El Mejor Amigo De Mi Padre.

Capítulo 19.

Capítulo 19| The Hangover, 1/3.

Antonella Cavalcante:

—¿Estas ahí, Nell?

—Aquí estoy.

—¿Y que haces?

Frunzo el ceño y saco el tampón de mi bolsa de viaje.

—Pues estoy en el baño, Eleanor.

—Lo sé pero, ¿que haces?

—Bueno, me estoy poniendo un tampón por que Will me estaba haciendo un oral y sorpresa, sorpresa...— ella entra al baño— Estás aquí.

—Aquí estoy.

—Y con cara de pánico, ¿que pasa?— la interrogo inmediatamente por que la conozco.

—Bueno, Max ha invitado a algunos amigos para una pequeña reunión.

—Vaaale— la animo a seguir— ¿Y la tal reunión es la que te tiene así?

—El venir a preguntarte me tiene así.

Me río, aún con el jodido tampón en las manos y pensando seriamente en comprarme una copa menstrual.

—Yo no como gente.

—Pero como si lo hicieras— sonríe con burla— Es que has estado estos días sin salir de tu habitación y no pensé que estuvieses con ánimos...

—Ánimos tengo, y si he salido de mi habitación.

—Al baño o a la cocina, pero no te culpo, has estado teniendo sexo ¿verdad?

Asiento aún con el recuerdo de anoche grabado en mi memoria.

—Pero tú también, así que no te quejes.

—Oh, no me quejo— alza las manos— ¿Entonces sí? ¿estas de ánimo para una fiesta?

Enarco una de mis cejas.

—Pensé que dijiste que era una pequeña reunión.

Ella sonríe con inocencia.

—Eleanor Aura...—advierto.

—Solo es una pequeña fiesta de despedida, ya casi nos vamos.

Me muerdo el labio inferior y asiento.

—Una pequeña— la señalo— no quiero a muchas personas con sus narices por todos lados.

—Será un pequeña fiesta— repite.

Intento colocarme el tampón aunque ella esté aquí y eso no lo hace menos incómodo.

—¿Has visto a Will?

—Lo dejé hablando por teléfono en un idioma extraño.

Río.

—Es alemán, su idioma natal.

Ella se sorprende.

—¿Es alemán?

—Mitad, por parte de su madre— le contesto.

—Pues quizás estaba hablando con ella.

Me pongo de pie y me subo las bragas a lo que ella me da una nalgada que me hace chillar.

—¿Sabes quien me ha llamado para saber cuando regreso? Mi padre.

Me sorprendo.

—¿Tu padre te ha llamado?

—Sí, pero lo ha obligado mi madre.

Se me va la sorpresa.

—Por que el señor Castro no te puede llamar si no es bajo amenaza de su esposa— suelto.