Andrea y Samuel dos jóvenes, dos vidas y dos caminos.
Tendrán la sorpresa más grande de sus vidas cuando el amor entre a su destino.
Un amor Verdadero, pero con muchas adversidades de por medio.
Inspirada en la telenovela Tierra de Reyes.
Me pregunto cada día si habrá recibido mi regalo, si me habrá recordado solo un poco y de lo mucho que la amo. Andrea es mi vida y daría cualquier cosa por tenerla entre mis brazos.
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En el Rancho del Junco
Andrea se encontraba en su habitación, pensando dónde iría con ese bebé que llevaba en el vientre. Su vida había dado un giro de 360° y ahora no sólo importaba ella, alguien más dependía de sus decisiones y de su fuerza. Estaba dando vida a una vida que ahora se convertiría en lo más importante y que por ella era capaz de comerse el mundo si era necesario, era su motivación para seguir adelante frente a todo.
Se levantó lentamente de la cama, se paró frente al espejo tocando con dulzura su pancita, no podía creer como algo tan pequeño crecía dentro de ella, aún no podía sentirlo, era muy diminuto pero dentro de su alma y en su corazón amaba con cada fibra de su cuerpo al pequeño ser que estaba dentro de ella.
Una lágrima de escapó de sus ojos, recorrió lentamente por su mejilla y se posó en sus labios; mientras seguía tocando el vientre con suavidad.
ANDREA: Hola pequeño, te habla mamá, tal vez no puedas escucharme pero quiero que sepas que te amo más que a nada en este mundo y no permitiré que nunca nadie te haga daño. No te preocupes cuando esté triste, nunca será por ti sino por las circunstancias. Cuando supe que te encontrabas ahí dentro de mí el mundo se me vino abajo, pero ahora serás tú quién me dé fuerzas para seguir adelante.
Cuanto quisiera poder recordar a tu papito, unos ojos, una sonrisa, una caricia, algo que de lo que pueda contarte cuando estés en mis brazos. Sé que si el supiera que te concebimos, de que estas aquí te amaría tanto como yo bebé, pero perdóname porque tal vez él nunca esté con nosotros.
Te juro que cada día he tratado de buscar en lo más profundo de mí pero no me queda nada de él, solo tú. Pronto nos iremos de aquí, aún no sé a donde pero por favor no te rindas que yo nunca lo haré.
Eres un pedacito del mundo dentro de mí, pero sé que te convertirás en todo mi universo.
Te Amo! Mamá jamás te dejará solo!
Sofía se encontraba recostada en la puerta de la habitación de Andrea mientras escuchaba cada una de sus palabras, había visto la escena mas tierna del mundo. Lo que su hermana decía le había llegado a lo más profundo del corazón, no quería que se fuera y mucho menos ahora que sabía que sería tía. No recordaba cuando su relación se volvió tan fría, tan distante, solían ser muy unidas y cada uno de sus problemas se volvían tan insignificantes cuando se recostaban en sus camas a platicar y era tan reconfortante saber que se tenían la una a la otra. ¿Cuando crecieron tanto como para alejarse, para que su hermana pasara por todo esto?
En otras circunstancias ya sabrían quién había sido aquel por el que Andrea perdió los estribos y aunque ella suele ser muy reservada con su vida, Irina le sacaba las palabras de la boca y quedaba confesándolo todo. Eran sin duda días maravillosos.
Desde que su padre no estaba todo en la casa era un total caos, de la familia ni hablar. Y ellas cambiaron tanto que pasaron de risas, besos y abrazos a toparse en las escaleras de la casa y solo dedicarse una sonrisa.
SOFÍA: Andrea podemos hablar? -Mientras se limpiaba las lagrimas-
ANDREA: Claro Hermana! No hay problema...
SOFÍA: Perdóname Andrea, Sé que lo que has tenido que pasar ha sido muy difícil y nosotras no hemos estado a tu lado para apoyarte, para abrazarte, para hacerte sonreír como solíamos.Yo siento que nos hemos perdido tanto en el camino que siento que no hay cómo volver, quisiera tanto que nuestra relación volviera a ser tan hermosa como antes, te necesito, necesito a mi sobrino conmigo, no lo apartes de nuestro lado te lo pido, déjanos a mi y a Irina verlo crecer.
Hermana sé que mamá ha sido muy dura contigo, pero no te tienes que ir. No te encuentras bien, un bebé viene en camino y el no recordar sé que te está haciendo mucho daño, que te está consumiendo por dentro, puedo verlo y sentir tu dolor. Te juro que quisiera poder hacer algo para calmar tu sufrimiento pero lastimosamente es algo que se me escapa de las manos.
Sabes que te adoro y nunca te juzgaría, sólo tu sabrás porqué pero sé que te enamoraste muy profundamente. Todo ha pasado tan rápido, el tiempo que no estuviste esta casa no fue la misma. Una varita mágica me sería muy útil para sanar tu corazón y aliviar ese dolor, pero no te des por vencida, ese niño te necesita fuerte, ahora más que nunca.
Por favor quédate, no te vayas!
ANDREA: Ya no podía contener el llanto, no frente a Sofía, todo esto me tenía muy mal y por muy fuerte que pareciera es muy difícil la situación en la que me encontraba. Alejarme de mi familia y en estas circunstancias me estaba destrozando, pero quedarme no era una opción.
Sofi yo, ya no puedo más... Necesito irme lejos, no sé a donde pero sé que puedo empezar una nueva vida junto a mi bebé, donde nadie se avergüence de él. Ayúdame a irme, a encontrar un lugar digno para mi hijo donde podamos estar en paz, eso es todo lo que necesito.
No me puedo quedar, perdóname tú también. Y no deseo apartarlo de ustedes si son lo más maravilloso de mi vida, no sé que haría sin ti sin la loca de Irina. Estoy segura que serán unas tías excepcionales, que mi bebé las adorará.
SOFIA: Me Rehúso Andrea, no quiero que me alejes de mi sobrino. No quiero perderme esta etapa de tu vida y ninguna otra, hemos sido siempre unidas (al menos solíamos serlo) y no quiero que nada de eso cambie ni hoy ni nunca. Sabes bien cuanto te amo y que no me importa la opinión de mamá, eres mi hermana y nunca te voy a dejar sola.
ANDREA: Gracias Sofi, yo tampoco me quiero ir , no quiero dejarlas pero mamá fue muy clara y que cada vez que vea al bebé verá en él vergüenza y quiero que crezca lleno de amor, ternura y así será, todo el amor que yo pueda darle es más que suficiente, el no merece ser tratado con desprecio y mucho menos sabiendo que es él quién no tiene culpa en todo esto. Ya sabes, me duele el no poder saber de quién me enamoré ni a quién me entregué, es difícil, me siento vacía, mi vida ya no es ni será la misma de aquí en adelante.
