Cap. 1- Recuerdos.

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Presente.

Esa mirada azul. Después de tanto, esa mirada seguía consumiéndola todas las noches. Rara vez y pocas veces lograba conciliar el sueño sin sentirse perseguida por la profundidad de aquellos ojos.

Recordaba con detalle todo lo vivido la noche de aquel cumpleaños. Habían transcurrido solo un par de meses y era como una película que se reproducía constantemente en su cabeza. 

Suspiró profundamente, ubicando su cabeza en la almohada tratando de encontrar la posición perfecta para dormir. Pero apenas cerraba sus ojos, una sonrisa de labios perfectos regresaban a su mente.

—¡Basta Emily! —se reprendió por décima vez en la noche— Duerme de una vez, mañana debes madrugar.

«La noche resultó divertida y llena de sorpresas, también. Después de un chiste malo por parte de Patrick, que aún así hizo reír a Emily, juntos fueron al centro de la pista de baile. Unos metros más allá, Thomas y Sophie, compartían un baile junto a un par de besos. Ambos sonrieron felices por su amiga y hermano.

El alcohol de aquella bebida espumosa empezó a subir por sus cuerpos al punto de calentar ciertas partes de ellos. Las mejillas de Emily, parecían arder y las manos de Patrick, en su cintura, quemaba.

Siguieron el ritmo de aquella música sin darle importancia a esos pequeños detalles. Era solo el alcohol, nada más. No tenía por qué deberse a la cercanía en la que sus cuerpos se encontraban en ese momento.

Juntos se apartaron de la pista de baile una vez la música cesó. El pelinegro no tenía intenciones de alejarse de la rubia esa noche y no solo se debía al motivo de no dejarla sola, ya que ella no conocía a nadie. Simplemente no podía apartarse de su presencia. Pero eso último se lo reservaba para sí mismo.

Entre charla y los chistes de Patrick, la noche avanzó. Los invitados empezaron a retirarse de a poco y como un buen caballero, acompañó a Emily, a los dormitorios una vez ella dijo estar cansada.

La verdad era que ni siquiera estaba cansada, solo quería apartar las cosquillas que se alojaron en su vientre en toda la noche por causa del hombre que caminaba junto a ella en ese momento. Y se lamentó también que él, la acompañara.

La noche fresca incitó a Patrick, a quitarse el saco y colocarlo en los hombros de la rubia. Faltaba un buen tramo para los dormitorios y recién salían de la casa. 

Emily sonrió ante su gesto. Sonrisa que ponían a Patrick, cuestionarse todo lo sucedido anteriormente. Tal vez no debió decir ningún chiste esa noche, ya que la risa y sonrisa de su acompañante, lo tenían completamente embrujado. Y eso era un total peligro para su corazón, que frenético no paraba de latir.

Pero tal vez él, ya había caído en su embrujo. Un embrujo que Emily, no sabía había creado.

Se detuvieron frente a la puerta del dormitorio de Emily. Patrick, la observó atento mientras rascaba la parte trasera de su cabeza en un gesto nervioso. ¿Pero por qué razón se sentía nervioso?

—Fue un lindo cumpleaños. —Emily lo sacó de sus pensamientos.

—La verdad que bastante entretenido. Si soy honesto, no soy muy amigo de las fiestas. —reveló.

—¿Por qué? Parecías disfrutarlo bastante.

—Tal vez haya sido la compañía. —confesó sin intención.

Emily enmudeció ante el efecto de esas palabras que no ayudaban en nada a las sensaciones que intentaba apartar de su cuerpo y de su mente.

—Ehm... yo... creo que debería entrar ya... —dijo sumamente nerviosa y a punto de darse la vuelta— Cierto, tu saco —río nerviosa. 

Contigo, siempre | Mi Luz (libro 2)Where stories live. Discover now