CAPITULO 19

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ANDREA: Me pegó más hacía él y el momento se fue poniendo apasionado, nos besábamos con intensidad y desesperación, fundí mi mano en su nuca y de un momento a otro sentí como una de sus manos acarició mi pecho, fue entonces cuando recordé que estaba desnuda a su merced.

Ahhh... -Dije- Abriendo mis ojos grandes como platos.

Podía sentir su cuerpo junto al mío y sus manos acariciándome me hacían sentir cosas que jamás había sentido, mi corazón empezó a latir muy rápido.

SAMUEL: Sentir su cuerpo desnudo junto a mí me hacía desearla tanto, mientras nos besábamos empecé a acariciar su pecho con una de mis manos, su piel tan suave me hacía enloquecer, subí la mirada y podía percibir miedo y vergüenza en sus ojos.

Me acerqué dulcemente hacia ella, la miré fijamente diciéndole:-No tengas miedo Andrea, tampoco sientas vergüenza, tan sólo déjame, aunque sea por esta vez sentirte mía con mis manos, con mis labios, con mis ojos-.

ANDREA: No puedo negar que sentí miedo al escuchar esas palabras de su boca, pero la curiosidad que me atrapó fue tanta que decidí aceptar con la intención de descubrir todo aquello que jamás había sentido.

Lo miré y asentí con la cabeza, dándole el control total del momento.

SAMUEL: Ella había aceptado y aunque deseaba con toda mi alma hacerla mía en ese momento, decidí solo jugar con su cuerpo, descubrirla por completo y no perderme de un solo lugar de su piel.

Me acerqué a su oído lentamente susurrándole: -Sólo déjate llevar y siente el momento, que solo existimos tú y yo en este lugar-.

NARRADOR

Andrea había salido del rancho sin decir a donde iba, se estaba haciendo de noche y estaban todos muy preocupados. Sofía e Irina empezaron a buscarla por todos lados, fueron a las caballerizas y preguntaron a los vaqueros si habían visto salir a su hermana.

Pablo dijo entonces que ella había ido lo más lejos posible del rancho, que le había dicho a uno de los vaqueros que iría por los linderos y los tres dijeron que irán a buscarla.

En el rancho vecino Arturo y Flavio estaban en las mismas, preocupados porque Samuel se había ido sin decirle nada a nadie sobre a donde iba. Revisaron las caballerizas y el caballo que le gustaba montar a Samuel no estaba.

Ambos montaron a sus caballos y fueron a buscar a Samuel, ya que por las noches era peligroso montar por esas áreas. Pablo, Sofía e Irina se toparon en los linderos con Arturo y Flavio.

Mientras que Don Felipe estaba en el jardín viendo el anochecer y Cayetana había subido a su recamara desconociendo lo que estaba pasando con sus hijas.

SOFÍA: Arturo que haces por aquí?

ARTURO: Samuel salió del rancho y aún no regresa, pensamos que a lo mejor estaría por acá ya que su caballo no está.

IRINA: Pues estamos en las mismas, mi hermana Andrea llegó hoy de su viaje y dijo que saldría, pero aún no llega a casa de su paseo.

FLAVIO: Será que les pasó algo?

PABLO: No lo creo, las malas noticias son las que llegan de primero.

ARTURO: Pablo tiene razón.

IRINA: No será que Andrea está con Samuel?

SOFÍA: Güera deja de imaginar cosas, ellos ni siquiera se conocen y dudo que Andrea recuerde a Samuel.

FLAVIO: Y con lo pesada que siempre ha sido -Riendo-.

ARTURO: Hey! No hables así carnal, que es tu cuñada, la hermana de las mujeres que amamos.

SOFÍA: Seguiremos buscando si encuentran a Samuel nos avisan que nosotras haremos lo mismo.

NARRADOR

Todos los hermanos siguieron buscando a Samuel y Andrea, pero fue en vano porque no los hallaron por ningún lugar, solo ellos dos conocían la cascada donde se encontraban.

MIENTRAS TANTO EN LA CASCADA

ANDREA: Samuel susurró a mi oído que me dejara llevar, estaba muy nerviosa, no sabía lo que iba a hacer, pero a su lado me sentía muy segura.

Nunca había estado con un hombre de esta manera, ningún otro hombre me había visto desnuda, por eso sentir sus manos en mi piel me derretían.

SAMUEL: Tomé su rostro entre mis manos dándole un tierno beso, nos miramos fijamente y ella me sonrió, supe entonces por el brillo en sus ojos que estaba nerviosa.

Empecé a besarla con pasión fundiendo mi mano en su nuca, entrelazando mis dedos entre sus cabellos, la tomé por la cintura y la acerqué más a mi cuerpo.

Su respiración estaba muy agitada y estaba temblando toda ella. Empecé a besar su cuello despacio y con mucha ternura, mientras mis manos recorrían su cuerpo. De repente agarré una de sus nalgas, la miré y sonreí, ella estaba roja como un tomate y puso los ojos grandes de la impresión.

Del cuello fui bajando lentamente, mientras acariciaba uno de sus pechos y subí nuevamente a su boca.

ANDREA: Samuel tomó mi cara entre sus manos besándome suavemente, el beso empezó a ponerse más apasionado, lo besaba con mucha fuerza y con mucha intensidad, quería recuperar cada beso que había guardado en mis labios durante esos seis meses.

Me tomó por la nuca y me apretó más hacia su cuerpo, estaba nerviosa, mi cuerpo temblaba y podía sentir mis piernas que estaban como una gelatina. Sus manos fueron recorriendo despacio todo mi cuerpo, sus besos en mi cuello me hacían perder el control, estaba deseando con toda mi alma ser suya.

Estaba sintiendo cada uno de sus besos llenos de pasión cuando apretó una de mis nalgas, sentí como mi rostro se puso caliente de la vergüenza, él me miró y sonrió.

El momento empezó a tornarse más apasionado de lo que debería, me dejé llevar y a disfrutar del instante, debido a las sensaciones tan maravillosas que estaba sintiendo no pude evitar morder su hombro para no gemir, estaba excitada.

Aunque no tenía experiencia, empecé a desabotonar lentamente su camisa hasta que la misma cayó sobre el agua.

SAMUEL: Andrea estaba envuelta en el momento de pasión que estábamos viviendo, me miró y de repente empezó a desabotonar mi camisa y su mirada de deseo jamás la olvidaré.

Empecé a besarla con más fuerza, ella me estaba deseando tanto como yo. Sus manos recorrían todo mi pecho, sus labios besaban mi cuello suavemente.

ANDREA: Estaba tan llena de placer, sus besos, sus caricias me habían hecho perder el control, me encantaba todo él.

Mis manos descubrían y acariciaban su pecho, mientras besaba su cuello con ternura, ya no aguantaba, subí desesperada hasta su oído susurrándole suavemente: -Deseo con toda mi Alma ser completamente tuya Samuel-.



Dos Caminos, Un solo Destino.Where stories live. Discover now