CAPITULO 27

1.1K 74 14
                                    

ANDREA: le sonreí pícaramente. Y no les diras que me diste mucho calor y que me quitaste todos los miedos?

SAMUEL: si tù quieres los sentamos aquî, les damos un vaso de agua y les contamos todo lo que hicimos, te parece? En tono sarcastico y con una sonrisita.

ANDREA: sentí un calor que se apoderò de todo mi cuerpo, mi rostro se había ruborizado por completo, mientras Samuel se burlaba de la reacciòn que había tenido solo de pensar que los demàs sepan todo lo màgico, maravilloso y ardiente que sucediò en esa cabaña bajo la tormenta me eriza la piel.

Ya mejor ve a ver que es lo que pasa afuera y entérate que no me causò gracia alguna tu cometario - poniendole los ojos en blanco-.

SAMUEl: con el corazòn hinchado de amoe por ella, fui hasta la puerta riendome y escuché el ruiso del que me hablaba Andrea y empecé a gritar: ¡Estamos Aquí! Por favor ayuda!

NARRADOR: Samuel y Andrea habian pasado una mágica noche entre besos de amor y caricias con pasiòn, pero un extraño sonido llamò la atenciòn de Andrea despertandola muy temprano.

Aquella cabaña se encontraba en medio de la nada practicamente, pero su dueño había ido a revisarla por si había sufrido algùn daño durante la fuerte tormenta, llevò con él algunos de sus peones y se percatò que un enorme arbol obstruia la entrada de la misma, por lo que empezaron a cortarlo rapidamente con una sierra.

Escuchando a lo lejos una voz que pedía auxilio, pidiò que detuvieran la màquina para oír con atenciòn.

-Hay alguien adentro- dijo a sus trabajadores...
Samuel gritaba cada vez más fuerte, mientras Andrea se vestía rápidamente.
Así al cabo de una hora lograron retirar por completo el arbol de la entrada.

SAMUEL: escuchè que la máquina se habia detenido y la puerta empezò a abrirse lentamente, no puedo negar que por mi cuerpo recorriò un espanto terrible pero Andrea era lo mas inportante para mí y por ella era capaz de hacer cosas inigualables.

Un señor de baja estatura y de contextura gruesa estaba parado en la puerta con cara de pocos amigos, me llené de valor diciendole: Usted perdoneme señor, que haya tomado su cabaña de esta manera, la tormenta nos extraviò en el camino a casa y este fue el ùnico lugar que encontramos para refugiarnos.

DUEÑO: Nos extraviò? -preguntò extrañado-

SAMUEL: asi es, nos extraviò... Mi hermana menor y yo dabamos un paseo cuando nos topamos con la tormenta. - Perdoncito Dios, ya se que es malo mentir, pero una mentira piadosa siempre ayuda a cuallquiera-.

Andrea, Andrea... Ven que el señor pregunta por ti.

ANDREA: con el rostro completamente ruborizado, con unas enormes ganas de reirme sin saber porqué y sin saber que decir caminé lentamente hasta donde se encontraban.
-Hola!- dije en voz baja. Perdon por el atrevimiento, no hicimos nada malo -Hay Andrea que idiota, te delata la culpabilidad, aùn por las venas te recorre la adrenalina y hueles a pasiòn pura-.
quise decir que su cabaña no tuvo daños en nuestra precencia, espero no se enoje... Nuestros hermanos han de estar preocupadisimimos por nosotros sin mencionar a mi Madre...

DUEÑO: tranquilos muchachos, que alegría que mi cabaña les sirviera de refugio, en su caso hubiera hecho lo mismo, espero hayan pasado un cálido rato aquí mientras pasaba la tormenta. Ahora vagan a casa, si fuera su padrea estaria muy preocupado.

SAMUEL: Es como si este hombre hubiera leido nuestras mentes o nuestras conciencias estaban demasiado culpables, cada una de sus palabras parecian rocas caer en nuestras cabezas.
Andrea me miraba con cara de angustia y yo solo podía ver lo hermosa que estaba, imaginandola entre mis brazos amandola cada minuto.

NARRADOR: Samuel Y Andrea fueron llevados hasta los linderos de uno de los ranchos por uno de los peones del dueño de la cabaña, sin saber que sus hermanos estaban muertos de miedo y con temor de que algo malo los hubiera pasado. Cayetana no encontraba a Andrea por ninguna parte y el abuelo rezaba por que su niña se encontrara con bien.

ANDREA: llegamos a los linderos, cada uno debía tomar caminos separados nuevamente, tomé sus manos con ternura y sus dedos encajaban a la perfecciòn con los mios como si la eternidad se le quedara corta a nuestro amor. El aùn no sabia que en unos días debía volver.
Te Amo Samuel, desde que llegaste a mis días me has hecho tan feliz, ahora que conoces cada espacio de mi ser no hay secretos entre tu y yo, te he entregado todo lo que soy... Me entregué a ti en cuerpo y alma, como jamas lo habia hecho, me has hecho sentir mujer, tù mujer y has llenado por completo mi Alma.
Debo marcharme, mis hermanas me deben estar buscando con desesperaciòn, no puedo angustiarlas más.

SAMUEL: Debia dejarla marchar, pero mi corazòn queria seguir junto a ella, para admirarla y amarla con los ojos, tomò mis manos y notè una profunda tristeza en sus ojos. Sabía que algo no estaba bien.

Te Amo Andrea, le haz devuelto a mi vida esa luz que iluminara mis mañanas, mis tardes e incluso mis noches mas oscuras, desde que vi esos ojos por primera vez sabía que me habia enamorado, que este corazon ya no era mío, simplemente ya no me pertenecía.
Tomé su rostro plantandole el beso mas tierno que jamas le di, sus labios correspondieron a los mios con la misma dulzura y entre sollozos me despedí.
La veia alejarse, mi corazòn se encojía con cada paso que ella daba hasta que la halé del brazo suavemente pegandola hacia mi cuerpo, mi corazon empezò a latir muy rapido y le dije: Como la primera vez mi Amor, Como el primer beso y la besé con pasion...
Cuando a lo lejos se escuchò... ANDREA....!!!

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ya se que hace muchisisisimo tiempo no les escribia, no tengo justificacion... Pero aca estoy de vuelta! Espero lo disfruten... Un beso!

Dos Caminos, Un solo Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora