CAPITULO 29

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ANDREA: Tomé lo necesario para pasar la mañana en el lago. Frutas, pan y algo de tomar. Era necesario despejar la mente y qué mejor lugar que ese donde mi imaginación me hizo ver al niño con la sonrisa más hermosa que he visto jamás.

Bajo rápidamente las escaleras, cuando una voz me detiene...

CAYETANA: Andrea, para dónde crees que vas tan temprano? Y a escondidas? Tú me pudieses por favor explicar qué es lo que está pasando contigo?

desde que regresaste te he notado distinta, distante, no sé, se que no he compartido el tiempo necesario contigo desde que eras niña, pero eres mi hija, naciste de mí y conozco a mis hijas, sé cuando algo raro está pasando.

Así que por favor sígueme, vamos al despacho y conversemos... Te parece?

ANDREA: Caminé tras mi madre, sin decir una palabra, tanto se me notaba lo mal que estaba, las ganas de llorar que tenía? Supongo que mi cara me delata!

Mira Mamá... la verdad es que si me pasa algo, desde que regresé me he sentido diferente, no sé como explicarlo. Parece como si me hubiera acostumbrado a estar sola, y no es que no los haya extrañado, estoy tan feliz de volver a verlos, pero una parte de mí se quedó allá -Con Samuel- y simplemente hay cosas que no sé como decirte, yo allá le encontré sentido a mi vida, que disfruto tanto lo que hago y lo que amo.

Amo este rancho, sus llanuras, la libertad que me brinda al sentir el viento en mi cara cada vez que cabalgo, mis hermanas con sus sonrisas lo son todo para mí, pero hay algo más que me llena que no está aquí.

Talvez creas que estoy loca, pero me siento mejor que nunca, mis miedos, mis inseguridades, me siento distinta Mamá!

CAYETANA: Ajá... Y él como se llama? No soy tonta Andrea, ese brillo en tus ojos jamás lo había visto.

ANDREA: Sentí como se me acortaba la respiración y mis mejillas me delataban.

No hay nadie Mamá, simplemente soy feliz, no puedes sentirte feliz por mí una sola vez en tu vida? Algún día debo enamorarme y te juro deseo encontrar a quién me quite la respiración -Cierro los ojos y aparece él como estrellas fugaces en mis pensamientos- quién me regale el cielo con un beso, quien me quite el sueño, pero NO MAMÁ, aún no lo he encontrado.

CAYETANA: No sé si es cierto lo que dices, hasta tu aspecto ha cambiado, estás radiante y no sé ya te dije que no sé como explicarlo. Solo deseo desde siempre lo mejor para ti.

ANDREA: Te estoy diciendo la verdad mamá, por favor créeme, jamás te mentiría. Ahhh... y ya que hablamos tanto debo decirte que en 3 días debo regresar, no puedo quedarme más, tengo unos asuntos pendientes y debo ir a pagar la renta del apartamento. Debo continuar con mis estudios.

CAYETANA: Está bien Andrea trataré de creer en tus palabras, pero no sé hay algo raro en ti. Algo que no me cuadra, algo que nunca antes vi en ti.

Tan pronto debes irte? Pero si no has estado aquí ni una semana por Dios?

ANDREA: Si mamá debo regresar y este tema no está en discusión. Me preguntaste a donde iba, creo que extravié una cadenita en la cabaña donde pasé la tormenta e iré a buscarla. Hasta mas tarde y perdón por preocuparte.

fui a las caballerizas y salí del rancho sin nadie que me detuviese...

DEL OTRO LADO DEL RANCHO...

Samuel no había dormido en toda la noche, sentía que cada día que pasaba perdía cada vez más y más a Andrea. Habían tenido días maravilloso juntos, pero por cosas del destino siempre debían separarse.

Dos Caminos, Un solo Destino.Where stories live. Discover now