Capitulo 25

64 5 1
                                    

—¡Mash!—pide Chiara con las mejillas llenas de helado.

—Ya comiste lo suficiente angelito—ella me mira con cara de indignación mientras comienza a formar un puchero con sus labios, no va a manipularme esta vez—, y no me pongas esos ojitos que esta vez no van a funcionar.

—¡Mi helado le ha encantado a la señorita! es mi primera vez preparándolo—dice Bruno orgulloso mientras lava los trastos que ha ensuciado—si è rivelato delizioso (me ha quedado delicioso).

—¡Esta muy bueno Bruno!—dice Ofelina quien ha decidido tomarse un descanso probando el helado que Bruno nos preparo a Chiara y a mi—, ¿puedes darme mas?

El hombre mayor asiente y Ofelina chilla feliz mientras Chiara los ve molesta y con sus bracitos cruzados.

Es tan linda.

—¿Qué comen?—pregunta una voz entrando a la cocina, es la señora Greta que al fin ha vuelto de su viaje, ella se había ido por una semana en esos cruceros que recorren la gran mayoría de Europa, que dichosa.

Puede vérsele fresca y sonriente.

Esta mañana volvió y nos trajo regalos a todos, es una señora muy querida.

—Helado que he preparado, ¿gusta?—pregunta Bruno a la señora pero esta niega.

—Gracias Bruno pero estoy a dieta—todos reímos con ella—, ¿por que hay un Marcello en miniatura aquí presente?

Veo que se encuentra dándole los brazos a su nieta sin importarle ensuciarse la ropa ya que Chiara es mas helado que persona en este momento.

Rio ante su comentario de Marcello en miniatura.

Es tan idéntica a su padre.

—Quiero mash helado abu—pide con su vocecita manipuladora que logra dominarla, ya que le hace una seña a Bruno de que le de un poco mas.

—Vuelvo a mis labores—dice Ofelina luego de lavar su traste y pasar a mi lado pellizcando mi trasero, últimamente tiene esa manía de manosearme la descarada.

Le doy una mala mirada mientras sale ignorándome.

—Querida por cierto, Marcello llamo y dijo que vendría por ti dentro de una hora—la miro asombrada por su buen manejo del Español.

—¿Marcello?—pregunto porque a estas horas el esta muy ocupado en la empresa.

—Si, no dijo nada mas que cuidara de Chiara y que el pasaba por ti—se encoje de hombros.

Una sonrisa se forma en mi rostro.

—Entonces iré a ponerme linda para el—digo emocionada haciéndola sonreír mientras Chiara toma el helado con sus manitas.

—Me encanta lo que ustedes tienen, mi hijo es feliz y tu también, ambos son mi orgullo—me acerco para besar la mejilla de aquella señora que me dio la mas grande oportunidad de mi vida al venir a trabajar aquí.

—Gracias por todo—susurro y se que ella me ha entendido a lo que me refiero.

...

Dejo un suave beso en su mejilla cuando entro a la camioneta.

—Así no—gruñe molesto, se ve tan ardiente molesto y con esos trajes oscuros que siempre suele ponerse dejando que el azul de sus ojos resalte.

—Hay amor—me quejo divertida dejando un beso en sus labios que inmediatamente baja la amargura de su rostro—, ¿a donde iremos?

Ignora mi pregunta pidiéndole a Emilio que nos lleve al lugar sin decir nombre, lo miro curiosa a su lado.

—Marcello—digo fingiendo molestia, el toma mi mentón y vuelve a besar mis labios ansioso.

Corazón OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora