catorce

1.7K 128 120
                                    

Kavan, 2022

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Kavan, 2022

Estaba hasta los cojones de que no dejasen de mencionar el nombre de Xia.

Si había accedido a cenar con mis compañeros, un par de horas antes del partido que jugaríamos contra el Athletic Ajaccio, era porque, con todo lo que había levantado la polémica, apenas había pasado tiempo con ellos. Solo coincidíamos en los entrenamientos, y como solían dividirnos según posiciones, era difícil poder socializar y ponerme al día con cada uno; sin embargo, si hubiese sabido que iban a centrar toda la conversación en mí, en intentar sonsacarme información sobre cómo me iban las cosas con Xia, qué tal habían sido las primeras semanas de relación... Habría pedido que me llevasen la comida a mi habitación.

—No quiero hablar del tema —repetí por quinta vez en los últimos minutos, tras beberme de un trago el agua que quedaba en el vaso—. Es algo entre nosotros y...

—Nos lo debes por dejarnos tirados esta noche solo para follártela sin parar —se rio Blythe a mandíbula batiente, estirando el brazo para palmearme la espalda con total confianza. Era un gesto que hacía muy a menudo y que, por norma general, no me molestaba. Pero no estaba de humor para nada—. Venga ya, tío. ¿Desde cuándo eres tan amargado y callado? Ya sabes que no va a salir nada de aquí. Todo lo que pasa en el PSG, se queda en el PSG.

Puse los ojos en blanco y gruñí de manera más que audible, mostrando mi descontento. Daba igual lo mucho que hubiese repetido que el motivo por el que no quería ir a la fiesta que habían planeado —ganásemos o no el partido de esa noche— era porque prefería mil veces descansar y recuperar energías; preferían pensar que era una excusa barata para pasar la noche con Xia, como si no me conociesen lo suficiente como para saber que, si de verdad se tratase de eso, lo habría dicho sin ningún tipo de vergüenza ni de tapujos.

Que Xia estuviese también en Ajaccio no había más que complicar las cosas, especialmente desde que Luc, mi representante, había movido varios hilos para permitir que mi supuesta novia pudiera acompañarme a la capital de Córcega, consiguiéndonos una suite para los dos. Según él y Ophelia, que por supuesto había dado su beneplácito, era la excusa perfecta para seguir adelante con la farsa de que éramos una pareja enamorada hasta los huesos que no podía estar separada más de unos días.

Al principio, no me había parecido tan mala idea, ya que así sería más fácil disimular y que nos relacionasen, que la prensa viera que las fotografías no estaban sacadas de contexto y que se trataban de acercamientos reales —como había exigido la mánager de la actriz, la cabeza de todo aquel plan—, pero había cambiado de opinión al darme cuenta de que compartir habitación con Xia significaba, por ende, tener que pasar la noche con ella.

En la misma cama.

En otro momento, aquello me habría parecido incluso divertido, pero no en ese entonces. No cuando la situación se ponía más tensa a cada segundo, minuto y hora que pasaba.

Tréboles para KavanWhere stories live. Discover now