Capitulo 41

73 6 3
                                    

Narrado por Marcello

Lanzo el papel a la mesa ante los resultados del laboratorio. Luego de enterarme de que Amanda me drogo me hice unos exámenes para ver si aun se encontraban toxinas en mi cuerpo pero lastimosamente la toxina ya había abandonado mi sistema.

—Al menos tienes el testimonio de Bruno y el frasco que contenía la droga, eso ayudara para el juicio.

Un sabor amargo llega a mi cuerpo.

—No se ni donde localizar a Amanda para enviarle las citaciones, ha desaparecido pero esta vez no se lo voy a permitir, ya contrate tres espías que están trabajando en eso.

Lorenzo frente a mi sonríe con picardía.

—Eres un jodido hombre—apunta—, eso me prende.

—Van a encontrarla hasta debajo de las piedras porque voy a divorciarme de ella Lorenzo, cueste lo que me cueste.

—¿Y que pasa si ella exige parte de tu fortuna?—niego.

—No voy a darle ni una mierda, ella no recibirá nada de mi familia, nada de lo que con años me ha costado hacer crecer—, asiente a mis palabras.

—Me parece bien, sabes que tienes mi apoyo—eso lo se, algo cambia en su mirada—, ¿Haz sabido algo de ella?

Siento el ardor recorrer mi pecho al recordarla.

—Ovidio fue dado de alta hace dos días, Bruno fue a visitarla y me lo comento ya que nadie quiere darme explicaciones, ella no quiere saber nada de mi Lorenzo y comienzo a creer que la perdí para siempre—, digo con dolor.

—No vas a perderla amigo, mira...Irisha te ama y se que tarde o temprano ella va a escucharte, ella deberá entenderte que Amanda te drogo, incluso no sabemos si hizo algo peor.

Cuando mi madre se entero se enfureció demasiado, incluso planteo la idea de que Amanda pudo haber abusado sexualmente de mi al estar inconsciente.

—Me da asco el solo pensármelo—también esos malditos resultados no me informaron nada, al menos se que sigo limpio y sin ninguna enfermedad sexual.

Me pongo de pie para caminar hacia la ventana de mi edificio.

—Solo quiero recuperarla Lorenzo, me esta matando no tenerla cerca—digo sintiendo el ardor en mis ojos, ya paso una jodida semana y siento que este martirio apenas comienza.

—¿Y porque no la buscas?

—Por que ella me lo pidió y aunque me duela debo darle espacio, comprendo que la situación no fue nada agradable, ella piensa que me acosté con otra ¡joder!

—¿Pero no te estas rindiendo cierto?—niego.

—Jamás lo haría—, susurro para mi mismo.

...

—¡Papi!—grita mi pequeña corriendo a mis brazos, la recibo con gusto llenándole el rostro de besos, veo sus ojos que son lo único que me ha motivado a no enloquecer.

Mi madre me besa el hombro antes de dejarme a solas con mi hija quien luce encantada con mi presencia.

—¿Cómo esta la niña mas bella del mundo?—pregunto sentándome en el sofá con ella en brazos, sus manitas se mueven rápidamente hacia mi corbata.

—Bene (bien)—dice con su vocecita dulce.

—Ya veo que tu abuela te esta enseñando Italiano—digo sonriente, los ojitos de mi hija me enfocan.

—¿Dónde esta Isha?—no ha dejado de hacer esa pregunta.

¿Qué voy a responderle?

¿Qué voy a decirle?

Corazón OscuroWhere stories live. Discover now