Capítulo 30

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Los días siguientes a la revelación de Bambam fueron una auténtica locura mediática para la isla. Las Kim observaron por televisión, y con mucho regocijo, el arresto de Eun Chan Go, al que habían cesado del cargo de presidente del Consejo del Govern por anteponer sus necesidades personales a las de Jeju.

Además, Taeri había leído en voz alta el artículo on line escrito por Bambam en el que se especificaban, en un largo reportaje, los conflictos de intereses entre la señora Cha y Go y por qué se originó el motín contra ella. También, se facilitaba el material visual de los encuentros entre Eun Chan Go y el magnate Jiyong Kwon, y la relación que los unía a ambos.

Los habitantes de la isla quedaron conmocionados al ver la resolución del caso en el que los hermanos Go y el dueño de la flota de entretenimiento Dragon serían
Condenados por delitos ecológicos. No obstante, el segundo, conocido para las
Kim como el descendiente de los Señores de Jeoshim, todavía seguía con paradero desconocido.

Mientras tanto, Jennie y Jisoo colgaron un nuevo comunicado oficial en la web de Wish Pottery, en el que convocaban a la playa, por petición de Haesook y Minyeong, en la noche del eclipse, a todo aquel que creyera en la magia.

—Creo que toda la gente que haya confiado en nosotras, y así lo desee, debe apoyarnos en nuestro trabajo de limpieza —dijo Minyeong mientras llenaba botes de cristal llenos de flor de sal—. La isla también es de ellos, y si creen en la magia harán el hechizo más fuerte.

—Es buena idea —apoyó Haesook cerrando los botes que su hija llenaba—. Hagamos partícipes a los habitantes de la isla de una noche familiar. Cuantos más seamos, más fuerza tendremos. Además, Kwon todavía no ha aparecido. Cuando cerremos el trabajo, él jamás podrá pisar las islas sin sufrir las consecuencias, tal y como sucedió anteriormente con sus antepasados. Ha hecho falta que Kwon debilitara la posidonia y modificara poco a poco la calidad de su sal para que pudiera entrar a la isla de nuevo. Pero esta vez no sucederá.

Jennie sabía que el creer y decretar eran básicos para el éxito de una sanación, por lo tanto, cuantos más pensamientos positivos hubiera esa noche, mucho mejor.

—Deberíamos proclamar este comunicado y difundirlo en todas partes. —Taeri machacaba en un mortero de barro una especie de cristal rojizo a lo que ella llamaba
«polvo magnetizado»—. Nuestro poder de convocatoria puede ser espectacular. Les
Diremos qué deben traer para ayudarnos.

—Taeri —señaló Jisoo observando cómo las demás trabajaban mientras ella apuntaba en una libreta los versos de una nueva canción—. ¿De dónde sacaste estas piedras? Intento darles un nombre… Pero no las había visto nunca.

La hermana mayor sacó un pequeño pedrusco de cristal rojizo, tipo rubí, aunque un tono más oscuro, y lo admiró con cariño.

—Esto, queridas, es la razón por la que nadie, jamás, debería decir que los círculos de las cosechas no son mágicos.

Todas la miraron intrigadas. La pasión que sentía Taeri respecto a su trabajo entusiasmaba a su familia tanto como a ella.

—¿Nos lo vas a contar o no? —la instigó Jennie redactando la carta que iban a colgar en la web, primero en papel—. Déjate de misterios. Llevo días esperando que me cuentes que es ese polvo de cristal…
Taeri se echó a reír y cedió a la súplica de su hermana mediana.

—Cuando papá nos dijo lo que necesitábamos para el hechizo de limpieza y mencionó el polvo de cristal magnetizado centró su atención en mí. Yo supe al instante a qué se refería. Por eso tuve que viajar a Inglaterra, al único lugar donde puedo recoger ese elemento. En los círculos de trigo —continuó machacando el mortero—.  No sabemos de qué está hecho, no encontramos elemento en la tabla periódica que se le parezca. Lo que sí sabemos es que su energía no es de este mundo. Papá lo sabe. Por ese motivo quiere que lo utilicemos en nuestro trabajo.

 BRUJAS DE SAL | PARTE 1 | JENLISA Where stories live. Discover now