Capítulo veinte

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Aurora

Todo pasa muy rápido..

La ambulancia se lleva a Daemon y yo permanezco en un auto abrazando a León, no dejo de temblar y ver la sangre, su sangre en mis manos y ropa me recuerda lo que pasó hace solo unos minutos.

La ambulancia va delante de nosotros con sus sirenas sonando, Klaus va conduciendo.

—Me dejas y llevas a León a casa— le ordeno.

—No, yo quiero estar con mi papá.

—León.

—Soy su hijo y necesito estar ahí para él — me observa con ojos rojos, lloró pero ahora se mantiene firme y es tan pequeño que me duele que sea testigo de todo esto.

—Esta bien.

Cuándo llegamos ya han ingresado a Daemon a cirugía de emergencia. El pecho se me comprime y no dejo de abrazar al pequeño a mi lado.

—¿Papá morirá?— pregunta.

—No, no lo hará.

El recuerdo de su cuerpo cayendo al suelo me llegaba a la mente una y otra vez, eso me dolía. Klaus llegó, León se durmió y se lo llevó a la casa, Remmy se quedó conmigo acompañándome en silencio.

—¿Quién crees que fue?— le cuestiono. Aún no sabemos nada de Daemon.

—Él es el maldito Boss de Rusia y desde que ejerció el cargo se ha llenado de enemigos. Puede ser cualquiera.

—No es seguro que esté aquí.

—Tampoco es seguro que tú lo estés aquí, si algo te sucede él me haría sufrir una muerte lenta.

—Eso no viene al caso, él tiene que salvarse.

—A Falcone no le gusta que lo llamen Daemon, sólo su madre lo hacía. Pero él permite que tú lo llames así.

Suelto una risa sin ánimos.

—Soy solo una ficha para él.

—¿Segura?— me cuestiona— te trajo a París, te está dando lujos y está haciendo algo que nunca lo había visto hacer. Convivir con una mujer. Además, de lo mucho que está obsesionado contigo.

—No quiero esta vida.

—Ni pienses que te dejaría ir, soy sus ojos ahora y él no morirá, moriría yo antes de ver a Artemy en su lugar.

—Él debe estar ansioso por usarlo.

—Si, pero no dejes que eso te carcoma la mente.

En ese instante un doctor sale y ambos nos levantamos. El hombre habla en francés y no le entiendo pero Remmy sí y espero ansiosa a qué terminen de hablar para saber.

—Una bala le perforó el pulmón y lograron detener la hemorragia a tiempo pero está en estado crítico, dice que las próximas doce horas son críticas para él. No podemos sacarlo del hospital por lo que pediré refuerzos para que vigilen.

Caigo sobre la silla.

Esto no puede estar pasando.

Quiero verlo pero escucho con atención las indicaciones de Remmy. Ir a casa y darme un baño para volver, después de hacer lo que me pidió sólo pude ver a Daemon a través de la ventana de su habitación en cuidados intensivos, no se me permite pasar por lo que sólo lo veo acostado con una enorme venda alrededor de su pecho y con su rostro sereno como si simplemente estuviese dormido, creo que lo está y que no está anestesiado para evitar el dolor de su cuerpo.

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