"Nueva York"

105K 5.6K 586
                                        

Cassian

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cassian

Un solo día alcanzo para estar en Manhattan, Nueva York. La Cosa Nostra domina vastos territorios, como Los Ángeles, Detroit, Chicago, Filadelfia y Hiladiiti, pero mi foco estaba en Brooklyn y Manhattan, donde mantenía alianzas con Los Colombos y los Gambino. No había contactado a mi mujer, no porque no la extrañara, sino porque con una sola mirada de esos ojos, con una simple súplica de ella, ya estaría de regreso. No puedo seguir permitiéndome cederle terreno a Demir, no cuando el que manda aquí soy yo.

Contemplaba la ciudad de Manhattan desde mi apartamento, mientras daba una calada a mi cigarro. Juré que no volvería a fumar dentro de casa, pero como ella aún desconocía este lugar, no estaba incumpliendo ninguna promesa. Desde que llegué a esta amplia vivienda, no he hecho más que extrañarla y añorarla. Esa mujer se ha infiltrado hasta lo más profundo de mi ser. Me convierte en un hombre dócil.

Un visitante no esperado, se plantó frente a mí, en la entrada de mi piso. Adam Blackwell, el capo de la mafia de la Cosa Nostra.

—Señor Rostov, me han comunicado que ha disfrutado de una estancia ejemplar en Manhattan.

—Que haya disfrutado o no, eso no es asunto tuyo.

—Eres un desagradecido. —Me arrebató el cigarro de las manos—. Ahora que estás en Manhattan, las reglas las pongo yo. Puedes ser el jefe, pero estás bajo mi territorio.

—Patético principiante con poder, no inspiras más que lástima.

—Al menos yo tengo esposa, cosa que tú no. —Me atacó con sarcasmo.—Una bella mujer.

El miserable de Adam Blackwell se había casado con una mujer de la que ni conozco ni me importa nada. Tuvo la osadía de invitarme a su boda ridícula, y ni siquiera me molesté en asistir a esa farsa, no me interesaba en absoluto.

—Tu esposa. No me hagas reír. ¿Realmente sabe ella quién es el tipo con el que está casada?

—Claro que sí, mi mujer sabe que soy un desastre y me adora tal cual soy.

Le quité el cigarrillo de la boca y lo tiré a la papelera que descansaba cerca de la ventana. Capture mi saco y caminé hacia la salida. Él me siguió.

—Siempre terminas dejándome hablando solo —murmuró detrás de mí.

—No me interesa nada de lo que tengas que decir, son disparates. Soy el líder, y tú no te mueves sin que yo dé la orden.

—Algún día, toda esa arrogancia tuya y ese aire de rey se vendrán abajo.

—Al menos tú no vivirás para verlo.

Tomé el ascensor. Y, por supuesto, él me siguió. Solo odiaba a dos personas en este mundo: Adam, porque no me tenía miedo; y Tony, que era otro problema.

"El Abogado de la Mafia" © { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏}   𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́𝐧 ✔️Where stories live. Discover now