Las circunstancias de un señor caído

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"Conoces el lago Cabanil, ¿verdad? Allí hay un mago que supuestamente hace realidad los deseos de la gente".

'Ah, ¿entonces dicen que el mago no está aquí?'. Luisen se sintió un poco decepcionado, pero tuvo presente el lugar, el lago Cabanil.

Los magos eran aquellos que buscaban la verdad -la iluminación- y utilizaban poderes misteriosos. A menudo no seguían las reglas lógicas de la realidad y, por lo general, estaban apartados del público. Incluso Luisen, un gran señor, tuvo que soportar una importante sangría de sus carteras para encontrar uno.

Aunque esta información puede ser falsa, sería mejor recordarla para más adelante.¡Clan-!

Carlton bajó bruscamente su jarra de cerveza. Luisen miró sorprendido hacia delante: "¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?"

"No." Carlton contestó bruscamente y se tragó la bebida de un trago.

'¿No estaba contento hasta hace un rato?'. Luisen no entendía por qué su compañero estaba tan alterado. "¿Estás bien?"

Carlton asintió hoscamente.

'Bueno, entonces, si él dice que está bien'. A Luisen le molestó un poco el repentino cambio de actitud de Carlton, pero consideró que sería extraño seguir interrogando al mercenario. Así que el joven lord pasó a otro tema. "¿Sabes dónde está el lago Cabanil?".

"...Está en el centro del reino. Está al oeste de la capital".

"Al oeste... Entonces, ¿se solapará con nuestra ruta?".

"¿Quién sabe?" Carlton respondió en un tono inesperadamente tibio.

Esta vez, Luisen se sintió preocupado. "¿No estamos seguros de nuestro camino a seguir?".

"Cambiará dependiendo de la situación. La zona al norte del río ni siquiera puede compararse con el sur; allí no hay paz."

"...... ¿En serio?"

El razonamiento de Carlton era sensato. Aunque la dificultad del camino que tenía por delante no parecía ser la razón de la falta de sinceridad de su respuesta. Sin embargo, Luisen tardó en precisar los sutiles sentimientos de su compañero. "Me gustaría poder viajar cerca del lago Cabanil, aunque sólo pasáramos por sus alrededores".

Si era capaz de determinar la autenticidad de la información sobre el mago, entonces sería más fácil enviar gente a convocarlos.

Luisen no tenía intención de perseguir al mago en lugar de ir a la capital. Aunque encontrar al peregrino manco era un objetivo importante, la prioridad sería eliminar la espada de Damasco que apuntaba a su cuello. Incluso él tenía suficiente inteligencia para priorizar lo que era verdaderamente importante.