Las circunstancias de un señor caído

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Parte 7: Siento como si alguien me observara en la oscuridad

La noche en que derrotaron al ciempiés: Luisen y Carlton se sentaron en la habitación oscura, uno frente al otro, y discutieron los acontecimientos del día.

Dadas las circunstancias, estaban convencidos de que el ciempiés gigante que había secuestrado a las mujeres actuaba por orden de alguien, alguien que tenía el poder de controlar a los monstruos. Solo por ese hecho, estaba claro que esa persona misteriosa estaba compinchada con Ruger. El objetivo final de él y su banda no era el secuestro de Luisen; tenían otros planes y el secuestro de Luisen era simplemente uno de ellos.

Tenían muy poca información; sus tácticas eran tan inéditas que había pocas conjeturas sobre su identidad o sus motivos.

     La única certeza era que el grupo debía estar llevando a cabo el mal en algún otro lugar también, una enorme conspiración maquinando bajo los ojos de aquellos que creían que la paz había llegado después del caos de la guerra civil.

'En cualquier caso, debemos salir de aquí rápidamente'.

Dado que los hombres de Carlton fueron capturados en Confosse y llevados al ducado, Ruger debe tener un gran interés en Confosse. Si se quedaban, podrían ser capturados por las fuerzas combinadas de su colega, que controlaba el ciempiés, y Ruger.

Debido a esos pensamientos, escaparon de la aldea antes del amanecer. Ignoraban el hecho de que habían dejado una impresión tan duradera en los aldeanos y en el capitán de la guardia. La repentina separación dio lugar a lamentos persistentes; el pueblo no olvidó esta benevolencia durante mucho tiempo y difundió historias sobre el piadoso peregrino y su mercenario, a todas luces enviados por Dios. Tanto Luisen como Carlton no se lo esperaban.

Desde entonces, los dos se desplazaron constantemente. Fue un viaje fácil en muchos sentidos gracias a las provisiones que compraron en Confosse y Zephys. A lo lejos, empezaron a ver los vagos contornos de la ciudad.

La ciudad portuaria: Mittil.

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En este reino, un gran río, procedente de las montañas occidentales, divide la masa de tierra del país. Había que cruzar este río para ir del sur a las otras partes del reino, y ciudades portuarias, grandes y pequeñas, se desarrollaron a lo largo de la cuenca del río.

Mittil era la ciudad portuaria más próspera de todas. Tenía la ventaja de ser un punto de fácil acceso para desplazarse hacia el este a través del río.

      Luisen también estaba familiarizado con esta ciudad porque, en el pasado, Luisen había cruzado por esta zona de camino a la capital. Como aristócrata, disfrutaba de todo tipo de lujos en este puerto; sin embargo, la ciudad le dejó la impresión más fuerte después de que el joven lord realizara su huida a la luz de la luna en la línea temporal anterior.

Al huir de noche del ducado y dirigirse a ciegas hacia el norte, Luisen llegó a Mittil para cruzar el río. No había inspecciones en las puertas, así que pudo entrar fácilmente en la ciudad. El problema, sin embargo, era el barco. En aquel momento, no sabía que había que comprar un billete para embarcar, así que le pillaron e inmediatamente le echaron del barco.