TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPITULO 6: "Suga" ✓

Yoongi sentía desde hace dos días un pequeño pero molesto remordimiento, ya que se había pasado un poco con Jimin. Después de todo, el castaño tenía razón, a final de cuentas.

¿Quién confiaría en alguien que no confía ni en su propia sombra? Los fantasmas de Yoongi no eran excusa para maltratarlo, y mucho menos para aumentar la perdida de fe en otras personas, aún si tenía razón. Quien quería ganar, debía ofrecer mejores ofertas.

Por otro lado, ya era hora de amigarse con, al menos, su nuevo compañero, convencerse de que no sucederá algo similar al pasado, y que el chico tenía varios puntos a favor. No nevecitaban  llevarse de las mil maravillas, volverse automáticamente los mejores amigos ni mucho menos, sino  tolerarse mutuamente y respirar cómodos en la convivencia. Ventilar y limpiar el ambiente pesado.

El complejo de habitaciones que Choi tenía para sus "empleados" (nótese el sarcasmo), o cerditos como le gustaba llamar a los prostitutos; era bastante extenso. Contaba con un jardín externo, obviamente vallado y alejado del resto de la humanidad, custodiado y privilegio de muy pocos (hablando de guardas), y aún así, más cerca de la civilización ninguno quería salir, porque era puro desierto.

La falta de esperanzas y decepción ante la falencia de oportunidades para huir, era tan desalentadora que los reclusos ya lo naturalizaban. Era como si estuviesen abandonados en medio de un campo estéril a su suerte (y que así lo era), con su cuerpo como único medio de pago para retribuir el techo y alimentos, que les era propiciado en el lugar.

Bien podían sentirse convictos, ya que no tenían acceso a redes sociales o nada que tuviese que ver con el internet, lujos como tener un teléfono celular, computadoras o cualquier tipo de tecnología. Además, no podían comunicarse ni por paloma mensajera con sus familias; el volver a verlos, se convirtio en un doloroso sueño  muy lejano para varios, porque la mayoría entendía que si no accionaba a favor del bolsillo de Choi terminaría muerto, o peor aun, torturado y obligado a ejecutar otra clase de trabajo todavía mucho más abominable, al parecer de cada quien.

Fuera de todo desarraigo, abusos físicos, retención de la libertad, violación a los derechos de cada quien, y trabajos forzados; el lugar podría clasificarse a simple vista como un cómodo hotel de media clase para vacacionar, un sitio tan agradable y completo para perder el tiempo, como personas cansadas de la rutina y empleos habituales podría disfrutar; pero no resultaba cómodo, agradable ni relajante el tener tanto tiempo de ocio, libre o disperso.

Aun si los muchachos tenían GYM, espacios para compartir, una cancha de fútbol con césped artificial, una biblioteca, algunos instrumentos según el privilegio que solicitaba cada quien; hasta clases incómodas que casi nadie tomada de idiomas, porque las impartían los mismos guardas obligádolos a relacionarse entre ellos mismos, y en la cual nunca faltaba el típico compañero apartado y flojo que no se interesaba en los otros.

Nótese Yoongi, en este caso.

Aprendían los que tenían ganas y ninguno la tenía de compartir con el sujeto impaciente que lo golpeó la última vez. Pocos eran los que sí estaban obligados a saber comunicarse con un inglés fluido, ya que era considerado una lengua necesaria prácticamente universal, por ende, todas las clientas lo hablaban, y el que no entendía lo que se le exigía, no ganaba dinero, y "no dinero" era igual a palizas para el puto que no pagaba su cuota de vida mensual en ese "paraíso", como Yoongi lo llamaba a modo de burla.

Cuando el rubio se fue acercando a su habitación, lo último que esperaba encontrar en el aire eran rastros de esa mierda que fumaban los tarados que se reunían en el cuarto contiguo al suyo, pasando el corredor; miró el reloj que se encontraba colgado en la pared, y daban las quince veintitrés pm, resultaba extraño que estén quemando marihuana tan a plena luz del día, en la hora de la siesta. Sabiendo que ese grupo era el más perezoso del lugar, y en la lista de nocturnos, después de Min, se encontraban los "músicos".