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notita: dije que en el 'episodio 82' iban a dar el primer paso pero al parecer es aquí. (no me culpen, yo lo leo al mismo tiempo que traduzco así que apenas lo noto).




De vuelta al sótano, si el monstruo serpiente no hubiera aparecido con la boca abierta, los labios de ambos se habrían tocado de forma natural. Y a partir de entonces, la relación entre Luisen y Carlton habría cambiado. Era la primera vez que se quedaban solos en una habitación desde aquel incidente. Nadie les buscaba y la puerta estaba cerrada; estaban perfectamente solos.


Luisen mordisqueaba y chupaba su caramelo. Estaba fatigado y cansado, pero extrañamente temblaba de excitación. Durante todo este tiempo, se habían cogido de la mano, habían chocado sus cuerpos mientras montaban a caballo, se habían abrazado mientras paseaban por la montaña... incluso se había despertado en los brazos de Carlton. El joven lord no podía creer que ahora le incomodara un roce de rodillas.


Ejem. Luisen tosió sin motivo. Tal vez el mercenario pensó que el joven señor tenía sed, Carlton volvió a entregarle la botella. Ahora que lo pensaba, ¿compartir una sola botella de alcohol no era un poco... *demasiado*?


¿Desde cuándo se había sentido tan agitado por su relación con Carlton? Aunque el joven lord estaba abrumado, el general le había hecho un gran favor al enseñarle a mantener una cara de póquer. Esa habilidad era muy útil en aquel momento. Luisen engulló la bebida y dijo despreocupadamente: "Si el nuevo rey sólo recibe el reconocimiento de tres grandes señores, se sentará para siempre en un trono imperfecto".


Luisen echó una mirada furtiva al mercenario; Carlton no parecía tan consciente de la situación como él.


'¿Qué es esto? ¿Soy el único que está estresado por esto?'.


Habría sido incómodo que su compañero estuviera tan cohibido como él, pero el orgullo de Luisen se sintió herido cuando el otro parecía completamente bien. Claro que el rey es un hombre popular ahora mismo, pero incluso el joven señor tenía un pasado pintoresco en el que mucha gente ofrecía sobornos a sus sirvientes para estar a solas con él.


"Supongo que la posición del primer príncipe, tu señor y rey, siempre ha sido un poco insegura", dijo Luisen con un toque de malhumor en la voz.


"Es cierto. Si la autoridad real se tambalea, los nobles de la tierra se pelearán; todo, de arriba abajo, será un caos. Será difícil que el Estado funcione correctamente, y el reino se verá impotente para hacer frente a cualquier pequeña crisis."


Ante el análisis de Carlton, Luisen olvidó sus quejas anteriores y emitió un jadeo audible. El futuro que experimentaba iba realmente por ahí. En cuanto su ducado se derrumbó, el Sur luchó con ferocidad; se unieron brevemente contra el enemigo común de las langostas y, más tarde, contra todos los demás. La traición y la calumnia se desataron en su pacífica tierra, que otrora* albergaba abundantes campos de grano y huertos maduros con fruta. Todo se volvió un caos.


(otrora: en otro tiempo)


Si se tiene en cuenta lo grave que era la situación en la relativamente relajada y tranquila Región Sur, las demás zonas afectadas por conflictos territoriales y catástrofes eran como tierra quemada: la vida de la gente estaba sencillamente devastada. En particular, los habitantes de la Región Norte huyeron de sus residencias, abandonando innumerables ciudades; en su lugar, monstruos bajaron de la montaña para ocupar el vacío resultante. Menudo dolor de cabeza.

Las  circunstancias de un señor caídoWhere stories live. Discover now