TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPITULO 48 Consciente

Los rayos del sol se habían colocado en la medida justo que solían despertarlo cuando olvidaba cerrar la ventana. Apretó los ojos perezoso mientras trató de estirarse, pero una mano sujetándolo desde la cintura, atraiéndolo hacia un calor agradable y confortante.

Ese breve estado de aturdimiento post consciencia vespertina, pareció no afectarle como habitualmente lo hacía, cuando miró el agarre y una mano bronceada pero delicada lo apresaba.

Una sonrisa rehuyó de sus labios y con el trasero buscó su propia comodidad, acunándose en el hueco que Jimin dejaba al estar en posición fetal, queriendo entrar en la cama con el mayor, respirando los cabellos rubios de Yoongi, haciendo una mueca y rascándose con el mismo mayor, haciéndolo reír por ello.

Jimin, desde que lo conoce dormir, siempre fue del tipo que se mueve, balbucea, empuja o golpea cuando está profundamente tomado por el cansancio o un problema que acarrea desde tiempo.

El moreno bajó su rostro y Min sintió cosquillas cuando la respiración del moreno paró en su cuello, más no se movió, por el contrario, tomó la mano de Park y se abrazó así mismo con mucha más fuerza, cerrando los ojos buscando tomar una fotografía mental de éste preciso y hermoso momento.

Y pensar que antes no le agradaba que otras personas tocaran su cama. Con Jungkook aprendió a compartirla y se sintió cómodo, incluso. Pero con Jimin, bueno, todo lo que implicaba al castaño parecía ser perfecto.

Dios, el corazón latía a docientos cincuenta por minuto, y un hormigueo en vientre reconocible lo invadió, haciendo que sonría mucho más amplio, sincero y por sobre todo tranquilo.

Lo amaba, santo cielo... Lo amaba y Jimin le dijo que le amaba también.

¿Qué tan irreal y perfecto podía ser esto?

- Ya quédate quieto, Hyung - oyó a sus espaldas cando se restregó contra el cuerpo del moreno, inconscientemente - Tu cabello me da picazón en la nariz.

- ¿Eso quiere decir que eres alérgico a mí? - murmuró, como quien trata de guardar un secreto.

- Eso quiere decir que me haces cosquillas - apretó su rostro en la nuca pálida, sin abrir los ojos - Buenos días, Hyung...

- ¿Hyung? - cuestionó en broma - ¿De repente te volviste decente y recordaste los honoríficos?

- Es que no quería que el Yoongi de mi sueño se enfadara por lo que sea, y me dejara en la cama solo. Esto es tan irreal..

- Estaba pensando exáctamente lo mismo cuando abrí los ojos - masculló, acariciando con el pulgar, el dorso de la mano ajena.

- Sí, por eso todavía no los he abierto.

Ante las palabras confesadas, el rubio se intrigó tratando de darse la vuelta, pero la mano morena se ajustó, restringiendo sus movimientos, deteniéndolo.

- No, no lo haga Hyung. Es cómodo así.

- Basta de Hyung, me haces sentir raro - se quejó.

- Pero es un Hyung, Yoongi. Veinticuatro no es un chiste muy común para contar.

- Yo no soy un chiste - se quejó, dándose la vuelta de todos modos, dentro del abrazo del castaño.

Cuando sus rostros estuvieron a la misma altura, fueron los labios de Jimin que se posaron seguros y cariñosos sobre los de Min, a penas picando sus finos belfos, sonriendo travieso cuando al mirar a su mayor, éste le veía con reproche.

- No, eres mi novio, Yoongi - el aludido abrió la boca en una perfecta "o", siendo besado de nuevo - Te ves hermoso en las mañanas.

Pero Min no respondió ante ello, bajando la mirada a sus manos que a penas tocaban la cintura de Park, pellizcando su labio inferior con inseguridad ante el título recién proclamado por el chico.