"Leopardos"

92.4K 4.6K 819
                                        

Furia & ira

Furia & ira

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Cassian

Me apoyé en la barandilla del balcón. Desde aquí se ve todo: el bosque cerrado, los barrotes brillando bajo la luna, y un par de sombras sigilosas moviéndose abajo. Furia e Ira se entienden entre sí. Son más que animales. Son la parte de mí que ya no puede hablar como un humano.

Los leopardos rugían hambrientos mientras deslizaba mis manos sobre sus lomos. Siempre sentí una afinidad especial por estas criaturas. Hace siete años, los crié desde que apenas abrían los ojos. Ahora, son depredadores letales que obedecen solo mi voluntad. Son un peligro andante, y con una sola orden mía, podrían devorar a un hombre en segundos. Les puse nombres apropiados: Furia. Ira.

—¿Me han extrañado? —murmuré, mientras se desplazaban entre mis piernas con fidelidad animal—. Tienen hambre.

—Señor... estos felinos están enormes —tragó saliva Tony, visiblemente incómodo—. ¿De verdad debo estar aquí con usted?

—Si detectan tu miedo, te atacarán. Pero no lo harán... a menos que yo lo ordene.

—Usted no daría una orden así... ¿o sí?

Los leopardos ya lo observaban. Los ojos fijos, la cola baja. Evaluando por dónde empezar con Tony. Pero no harán nada. No sin mi permiso. Yo los crié con una dieta especial: carne humana. Sangre fresca. Y no toleran a los intrusos.

—No tientes a mis demonios, Tony. Ni a mí.

—Sé que no tiene alma pero ¿quién lo salvará cuando la señorita lo mande al carajo?

Al igual que los leopardos, mi mirada no se apartó de él. Un solo ademán de mi parte, y mis bestias harían pedazos su cuerpo.

—Si no cierras esa maldita boca, voy a alimentarlos contigo. Y te aseguro que no dejarán ni tus huesos.

—Sigue siendo el mismo cabrón sin límites, señor Rostov.

—Y tú sigues vivo solo porque eres útil.

—Y porque soy su padrino de bodas —se atrevió a reír.

—Dale las gracias a mi mujer por eso. Porque si fuera por mí, ya estarías colgado en esta jaula.

Terminé de alimentar a mis leopardos y salí de la jaula. Tony se alejó con torpeza, casi tropezando. La jaula es colosal, construida con acero macizo, con barrotes que ni siquiera una explosión lograría romper. Ni una bala podría hacerles daño. Este sitio está lejos de la ciudad, una propiedad que adquirí precisamente para aislarme de todos. Encima de la colina levanté una casa para refugiarme en mis momentos más oscuros y solitarios. Pero todo ha cambiado. Estoy por casarme con Mavie. Formaremos juntos la familia que nunca tuve pero que siempre merecí.

—Mi boda será discreta, pero a la altura de los caprichos de mi mujer. Asegúrate de que ni una rata se cuele. Quiero vigilancia total, Tony. Vamos a vivir aquí.

"El Abogado de la Mafia" © { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏}   𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́𝐧 ✔️Where stories live. Discover now