Corazón Oscuro

Capitulo 38

Maratón 3/3

Corro lo mas rápido posible por los pasillos del hospital mientras las lagrimas no dejan de correr por mi rostro.

La presion en mi pecho es insoportable y por un momento siento que no voy a lograr a llegar al area de urgencias pero con suerte logro llegar deteniendome frente a una enfermera que me observa asustada al llegar corriendo y con el alma por los suelos.

—¿Donde esta mi papa?—digo con un hilo de voz sosteniendo mi pecho.

—Tranquilicese que se encuentra muy alterada señorita—la enfermera me toma por los hombros—, la veo demasiado palida ¿se encuentra bien?

—Lo estare cuando sepa si mi papa esta bien—digo con voz baja—, el...el esta internado aqui o eso fue lo que me dijeron...

—Bien, digame su nombre y lo busco—asiento, al verla sacar una tablet de su uniforme.

—Ovidio Sierra—digo nerviosa, ella escucha atenta buscando.

—Si, el fue internado hace algunas horas—escucharla solo eleva mi nerviosismo—, tuvo un infarto y llego muy débil al hospital.

—¿Dónde esta?—pregunto.

—El se encuentra en la habitación 1D pero en este momento dudo que la dejen entrar a verlo, buscare al medico que lo atendió para que hable con usted ¿Cuál es su parentesco con el señor Sierra?

—Yo...soy su hija, por favor quiero saber como se encuentra.

Ella me regala una sonrisa sincera.

—Tranquila, por favor siéntate aquí y espera a que el doctor venga a darte el informe, mientras tanto iré por algo de beber para ti porque te veo muy mal, ¿estas segura que estas bien?—si supiera como estoy.

Lo único que hago es asentir mientras me siento en las sillas del pasillo, veo a la enfermera amable alejarse y a una alta figura arrodillarse frente a mi.

—¿Pudo encontrarlo señorita?—pregunta Emilio.

Luego de recibir la llamada me paralice por completo pero sabia que debía reaccionar porque debía llegar al hospital lo mas rápido posible, no me importo que Marcello me preguntara que estaba ocurriendo, lo deje solo en aquella habitación mientras buscaba a Emilio para que me hiciera el favor de traerme aquí, el accedió amable y ahora estamos aquí.

—No quiero que nada malo le pase—susurro, Emilio me rodea los hombros abrazándome fuerte contra su cuerpo intentando aliviar mi dolor pero eso no ocurre, no son sus brazos lo que necesito.

...

—El señor Sierra tuvo un infarto bastante severo y para serle sincero mientras lo reanimábamos su corazon no buscaba reaccionar pero afortunadamente al escuchar ese débil latido supimos que no lo habíamos perdido, por el momento se encuentra estable y bajo observación pero lamento informarle que aun no puede pasar a verlo—me informa el medico que reanimo el corazon de mi papa.

—¿Por que no?—pregunto desesperada, lo unico que quiero es verlo con mis propios ojos.

—Son leyes del hospital señorita, cuando yo sienta que es adecuado que pase a verlo usted será la primera en hacerlo—me dice con una sonrisa—, además ahorita el se encuentra con medicación y no despertara hasta dentro de unas horas.

Lo entiendo.

—Esta bien, esperare a que me permitan verlo—le sonrió—, gracias por todo doctor.

—Estaré al pendiente de el—me apreta el hombro dejándome sola al lado de Emilio que no me deja sola en ningún momento.

—Señorita Ivanov—volteo a ver al moreno que me habla.

—¿Que?

—Perdóneme pero tuve que infórmarle—dice con voz segura.

Se a lo que se refiere cuando veo a Marcello caminar a paso rápido por los pasillos en dirección hacia mi con la mirada fija solamente en mi.

No voy a pelear ni discutir, no tengo fuerzas para eso.

Dejo que el se acerque y rodee mi cintura pegándome a su cuerpo e inmediatamente mis ojos vuelven a nublarse de lagrimas, no lo abrazo...solamente dejo que sus brazos me protejan.

—¿Por que no me dijiste lo que habia pasado?—susurra besando mi cabello, no le respondo, lo unico que hago es llorar en su pecho.

Dejo que me abrace por no se cuanto tiempo hasta que decido separarme sin ver sus ojos.

—Vamos a llevarlo a un mejor hospital, tendrá los mejores cuidados y...—niego.

—No quiero que me ayudes Marcello—digo molesta recordando todo lo que ha pasado—, francamente no se que haces aquí.

—¿Cómo crees que voy a dejarte sola en un momento así?—dice desesperado tomando mi rostro en sus manos pero me suelto—, amore no discutamos ¿si? se que pedirte perdon esta de mas pero no soporto esto, no soporto que pienses que te fui infiel porque no fue asi...

—No voy a creerte—es lo unico que digo—, lo hecho hecho esta, puedes quedarte si quieres pero te quiero lejos de mi.

Retrocede al escuchar mis palabras y se que lo he herido, aunque no es nada a las heridas que el ha marcado en mi corazon.

Me alejo porque no soporto estar cerca de el, lo quiero lejos tanto como lo necesito en este momento de vulnerabilidad.

...

—Necesito que comas algo—me insiste la señora Greta que se encuentra sentada a mi lado, débil volteo a verla—, querida necesito que estés fuerte, no me gusta verte así.

—No tengo fuerza—digo, levanto mi mirada y en efecto en un par de asientos lejos de donde nos encontramos nosotras se encuentra Marcello junto a Emilio y Martin observándome con preocupación y dolor.

No se ha movido del lugar, dejo de verlo.

La señora Greta se fijo en mi mirada y le sonríe triste a su hijo.

—Hay una explicación para lo que ocurrió, estoy segura de ello—para este punto ella ya sabe que encontré a Marcello en la cama con Amanda—, no voy a justificarlo pero creo que debes escucharlo, si cometió un error va a tener que aceptarlo pero si no las cosas deben arreglarse...

—Ya nada volvera a ser como antes Greta, yo no quiero verlo mas—digo buscando refugio en sus brazos, ella me sostiene con fuerza y en ella logro encontrar ese amor puro y materno que nunca tuve.

—Si es tu decision no voy a entrometerme, te apoyare en lo que sea—deja un suave beso en mi frente mientras acaricia mi espalda, vuelvo a mirarlo a el y me encuentro con sus ojos azules, uno de ellos derrama una lagrima que corre por su mejilla hasta caer de su rostro.

Por un momento quiero correr a sus brazos y decirle que lo amo con todo mi ser pero no voy hacerlo, por primera vez me pondré a mi misma como prioridad.

...

Espero hayan disfrutado del maratón aunque estoy segura no fue lo que esperaban.

¡Nos vemos en una pronta actualización y dentro de unos capítulos la explicación a todo!

¡Ánimos lectores de mi corazón!