Capítulo 27

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Llevaban veinte minutos ocultas y alejadas de la zona de Pachá. Mientras esperaban En el interior de la portería del complejo de edificios de enfrente, en la calle paralela, Las dos hermanas parecían vivir una psicosis al tiempo que enviaban a su madre la Localización exacta en la que se encontraban.

Sus hiperactivas mentes imaginaban a Ese tal Jiyong asomando la cabeza y dirigiéndoles una sonrisa diabólica al Encontrarlas. Después, con un gesto de sus manos las levantaría del suelo y las Lanzaría bien lejos, en un movimiento muy prolífico entre brujas y magos de Películas. Todo eso acompañado de su inseparable horda de demonios infernales…
Parecía surrealista.

Jennie no lo había visto nunca ahí, de eso estaba segurísima. Y Jisoo, según la Descripción que le había dado, tampoco podía concretar si lo conocía o no, porque en Jeju prodigaban los morenos de ojos oscuros, altos y bien parecidos.

De repente, la vieja furgoneta azul y blanca Volkswagen que conducían su Madre y su abuela aparcó justo delante del portal.

—¡Suban! —dijo Taeri, que ya había regresado de su viaje de Londres. Sentada Detrás, abrió la puerta con los ojos dilatados como platos y tensión en el rostro.

Jisoo y Jennie obedecieron al instante. Una vez dentro, la furgoneta qué Conducía Minyeong  arrancó y se alejó de Pachá.

—¿Cómo era? —preguntó Minyeong  dándole inmediatamente el nudo de las familia A Jennie y regañándola como a una niña pequeña—. Nunca más te lo quites, ¿me oyes? Te protegerá. Si lo hubieras llevado puesto ese tipo no se te Hubiera acercado. ¿Por qué crees que no se acercó a Jisoo?

—¿Quién era? ¿Lo habíais visto antes? —preguntó Taeri.

—Yo no —contestó Jennie aún nerviosa, mirando hacia atrás para asegurarse de Que nadie las seguía—. Era un hombre muy atractivo. Se chocó conmigo sin querer.

—No lo creo —murmuró Haesook .
—Se había prestado a llevarme a casa, había salido al parquin a buscarme…

—Insistente —murmuró TaeRi.

—Había tenido una pelea con Lisa… —continuó Jennie—. En fin, eso no Importa. Casualmente, Do He salió también a recoger algo del coche y cuando me vio me lo dijo…

—Las ruedas de la furgoneta chirriaron al tomar una curva Con demasiada velocidad—. Pero, ¿qué haces, mamá? ¿No vamos a casa? ¿Por qué te Desvías?

Minyeong  la miró a través del retrovisor.

—Si es verdad que hay alguien en mi casa de la desalinizadora, quiero verlo con mis propios ojos.

—¡¿Ahora?!

—Por supuesto, Jennie. Tenemos que echarlo de ahí. ¿Cómo crees que llegaban a nosotras? ¿Cómo crees que esas presencias entraban en casa y oscurecían nuestra sal? Lo dijo papá, ¿recuerdas? Nosotras los dejábamos entrar.

Jennie asintió.

—Pensábamos que era por Lisa, que ella conseguía el canal a través de ti. Pero estábamos equivocadas. Nos Acechan con facilidad porque han entrado en nuestro hogar. En un hogar Kim, Con nuestras cosas —especificó—. Con nuestros objetos… Puedes hacerle la vida Imposible a alguien si conoces las artes oscuras y posees sus objetos de valor. Le han Servido como medio a ese mal nacido. Sea quien sea —gruñó con los dientes Apretados dando un golpe al volante.

—Tenemos que llamar a la policía —sugirió Jisoo—. Es allanamiento. Comete un delito.

—No. La policía hará demasiadas preguntas —negó Jennie

—Y es demasiada casualidad que esto pase justo ahora —señaló Taeri —. No Podemos levantar más polvo a nuestro alrededor —concedió. La habían puesto al Tanto de los últimos acontecimientos, mostrándole las planas de todos los periódicos De la isla.

 BRUJAS DE SAL | PARTE 1 | JENLISA Where stories live. Discover now