Parte 10

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Jungkook encontraba a Jimin en la cocina, bailoteando y revolviendo algo en la estufa. Olía bien, pero lo mejor era la expresión feliz del omega.

-Hice la cena.-sonrió Jimin.

La verdad es que Jungkook había tenido un día de mierda, solo quería descargar el estrés, ver al omega y follarlo. Nada complicado, pero no se atrevió a decirlo, se sentó y comió todo mientras escuchaba el parloteo del omega.

Buena decisión, la comida era deliciosa. No recordaba la última vez que había comido tan bien.

Por momentos se arrepentía de estar haciendo esto, cuidando de un chiquillo por el que se sentía "extraño", pero había una fuerza que lo enviaba siempre de vuelta a él. Jimin lo mantenía cuerdo, su insomnio había mejorado considerablemente y se descubría sonriendo por sus continuos mensajes melosos. De lo único que estaba seguro, era de que él omega le atraía, el deseo sexual estaba ahí, latente.

Jungkook queriendo consumirlo, disfrutaba de lo dócil y obediente que era el rubio. Si, quizás el chiquillo se estaba enamorando demasiado, no podía esconderlo pero a Jungkook no le pudo importar menos y tenerlo en ese nuevo apartamento le ahorraba el trabajo de tener que cruzar la ciudad cuando quisiera verlo.

Aquella tarde se había sorprendido de sus pensamientos obscenos y de todo lo que deseaba hacerle al omega.

-Quiero que uses esto.-el alfa le entregó una bolsa.-Escoge algo y póntelo.

El sonrojo de Jimin fue hilarante, la bolsa estaba llena de braguitas de encaje.Corrió a la habitación a probarse las piezas, para darle gusto al alfa.

Se sentía tan hermoso en ellas. Nunca había sido tan atrevido. Alguna vez compró ropa ajustada y braguitas y aunque se había sentido bonito en ellas, no encontró motivos para seguir gastando en algo así.

Jungkook entró a la habitación y lo encontró usando una de las pequeñas braguitas, era azul celeste. Su polla comenzó a endurecerse, estaba seguro de que se verían bien en Jimin, pero la realidad había superado a la imaginación.

Sus irises destellaron en rojo y tomó al omega apretando el redondo culo entre sus enormes manos, chupó su labio inferior y después lo llevó a la cama.

Renovó los chupones en todos su cuerpo haciendo gemir al omega. Mío.

-Jungkook...-musitó el omega retorciéndose.-Quiero hacerte lo que me hiciste la otra noche.

El alfa se quedó estático.

-¿Chuparme la polla?

Jimin asintió y Jungkook se echó de espaldas al colchón, sacó su polla dura y goteante.

-Bien, hazlo. Solo no uses los dientes...

La pequeña mano de Jimin se envolvió en la carne dura, se relamió los labios y después dio una lamida pequeña a la cabeza húmeda haciendo sisear al alfa.
La excitada expresión le dijo que estaba haciéndolo bien, así que enrolló sus gruesos labios en la cabeza y chupó usando su lengua para saborear al alfa.

-¡Joder! ¿Estas seguro que nunca habías hecho esto?-el alfa lo tomó del pelo.

El omega no respondió, sus ojos destellaban ansiosos por seguir probando aquello porque lo estaba amando. Entonces lo hizo, se llevó hasta el fondo al alfa hasta que sintió que la carne invadía su garganta.

Tan bueno...

Jungkook lo apretó más y comenzó a bombear sus caderas salvajemente. Jimin estaba tan cachondo que por momentos se escuchaba gemir con la polla en su boca.

Sus ojos vidriosos y excitados viendo al alfa apretar la mandíbula mientras lo ahogaba con su polla.

-Y-yo ya casi.-gimió el alfa empujando más dentro de la obscena boca de Jimin.

Un gruñido alto salió cuando derramó toda su esencia y su cuerpo sufrió espasmos al ver como el omega lo intentaba tragar todo. Como si fuera lo más preciado, lamió los rastros de semen que había caído por el abdomen del alfa y luego volvió a disfrutar del sabor de la semilla del alfa chupando de la cabeza los restos.

-Esa boca tuya, es la gloria...-exhaló Jungkook acariciando la punta de su polla aún medio dura por encima de la mejilla del omega.

El omega estaba completamente empalmado disfrutando como si fuera un caramelo que no quería sacarse de la boca. Jungkook recuperando su erección casi de inmediato con la vista del hermoso rostro que estaba corrompiendo y que no dejaba de mirarlo con ojos melosos.

-¡Jodido infierno, me pones tan duro!-Jungkook lo giró debajo de él, arrancó las bragas y abrió esas bonitas piernas para meterse entre ellas. Humedeció el tierno agujero y hundió su lengua para liberar los gemidos del omega. Disfrutó del rosado agujero y mordisqueó la sensible piel del interior de sus muslos.

-Por favor.-chilló  el rubio no sintiendo suficiente la lengua del alfa.-Duele...-dijo empujando sus caderas para follarse más.

-¿Qué? ¿te duele bonito?

-¡Si, por favor!

-Si ¿!qué!? Dímelo y te lo daré.

-A ti, adentro-balbuceó retorciéndose necesitado.-Mételo por favor.

Jungkook estaba impresionado de lo rápido que recuperó su erección. Trepó al omega y con una mano enganchó las delgadas muñecas por arriba de su cabeza para inmovilizarlo, con la otra mano, sujetó sus caderas y se hundió de golpe. Sus movimientos eran salvajes, su respiración errática, no duraría mucho sobre todo con el sonido obsceno de su piel chocando con la del omega. Estaba completamente ido ante la imagen del bonito chiquillo y de su polla hundiéndose en el apretado agujero.

Fue un instinto tal vez, pero cuando el omega se corrió y sintió su propia liberación cerca, lo hizo. Dio estocadas duras y se apretó dentro. Jimin trató de zafarse cuando el dolor del estiramiento lo alcanzó pero Jungkook se quedó clavado en el. Segundos después Jimin lanzó un gemido alto y se corrió de nuevo sobre su estómago. Jungkook lo había anudado y Jimin ahora estaba ido con la bruma del placer sintiéndose lleno. La esencia del alfa calentando su interior. Tan correcto.

Tal vez, solo tal vez el alfa había dejado que su lobo tomara el control pero no se arrepentía de nada.

Después de dos rondas de sexo su cuerpo se sentía más relajado, lo últimos días habían sido una mierda para el.

Se relajó sintiendo al omega ronronear en su pecho y  delinear con las yemas de sus dedos los tatuajes en su brazo.

-¿Qué te ha pasado aquí?- Jimin se detuvo en las cicatrices de su torso.

-Un accidente.-se limitó a responder.

-¿Dolió?

-Si, un poco.

El omega  no insisto más, besó el pecho del alma y se acurrucó a su lado antes de caer dormido.

Jimin estaba completamente ido por ese hombre de mirada oscura y pocas palabras. Disfrutaba de su sexualidad y amaba complacer al alfa, cada día aprendía más del sexo. ¿Podía ser más feliz? No lo sabía pero estaba convencido de qué amaba a Jungkook aunque no se atrevía a decirlo.

Jungkook no era cariñoso, al contrario parecía querer consumirlo apenas lo veía, incluso a veces su mirada parecía molesta. Por las mañanas despertaba y la cama a su lado estaba vacía, no insistió en hablar de ello. Jungkook no había prometido nada y Jimin no se permitió caer en ansiedad por ello.

Monster in love Where stories live. Discover now