Por qué tienes que malinterpretarlo de esa manera? Estás sacando conclusiones por ti mismo. ¿No crees que estás siendo muy exagerado?

—Por supuesto que no, me baso solamente en tus teorías, así que no lo hagas más difícil y entrégamela de una vez.

—No lo haré—Suga simplemente se negó—dijiste que me lo dabas sin segundas intenciones. Entonces, ¿Por qué tendría que devolverlo?

Jimin resopló por el descaro del otro. — Porque es mío y ya no quiero dartelo.

El Mismo Cielo (Yoonmin)Where stories live. Discover now