"El Abogado de la Mafia" © { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏} 𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́𝐧 ✔️

"El nuevo vecino"

Mavie

Mientras le servía a Tony una taza de chocolate, Lauren, y Cristal estaban en la cocina. Tenía muchas ganas de preguntarle a Tony cómo Cassian se había enfermado, porque se desmayó en cuanto me vio, y no tardé en hacerlo.

—Tony...

—Dígame, señorita Montes.

—¿Cómo fue que Cassian terminó en coma? Por favor, no me ocultes nada. Dime la verdad.

—El señor llevaba semanas velándola por las noches —admitió, y me impactó tanto que mi corazón empezó a latir con fuerza—. La noche en que llovió, el señor se quedó a su lado bajo la lluvia. Al día siguiente, usted decidió marcharse, y él fue tras usted.

—Casi pierde la vida por una bacteria que contrajo —añadió y no sé si quería seguir escuchando. —Estuvo un mes en coma. No quería despertar. Y cuando lo trasladaron al hospital, lo único que repetía era su nombre.

Me quedé callada unos segundos. Si hubiera mirado atrás, yo no me habría ido ni lo habría dejado en ese estado.

—El señor ha pasado por mucho. Debería darle la oportunidad de explicarle por qué actuó así.

No le respondí.

—Quería pedirle un favor, señorita Montes, si no es molestia.

—Por supuesto, Tony. Lo que necesites.

—¿Podría convencer al señor Rostov de que no le haga daño a Matt? Cristal me atrae, y no quisiera que ella me tomara rencor por su hermano.

—Te lo prometo, Tony. Cassian no le hará nada a Matt. De eso me encargaré yo.

En la cocina elaboraba un almuerzo junto a mis compañeras Kate, Lauren y Cristal. Los padres de Kate habían salido desde temprano. Roxan aludo que tendría ciertos tratos que resolver con unos inversionistas que estaban aquí, en California. Y hoy habíamos bautizado el día como el "día de la confitería".

No les había mencionado nada a mis amigas sobre que Cassian había regresado, y lo que más me tenía inquieta era que no conocía su condición. Si él hubiera volteado o mirado hacia atrás cuando se desplomó, sinceramente no habría subido a ese avión. Comprendo la causa por la cual no vino a buscarme antes. Es tan dominante y celoso que, si no se hubiese desvanecido y terminado en coma, habría venido el mismo día que yo.

Mis bebés reconocieron la voz de su papá. Sentí un tirón en el vientre cuando él me habló. Y aunque esté enfadada con él y me haya herido, mi corazón se encogió al verlo otra vez. No podía ocultarlo. Me preocupaba por él, porque no estaba del todo bien. Tony me contó que, apenas despertó en el hospital, ignoró las indicaciones del doctor y abordó el primer avión rumbo a California. Nunca dudé de su amor por mí, porque así era como él me quería: oscuro, retorcido, y como si nadie más existiera, solo yo.

—¿Sabes, Mavie? —Cristal se aproximó—Ese sujeto es bastante encantador. Me ha dado buena espina.

Cristal se refería a Tony. Desde que lo vio por primera vez, creo que quedó flechada o por lo menos interesada. Y Lauren, como era de esperarse, no desaprovechó el instante para intervenir.

—He cruzado con ese hombre antes, pero no logro recordarlo con claridad.

Tragué con dificultad y comencé a rebanar las manzanas con prisa. En más de una ocasión, cuando frecuentábamos aquella florería que Cassian me había obsequiado, Tony llevaba unas gafas oscuras. Pero ahora no las usaba, y eso me tranquilizaba, porque así mi amiga no lo reconocería.

—Me parece que alguien aquí se está guardando información —Kate me lanzó una mirada de soslayo—¿No creen, chicas?

—No, para nada... Solo estoy exhausta, eso es todo.