Tentación

Capítulo 41

No tenían forma de saber qué tan bien informada estaba Cinder de sus movimientos, por lo que en los días siguientes todo siguió como de costumbre. Para que su plan funcionara, ella necesitaba creer que todo iba según sus diseños. ¿Arthur Watts había demostrado que sus sistemas no eran impenetrables y la capacidad de Neo de ir y venir cuando quisiera, justo en medio de la Academia Atlas? Significaba que todo tenía que seguirse según las reglas.

Según las reglas, tomó tiempo.

No era como si el General Ironwood no hubiera sentado ya las bases, pero Atlas era un reino de procedimientos. Había reglas sobre lo que se podía y lo que no se podía hacer, en qué orden debían procesarse las cosas y quién podía, en última instancia, promulgar ciertos protocolos. Había que enviar órdenes, asignar misiones de cazadores, posicionar a los soldados y notificar a las personas correctas, y todo esto sin alertarla de que algo estaba fuera de lo común. Que esto era sólo otro intercambio de prisioneros común y corriente. A pesar de que Arthur y Tyrian no se conmoverían en verdad, el director de la prisión a la que debían ir aún necesitaba ser alertado como si estuvieran llegando, los guardias debían estar preparados, los pilotos informados y un plan de vuelo asegurado.

Si Cinder tenía ojos en su sistema, entonces era imperativo que todo se hiciera correctamente. Un error podría arruinar todo. No se podían apresurar las cosas.

Pero, del mismo modo, era necesario que existiera el nivel justo de secreto que exigía la situación. Los prisioneros que trasladaban no eran criminales cualquiera. Eran agentes de Salem. Requerían un toque especial. Encontrar ese equilibrio era una línea muy fina.

No hablaban del verdadero plan a menos que fuera absolutamente necesario y nunca sobre ningún dispositivo, ni en público, ni en ningún lugar que no hubiera sido barrido varias veces por los sistemas avanzados de Penny. Sólo entonces discutieron lo que sucedería cuando Ironwood apretara el gatillo.

"Se les asignarán misiones en Mantle y Atlas, y el transporte de prisioneros se realizará por la noche, coincidiendo con la finalización de sus asignaciones", les informó Winter Schnee. Era la primera vez que Jaune estaba en su oficina y era tan utilitaria como esperaba. Aparte de un marco de fotos sobre su escritorio que mostraba a una Weiss mucho más joven sonriendo a la cámara, no había nada de Winter en esta oficina más que su frío profesionalismo. "Estarás en tránsito cuando salga la llamada de que los prisioneros han escapado y serás redirigido para ayudar a unirte a la búsqueda. En realidad, te mantendrán en el aire hasta que sepamos que Cinder ha mordido el anzuelo. Una vez que lo haya hecho, Penny Envía una señal a tus pergaminos y te llevarán al sector doce al amparo de una extracción. Si no lo hace, te verás obligado a unirte a la búsqueda hasta que ella haga un movimiento. Esperamos que Su paciencia se ha agotado y no llegará a eso".

"Sector doce", habló Ruby. "¿Qué es eso?"

Penny dio un paso adelante con una tableta, resaltando la pantalla. "Aquí, mi padre usó ampliamente esta instalación en el pasado. Se podría decir que esta es la casa de mi infancia. Gran parte del equipo aquí fue diseñado teniendo en cuenta la transferencia y captura del aura. Es el lugar perfecto para albergar un doncella moribunda."

"Otro cebo, entonces." La ubicación sólo contribuyó a la legitimidad de su trampa. Tenía sentido mantener a Winter Maiden en algún lugar donde pudieran acceder fácilmente a dicho equipo. Muy parecida a la máquina debajo de Beacon. Luego pensó en otra cosa. Jaune frunció el ceño. "¿Esperamos capturar los poderes de Fall Maiden aquí o...?"

Winter negó con la cabeza. "No. Cinder debe ser eliminada. Esa es nuestra primera y única prioridad. Después nos preocuparemos por los poderes de Fall Maiden". Ella miró a sus equipos reunidos. "Se espera que con tantos candidatos elegibles involucrados en esta operación los poderes recaigan en uno de ustedes. Es muy probable que alguien aquí esté en sus pensamientos. Recuerden eso".