Fate: ¿Qué sucede cuando invocas a Emiya Shirou en Chaldea?

Capítulo 4: Dándole consejos a Ritsuka

"¿Master? ¿Estás bien? Parecías un poco deprimido hoy", preguntó Shirou mientras escoltaba a Ritsuka a su habitación.

"¿Eh? Oh, estoy bien", respondió Ritsuka con cansancio. "Probablemente sea tu imaginación".

Shirou lo miró con recelo. "¿Está seguro?"

"Sí. Es que estoy muy cansado ahora mismo".

"Bueno, si tú lo dices."

Ritsuka luego se adelantó a Shirou y entró en su habitación, dejando a Shirou con algunas preguntas en mente. "Me pregunto qué le pasa al maestro hoy..."

Mientras tanto, Ritsuka se golpeó en la cama después de un largo día de búsqueda. Estaba exhausto cuando la búsqueda le pasó factura.

Sin embargo, no se sentía simplemente agotado.

Él también estaba deprimido, no por la búsqueda.

Sino más bien a sí mismo.

Por su propia debilidad.

"¿Soy demasiado débil para ser un maestro de Caldea? ¿Hay algo más que pueda hacer además de convocar sirvientes?"

Eso era lo que tenía en mente al recordar lo que sucedió en esa búsqueda.

(Flashback de antes...)

"Está bien, creo que son todos", dijo Shirou mientras sacaba su katana de un bandido.

"¿Es eso así?" -Preguntó Mashu.

"No siento más enemigos por aquí, así que deberíamos estar bien".

Shirou luego limpió la sangre de su katana mientras miraba los cuerpos que cayeron sobre su espada. Anteriormente, Ritsuka aceptó una misión que involucraba a un grupo de bandidos que tenían acceso a un arma peligrosa que podría cambiar la historia misma. Para evitar que eso sucediera, Ritsuka formó un grupo con Mashu y Shirou y se trasladó a un área donde los bandidos y el arma estaban cerca.

Después de que Ritsuka y su grupo encontraron a los bandidos junto con el arma, procedieron a luchar contra los bandidos y aparentemente los mataron a todos.

O eso creían...

"Está bien, entonces destruyamos el arma", dijo Ritsuka.

Sin embargo, de la nada, un bandido se coló detrás de Ritsuka y colocó una daga frente a su garganta.

"¡Master!" Exclamó Shirou.

"¡Senpai!" - exclamó Mashu.

"¡No te muevas! ¡O le cortaré el cuello a este niño!" exclamó el bandido amenazadoramente.

Si bien puede parecer que el bandido tenía ventaja al usar a Ritsuka como rehén, en realidad estaba en estado de pánico. Después de todo, acaba de ver a sus camaradas siendo masacrados por Shirou y Mashu. Dentro de su estado de pánico, esperaba usar a Ritsuka como medio para escapar del baño de sangre que acababa de presenciar y no ser víctima de él también.

"¡Está bien! ¡Si quieres que este mocoso esté vivo, suelta tus armas!" exclamó el bandido.

"¿Y entonces que?" -Preguntó Shirou.

"¡¿No es obvio?! ¡Me llevaré a este mocoso como rehén!"

Mashu se quedó sin palabras. "¡¿Q-Qué hacemos Shirou-san?!"

Shirou mantuvo la calma.

"¡¿N-No me escuchaste?! ¡Suelten sus armas!" exclamó el bandido nerviosamente.

Tratando de calmar la situación, tanto Mashu como Shirou dejaron caer sus armas.

Sin embargo, Shirou tenía un plan en mente. Mientras dejaba caer su katana, dijo dos palabras.