Cap. 2- Llamada.

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Volver a escuchar su voz y que no fuera solo en sueños, le alegró inmensamente.

Cómo había extrañado el timbre de su voz y recordar siempre aquel último beso que se había atrevido a darle de despedida.

Y ahí estaba, detrás de la línea, después de casi siete meses. ¿Cómo había conseguido su número? Sophie. Seguramente ella se lo había facilitado. ¿Por qué tuvo que hacerse esperar tanto por este momento?

—Él mismo todavía… —suspiró Patrick tras la línea— ¿Cómo has estado, Emm? —quiso saber un poco nervioso.

—Bien —respondió Emily sin poder ocultar la emoción de su voz—. Quiero decir, estoy bien. La universidad, la residencia todo marcha bien.

—Me alegra oírlo, de verdad. ¿Hiciste amigos? Conociéndote estoy seguro que sí. —dijo con un tono de diversión.

—Claro que sí y son agradables, te agradarían a ti también, estoy segura —comentó—. Conseguí también un trabajo de medio tiempo los fines de semana. Ya sabes, no todo es gratis aquí.

—¿Un trabajo? ¿De qué? —quiso saber Patrick con verdadero interés.

—Uno donde no piden tanta experiencia y no consume tantas horas. —añadió algo nerviosa por ese dato. 

No es que fuera algo que la avergonzara ni mucho menos. Pero no estaba segura como Patrick, lo vería.

—¡Llegó la pizza, rubia! —comentó Ashton con efusividad y Emily nada pudo hacer para evitar que Patrick, escuche y malinterprete la situación.

—¿Llamé en mal momento, Emily? —«¿Emily? Ya no Emm ni rubia» —pensó Emily al notar el cambio de su voz. Estaba molesto aunque estaba segura que no iba a admitirlo 

—Es uno de mis amigos, me ayuda con mi tesis. —explicó aún más nerviosa todavía. ¿Por qué sentía que le debía alguna clase de explicación? Ellos eran amigos, pues más nada se habló desde aquel día.

—No tienes que explicarme nada, Emily. Todo está bien, en serio —carraspeó en consecuencia—. No sabía… yo no, no quería interrumpir en tus estudios. —se apresuró Patrick, en explicar lo inexplicable de sus sentimientos.

—No interrumpes, de verdad —quiso hacerle saber Emily—. Me alegró escucharte, Pack. –confesó.

—A mí igual, Emm —admitió también—. Te dejo estudiar —Emily asintió aunque sabía que él no podía verla—. Cuídate por favor.

—Igual tu. —se despidió y dio por finalizada la llamada.

Se quedó con el teléfono en las manos, observándolo, como si pretendiera ver a través del aparato y así lograr conectar nuevamente con Patrick.

«Patrick». Él había tomado la decisión de llamarla. Él quería saber sobre ella. Y ahora estaba segura que él había malinterpretado las cosas. ¿Pero por qué razón eso le disgustaba?

Un carraspeó la sacó de su ensimismamiento, al levantar la mirada se encontró con dos pares de ojos que esperaban les contará el chisme, aunque no hubiese ningún chisme.

—¿Qué?

—Se enfría la pizza, mon amour. —bromeó Dylan.

—Ok.

Emily tomó su lugar en la pequeña mesa y mientras devoraban cada uno su porción, la rubia podía sentir la intensa mirada de ambos hombres, aunque ella intentará ignorarlos.

—¡Agh! Ya. Pueden preguntar lo que tienen en la mente. —exasperó Emily.

—¿Quién era? —inició Dylan.

Contigo, siempre | Mi Luz (libro 2)Where stories live. Discover now