Extra 2

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Lance...

Decidimos pasar nuestras vacaciones en pecara Italia y honestamente me hace feliz la idea de ir allá. ¿Por que? porque allí esta el chicle odioso de Liam. He hecho el esfuerzo de tratarlo mejor pero mierda me cae como la patada. Desde el primer día. Y cada vez que veo su rostro quiero patearlo. Me sigue cayendo mal porque es tan...no lo soporto y sé que no debería sentirme así pero no lo puedo controlar.

Paso mi manos por el cuello y aparto la mirada llevándola al techo para evitar encontrarme con sus ojos y se burle de mi descaradamente mientras abraza a mi mujer. Hemos llegado a la casa del chicle. Un lugar acogedor y a pocos metros de la playa.

Ahora entiendo por qué la Infiltrada se empecinaba con venir a este lugar. La casa de sus padres también está cerca de la playa. De alguna forma u otra la hace sentir como en casa. La mayor parte de su vida fue en los ángeles.

Chloe saluda a Liam luego que melanie la presentará. Él como todo un exagerado expresa su asombro al verla alegando lo similtud que tienen entre ellas. Sonrío de manera forzada para que no se note las ganas que tengo de vomitar.

Sigue siendo un imbécil.

Pasa a mi y siento la mirada de la infiltrada sobre mi. Ella sabe la poca simpatía que le tengo a su amiguito y por eso me vigila. Le doy una palmada en el hombro a un distancia prudente como muestra del saludo. Él se ríe captando de inmediato pero se abstiene de decir algo. Ayuda a arrastrar las maletas e invita a Chloe para que lo acompañe.

Ella encantada acepta y quedamos solos en la sala.

—¿Tienes cólicos? — bajo la vista de los cuadros que están sujetos a pared. La infiltrada sonríe al ver mi cara pocos amigos — no puedo creer que han pasado años y tus sigues detestando a liam.

Subo y bajo los hombros. Ella se ríe y enrolla sus brazos detrás de mi cuello. Sostengo su cintura. Su pequeño pecho pega contra el mío haciendo estremecer y alborotar las mariposas de mi estómago.

—Eres un tonto — rodeo su cintura y cruzo los brazos detrás de su espalda. Sonrío en su labios cuando pega su boca a la mía.

—Ay por favor esas escenas porno en mi casa no — ruedo los ojos con fastidio — Y menos delante de menores. Es una falta de respeto para mí y para Chole.

—Eres un viejo — le dice melanie al separarse de mi. Dejándome con ganas de seguir probando sus labios gracias al imbécil del chicle.

—Un viejo inocente — corrige, respiro hondo.

Un viejo imbécil — digo dentro de mi.

—Querida chica de la cámara. Enemiga del alma. ¿Quieres pasear está noche por pescara? — rodea sus hombros intencional lanzando me una mirada de desafío.

Cierro los puños y vuelvo a respirar profundo.

Este hijo de puta me está provocando.

—Mañana — responde mi mujer cansada, sosteniendo a mi princesa entre sus brazos — estoy muerta.

—No hay problema.

Liam nos acompaña hasta la habitación y allí nos deja solos. Melanie pasa al cuarto de baño mientras yo me quedo con mi princesa a esperar que se cambien. Juego con ella fingiendo que es superman y decido cambiarla de ropa cuando sus ojitos caricaturescos empiezan a cerrarse.

Melanie sale en bata y no puedo evitar impresionarme con su belleza. Ella se tiñe de rojo cuando le lanzo halagos. Se que su cuerpo ha cambiado. Aún así cada día me fascina mas aunque a veces no me lo crea. Mis compañeros del trabajo me dicen que si no me canso de tener la misma mujer todo el tiempo y han tratado de convencerme de tener un delis cuando vamos al bar o cualquier otro lugar. Entre bromas y tragos les digo que no, que no necesito de otras mujeres para complacer mis deseos y ellos no me creen cuando les digo que no me interesa otra mujer que no sea la mía.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora