Parte 17

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Jimin fue llevado a una enorme casa, no procesó los detalles, ni el tiempo en que tardaron en llegar, todavía estaba en shock por todo lo que había visto.

Sobre todo por ver el lado sádico y malvado del alfa, la expresión en su rostro cuando cortaba sin piedad el cuerpo de Seo Joon. Ese no era el Jungkook que amaba, era un alfa horrible del que debía alejarse.

Un rostro conocido, el Dr Choi se acercó a él, pero ni siquiera estaba escuchándolo cuando revisó su tobillo hinchado, el que esos hombres lastimaron cuando trataba de escapar . Curó las heridas de su rostro y su atención fue captada solo cuando escuchó decir "cachorro"

-¿Eh?—parpadeó saliendo del trance.

—He dicho que te haremos un ultrasonido para checar si está todo bien con tu cachorro.—dijo el Dr Choi.

Jimin asintió y se recostó.

—Bien, todo está en orden.—dijo después de chequear su estómago y las imágenes en el monitor.

-¿Puedo ir a casa?

—Me temo que no será posible, estarás seguro y bien atendido aquí.

El Dr Choi salió de la habitación empujando con él y un ayudante la máquina que habían ocupado para revisar a Jimin.

Un omega entró casi de inmediato.

—Hola Jimin.

Jimin lo miró con ojos de cachorro asustado, su cuerpo todavía temblaba. El omega era un poco más alto que el, delgado, con un hermoso cabello castaño y ojos grandes y expresivos.

—Me llamó Jin. Traje algo de ropa, tal vez te quede un poco grande porque ¡Uh! Eres muy pequeño y muy bonito.—sonrió.—¿Te sientes bien?

—Quiero ir a casa.

—Eso es imposible por ahora, no soy yo quien debo decírtelo pero estarás bien. Solo será por un tiempo y cuidaremos de ti y de tu cachorro. ¿Tienes hambre?

Jimin negó.

—Avísame si tienes hambre, puedo pedir que te preparen algo. Descansa un poco ahora, sé que estás en shock por todo lo que pasó hoy pero necesitas descansar y mañana tu mente estará más tranquila.

El omega se marchó, dejando en la habitación a un Jimin desorientado. Se sentía cansado, lo hacía, pero también muy estresado, se quedó dormido una hora más tarde. No se sintió capaz de intentar huir, seguro no llegaría muy lejos, su pie estaba lastimado y su cuerpo demasiado agotado.


A la mañana siguiente, el omega se removió entre las sábanas, acostumbraba despertarse antes del amanecer, pero supo que era más tarde por la luz del sol que entraba por la ventana.

Su apartamento no tenía ventanas, entonces recordó, no estaba en casa. Se levantó de golpe desorientado y asustado.

—Buenos días.—una voz familiar lo sorprendió. La expresión de Jimin empeoró, ahora era de terror. Giró su vista para encontrar un escondite pero no había mucho así que retrocedió  en la cama lo más lejos posible del alfa.

—No voy a hacerte daño.

El labio inferior del omega temblaba.

—Deja de mirarme así, no se siente bien.—resopló el alfa.

—Déjame ir.—balbuceó el omega.

—No puedo Jimin.—Jungkook se talló el rostro.—Si te dejo ir, estarás en peligro, tal vez ahora no lo creas pero aquí estás a salvo. Lo que viste ayer...

-¡No lo digas! No quiero escucharlo. ¡Eres un monstruo!—gritó cubriéndose los oídos.

Jungkook rió amargo.—Es justo así como me llaman. Es lo que soy, te lo advertí. Si no mataba a ese hombre, iba a ir tras de ti, tras de tu cachorro. Quería entregarte a Do Yun y esa es la forma en la que lo hago, la forma en la que merecía morir. Tienes que quedarte aquí un tiempo, si no quieres verme, está bien. Intentaré alejarme de ti, pero no puedes irte, no hasta que Do Yun muera. —un silencio invadió la habitación antes de que Jungkook hablara otra vez.

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