Capitulo 33

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Ya han pasado dos semanas desde que Amanda se apareció en la casa de los Caruso, dos semanas en las que la incomodidad en mi pecho no deja de crecer.

Todo ha sido demasiado extraño.

La pequeña Chiara esta encantada de tener a su madre de vuelta, no voy a negar nunca la unión que tiene una madre y su hija y a pesar de todo Amanda la sigue conservando con el angelito.

Aunque tampoco voy a negar la unión que tengo con ella, se que no tengo el derecho de nada pero yo amo a esa niña y me duele un poco que Amanda la este separando de mi.

A la señora Greta no le pareció nada que Amanda este viviendo aquí y que este cerca de sus seres amados pero por alguna razón Marcello siempre busca defenderla, discutió con su madre por proteger a Amanda.

A veces Marcello suele comportarse como un tonto.

Y...

¿Mi relación con el? podría decirse que sigue igual de unida que siempre, aunque algo dentro de mi me dice que no lo esta.

...

—¡Mira lo que te he preparado!—Amanda aparece frente a Marcello con un pequeño postre de limón frente a el, Marcello la observa.

—¿De limón?—pregunta sorprendido.

—Si, es ese que a tu padre le encantaba ¿recuerdas?—su dulce voz empalagosa y falsa me causa escalofríos por el cuerpo, ella frente a Marcello es una cosa pero frente a los demás es otra.

—El era fanático a tu postre—dice sonriente.

¿Le sonrió?

Marcello Caruso le esta sonriendo.

—Había olvidado la receta pero Bruno amablemente me ayudo y aquí esta—deja el postre en las manos de Marcello, sin descaro se sienta entre ambos.

—Haber—De reojo veo como Marcello prueba el postre dibujando en su rostro la satisfacción pura—, tal y como lo recordaba, esta delicioso.

—¿Verdad?—Amanda se remueve casi empujándome de el sofá así que decido ponerme de pie y alejarme.

—¿A donde vas?—me pregunta Marcello, se supone que estábamos viendo una pelicula hasta que Amanda apareció.

—Debo llamar a papa—es lo único que digo dejándolos solos.

La vena del cuello me palpita con rapidez, cierro los puños con fuerza lastimando mis palmas, choco contra un cuerpo que no vi venir.

—¿Hey que pasa? parecías como que querías matar a alguien—dice Ofelina sosteniéndome de los hombros.

—Solo estoy cansada—miento, Ofelina me estudia.

—¿Todo esto es por la señora Amanda cierto?

—Solo quiero estar lejos de ella—digo estresada, no soporto estar cerca y no solo porque este celosa, no soporto estar cerca porque es una hipócrita con todos—, ¿Qué harás el sábado en la noche?

La sonrisa en su rostro se me contagia.

—¡Tengo una cita especial con una Rusa muy bella—dice guiñándome el ojo con picardía.

Necesito un poco de libertad.

...

—Vas muy guapa ¿saldrás con Marcello?—miro a Ovidio a través del espejo mientras ato mi cabello en una coleta alta dejando que unos rizos caigan sobre mi rostro.

—No, saldré con Ofelina—hemos quedado en salir evitando cruzarnos por un antro...así que iremos a comer a un restaurante y a ver una exposición de arte en el museo.

Corazón OscuroOnde histórias criam vida. Descubra agora