MavieEn el espejo del baño estudiaba lo que era mi reflejo, y me llevé una mano hasta mi mejilla. La mano de Izan todavía estaba marcada en mi cara. Mi piel era blanca y por eso se notaba más los moretones. Pero al recordar cómo las yemas de los dedos del abogado habían quemado mi piel con sólo tocarla, me hizo estremecer el cuerpo. El sonido de mi celular me trajo de vuelta, lo tomé y me lo puse en la oreja, mientras terminaba de alistarme. Hoy iría a la pista de hielo con Galán y Kate.
—Mav—su voz salió ronca—¿Haz visto las noticias?
—No— cogi el teléfono en mi mano—¿Qué ha pasado?
—Han encontrado el cuerpo—buscó las palabras—Es Izan Mavie.
—¿Qué ocurrió con el?—pregunte.
—Ha muerto—admitió y me altere—Lo han encontrado en el fondo de un pozo, sin manos y todo golpeado.
Las náuseas invadieron mi garganta. El baño comenzó a dar vuelta alrededor de mi cabeza. Me sentía presionada y el aire me faltaba. Muerto. ¿Habían encontrado a Izan sin manos y muerto?
—¿Estás segura Key?—aún no lo podía creer—Es que no lo creo.
—Si es verdad—suspiró—Está mañana lo vi en las noticias.
—¿Cómo pasó Kate?
—No lo sé ¿Crees que fue asesinado?— Cuestionó y me hizo pensar lo mismo.—Fue encontrado sin manos, y con heridas muy graves.
—Lo más seguro era que tuviera problemas con una pandilla. Sabes que Izan no era bueno, y estaba metido en cosas turbias.
No me alegraba del dolor ajeno. Ni mucho menos de que alguien hubiese muerto. Pero si, Izan murió algo malo debió haber hecho para que lo mataran.
— ¿Y qué dijo la policía sobre el?
—Nada crucial. Dijeron que fue un arregló de cuentas entre pandillas y el caso se cerro. Viéndolo de otra forma, ya no tenemos que preocuparnos por él.
—Ha muerto un ser humano, Key.
—Si, que Dios lo juzgue, y lo envíe donde él crea. Por ejemplo; el infierno es una buena oportunidad.
—Centrémonos en otro aspecto. Ya estoy lista. ¿A qué hora me pasas a recoger?
— ¿A dónde vamos o qué?
—¡Key!
—Es una broma. Casi estoy en tú residencia—se echó a reír— Muero por ver al moja bragas de Cassian Rostov.
El abogado no tenía nada de apuesto, o al menos así lo veía yo, mientras que todas las mujeres de la ciudad se derretían por él.
—Te voy a esperar en el lobby del hotel, no te tardes. Galán debe estar esperándonos.
—Hablando de ese tal Galán Ford. Ese tipo no me cae para nada bien, me da una vibra como maligna.
—A ti nadie te cae bien, Key—Termino de colocarme el labial, mirándome al espejo.—Sería una innovación que alguien capturara tu atención.
—En eso te equivocas, amiga. Sí me cae alguien bien para ti, y ese se llama. Cassian Rostov.
—Te esperaré en el lobby, no tardes. —Corté la comunicación.—¿El abogado y yo? Jamás caería tan bajo.
Evacue del baño y ensillé la puerta detrás de mí. Al girarme hacia adelante, tropecé con el abogado manchando su camisa con mi labial rojo <<oh, dioses>>. Lentamente fui subiendo mi cabeza y el gris plateado de sus ojos me impactó tan fuerte que solo tragué seco. El cargaba un traje negro, el pelo mojado y bien peinado. Un olor a Christian Dior que saturó mi nariz y los vellos de ésta, su camisa blanca había sido decorada con el color carmín que llevaba puesto en mis labios.

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"El Abogado de la Mafia" © { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏} 𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́𝐧 ✔️
RomanceEl diablo se viste de santo y lo único que queda es pecar con él. Regresa el abogado Rostov. Un hombre cruel, sin escrúpulos, que no tiene debilidad alguna. O eso creía. El abogado más temido de todos se enamora de una mujer cuya apariencia juvenil...