Tentación

Capítulo 28

Cinder estaba viva.

Sus dedos gimieron de alivio mientras abría los puños, las manos le dolían por lo fuerte que los había estado apretando. Sus ojos permanecieron en la pequeña mujer que iba al frente, sin quitarlos de encima ni por un segundo. La forma en que saltó hacia adelante era infantil, pero él sabía que ella era una de las luchadoras más peligrosas, ya que había escuchado todo acerca de cómo había destrozado a Yang como si fuera una aficionada. Eso había sido hace mucho tiempo, pero no se hacía ilusiones de que ella no hubiera mejorado durante ese tiempo. Él y sus amigos lo habían hecho; entonces, ¿por qué no lo harían sus enemigos?

Sin embargo, ella no estaba actuando como un enemigo.

Nada de esto tenía sentido.

¿Por qué se había acercado a él? ¿Por qué había revelado la existencia continuada de Cinder? Al parecer, Neo estaba mudo. Ella no podía hablar. Sin embargo, eso no le había impedido revelar secretos. Cuando ella mostró la pantalla de su pergamino, su corazón se congeló al verlo. Cinder Fall, vivo y completo. Cinder Fall, con el telón de fondo de Mantle. Ella no había estado mirando a la cámara. Neo claramente lo había tomado sin su conocimiento. Había sido tomada a modo de selfie, Neo en la esquina inferior con una sonrisa maliciosa torciendo sus labios, sosteniendo el signo de la paz. Otro gesto infantil que sólo aumentó el sentimiento inquietante que tenía alrededor de la mujer baja.

Ella no era el tipo de persona con quien jugar. Pero, ¿cuándo había sido alguna de las personas con las que se había topado desde que, tontamente, había hecho trampa para llegar a Beacon?

No sabía adónde lo llevaba ella. Todo lo que ella había hecho fue un gesto para seguirla y él lo hizo. Las aeronaves volaban sobre ellos mientras caminaban callejón tras callejón, los restos de Grimm moribundo se convertían en cenizas a su alrededor. Sabía que debía contactar a alguien, a cualquiera. Podría estar caminando directamente hacia una trampa, una para la que no estaba en absoluto preparado.

Por alguna razón, él no lo creía así.

Neo podría haberlo tomado por sorpresa. Él había estado completamente ajeno a su presencia y con lo que sabía sobre su apariencia, habría sido un juego de niños para ella acercarse sigilosamente a él y menospreciarlo. Un cuchillo en la espalda antes de que pudiera reaccionar, se deslizó entre sus costillas y directo a su corazón. Su aura había estado temblorosa desde su encuentro con el Megoliat y ella probablemente lo había visto luchar contra ella. No había necesidad de nada de esto. Pero ella había hecho un ruido, alertándolo. Ella quería que él se fijara en ella. Ella quería que él la siguiera por su propia voluntad. Si esto realmente fuera una trampa, ¿le habría mostrado esa foto de Cinder? ¿Incluso si eso lograra que él lo siguiera? Parecía demasiado arriesgado. Un mensaje de texto era todo lo que necesitaría y sus amigos sabrían que estaban aquí. Neo no había tomado su pergamino. Era libre de enviarles todos los mensajes que quisiera.

Jaune suspiró.

Nada de esto tenía sentido.

Ella escuchó su suspiro y miró por encima del hombro, con una mirada divertida en sus ojos. Jaune hizo una mueca, tratando de ignorar la forma en que se movía su pequeño y ágil cuerpo. Conocía a muchas mujeres elegantes, entre ellas Weiss la principal. Neo era algo completamente distinto. Por su forma de caminar, casi parecía como si sus pies apenas tocaran el suelo. Había una ligereza en sus pasos que le recordó a un gato, merodeando sin esfuerzo. Incluso con el abrigo que llevaba, podía ver el contorno de su trasero redondo. Cuando ella giró para guiñarle un ojo, su abdomen expuesto apareció ante su visión. Plana y tonificada, su piel parecía suave como una pluma. Su rostro era atractivo con una nariz pequeña y linda y sus ojos exóticos que cambiaban de color cada vez que le apetecía. Su cabello multicolor caía en cascada sobre sus hombros delgados y expuestos, luciendo suave como la seda y pidiendo ser tocado.