Capítulo 42

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Melanie...

Los primos de Camilla la cuñada de Liam me abrazaron cuando me abalanzo hacia ellos. ¡No puedo creerlo! no esperaba esta inesperada pero muy agradable sorpresa. Estoy a punto de llorar pero me contengo de hacerlo y lo oculto tras una sonrisa. 

—Que linda sorpresa —les digo ambas dando saltitos de felicidad, los veo y no lo creo.—¿Son reales ustedes?

Ambos se ríe y dejan que los inspeccione.

—Estas preciosa —me dice Ignacio inspeccionándome de arriba abajo, sonrío sonrojada esquivando sus cara coqueta.

—¡Como supieron que vivo aquí?

Ambos se miran y suspiran.

—El atolondrado de Liam nos dio la dirección mas no el apartamento asi que tuvimos que tocar cada puerta para saber cual era —me cubro la boca con ambas manos y me hago una idea de lo que tuvieron que hacer para llegar aquí.

—Pero lo mas importante que pudimos encontrarte —Carlos me rodea por completo y me aplasta contra su pecho— no tienes idea lo mucho que te extrañe.

—Extrañamos —corrige Ignacio.

—Pero yo mas que él —recalca.

—Mentiras —Ignacio me saca de los brazos de Carlos para estrujarme en ellos —Yo la llore por días.

—Eso no es nada— estoy de nuevo en los brazos de Carlos, me estoy riendo en silencio —.Yo pasé semanas, me quedé seco de tanto llorar.

Niego con este par y me aparto.

Suspiro.

—¿Tienes algo que hacer? —preguntan a la vez —¿Estas ocupada?

—Estaba...— me corto asi misma, iba a decir que estaba atendiendo al marsupial pero como me dijo que se siente mejor me puedo ir con estos dos simpáticos italianos —.De hecho ya terminé. ¿A donde quieren ir?

—A donde tu quieras—sonrio a carlos que toma mi mano y planta un beso en el dorso de mi mano. — Siempre y cuando sea contigo, principessa.

¿Alguien mas sintió que se desintegra por dentro?

¿Dónde Carlos tan coqueto?

—Perfecto —digo entusiasmada — me cambio y nos vamos.

—No—interviene carlos, que mira a su primo de costado —. Así luces...esplendida, ¿cierto Ignacio?

—Si, muy hermosa Melanie.

AHHHHHHHHH.

¿Cómo me dicen eso si parezco un zombie?

—Bu-bueno — carcajeo apenada— entonces iré por mi cartera y mi cámara ¿esta bien? espérenme aquí — y modestamente les cierro la puerta para salir corriendo a mi habitación como un tren bala.

No me creo que ellos estén aquí.

¡Que emoción!

Ingreso empujando la puerta con el pie y busco entre el medio de mi desorden mi cámara. Cuando la consigo la cuelgo en mi cuello y ahora me falta encontrar mis benditas llaves del coche.

¿Dónde las dejé?

—¿Te vas a ir con ellos?—pregunta lance cuando me lo consigo de frente, casi me estrello con su cuerpo. 

Retrocedo un paso.

—Si —miro por encima de  su hombro, cerró la puerta.

—¿Y me vas a dejar aquí tirado?— vuelvo la vista hacia sus ojos y ladeo la cabeza, esto es un reclamo —.Por ellos.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora