Extra 3

594 47 17
                                    

Liam...

Recuerdo la mueca que hice cuando empujé la puerta de mi nueva casa. Pequeña, vieja y con muchas cosas por arreglar. A pesar de lo poco habitable que estaba pude arreglar todos sus detalles y yo en día no tiene la sombra de hace unos años.

Modifiqué todo y me siento orgulloso de haber logrado todo yo solito.

Hace un par de años llegué aquí con la esperanza de sacarme de las entrañas aquella mujer de pelo rizado que me cautivó desde que era un jovencito y logré. Finalmente lo hice y todo gracias a Gianna. Me costó mucho dar aquel paso porque no estaba seguro si mis sentimientos eran honestos o no. Había intentado tantas veces que tenía muchas dudas pero se dio y me siento tan feliz.

Gianna es maravillosa y me hace pasar un buen rato juntos. La amo y quiero seguir a su lado por el resto de mis días. A pesar de mi felicidad plena hay un vacío en mi ser que no me deja vivir completamente satisfecho.

Y la verdad no sé que es.

Tengo un buen trabajo, vivo en una linda casa frente a la playa y acabo de empezar una relación con la chica que quiero.

¿Qué me hace falta?

Ingreso a mi habitación con una charola en las manos y sonrío cuando sus ojos me encuentran los míos. Me acerco sin perderme ningún detalle de su precioso cuerpo y sensual rostro. Ella es tan hermosa que no existe nadie quien se le mida.

—Buenos días, príncipe.

—Buenas días, diosa.

—¿Cómo dormiste?—pregunta soñolienta mientras estira los brazos y me da una hermosa visión de sus pechos que me hace poner duro de inmediato.

—¿Excelente y tú?

—Maravillosamente—acopla mi cara entre sus manos cuando estoy a centímetros de su sexy rostro—.Finalmente estoy contigo. Me hace tan feliz. Esperé mucho para que me aceptarás. Aún no me lo creo.

—Lo bueno siempre, siempre se hace esperar—unimos nuestras bocas y nos separamos por falta de aire, nos acariciamos las narices y me siento en el borde de la cama.

Tomo el dorso de su mano y la llevo hasta mis labios.

—Me alegra que tú amiga nos haya dejado en paz. En dónde esté, espero que no vuelva a aparecer jamás.

Asisto consciente de lo pésimo que me siento al pensar de la misma manera, pero tiene razón, no íbamos a estar en paz si ella continuaba irrumpiendo nuestra relación con sus intrigas.

No entiendo que le pasó y por qué cambio así de repente. Por años estuvo apoyándome, alentándome para que conociera a alguien y cuando finalmente ocurre, cuando me doy la oportunidad con Gianna, la mujer que misma escogió para mi. De un momento a otro me dice que ella no es lo que todos creemos.

¿Por qué ese cambio tan radical?

¿Por qué después de querer a Gianna ahora es lo contrario?

No la entiendo.

Llego a mi sitio de trabajo y no paro hasta que oscurece. Estoy cansado y adolorido. Mi unico deseo es volver a casa y echarme en la cama. Pero aparece Andrea y cambia mis planes sin derecho a decir no. Entramos a un sitio de esos oscuros, no tengo el semblante. No soy ajeno a este tipo de lugares pero tengo novia y no me siento cómodo.

—Creí que vendríamos a un bar.

—Es un bar.

—No, no lo es —paso las manos por mi cabello—.Es un cabaret.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora