CAPÍTULO 24: Ayer (1/2) ✓

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Se encontraba recorriendo los pasillos con fingida distracción para no detenerse a conversar con nadie poco interesante, sonreía cordial y breve para devolver saludos de personas que él no conocía pero que sabían perfectamente quién era Jimin. O mejor dicho, sabían que Jimin era "Park" segundo hijo del millonario diseñador y distribuidor de joyas, Park Yoochun, dominando corea en ese rubro, de los mejores y más cotizados en Asia, escalando lentamente su negocio hacia Europa y quién sabe dónde más...

Desde los alumnos hasta los profesores, Jimin sólo veía codicia en cada sonrisa nueva o palabras agradables dirigidas a él por sus compañeros o docentes. Era verdaderamente repugnante y solitario para él, las personas que lo rodeaban estaban más informadas e interesadas en los negocios de su familia que el mismo, siendo lo peor que nadie le quería conocer a él sino es por conveniencia, ni siquiera su propio padre porque ya estaba Jibin para ser heredero.

Jimin no se sentía especial en lo absoluto y rechazaba todo contacto o relación con quién se acercara, fue catalogado de frío, altanero y hasta superficial, pero no le interesaba un carajo, la única persona que él apreciaba le conocía a él y no su patrimonio.

"Eres como un espejo para quien te arroje mierda y lo que dicen es como se sienten ellos de sí mismos, así que no te sientas mal. No te doy permiso."

Sonrió ante el recuerdo.

Sus vidas superficiales, sus riquezas, las empresas de sus familias, mantener apariencias, rellenar expectativas y crear amistades vanas y falsas para generar conexiones en un futuro lejano. Todo era irrelevante y de poca importancia para Jimin; es decir, él era un adolescente y quería vivir esa vida, la que su madre le recomendó que viviese: La de un chico menor de edad, con una educación avanzada, sí, pero que aun así tenía como prioridad disfrutar de su juventud.

Jimin tenía doce años y aunque lo único que elogiaban de él con sinceridad era su sonrisa de ojos pequeños, no la regalaba fácilmente; erabun niño huraño y apartado con sus compañeros, salvo cuando le asignaban trabajos grupales  destinados a estimular la coacción y el reparto de tareas en conjunto de manera que logren crearse roles y vínculos (los cuales nunca generó), y pese al esfuerzo de los adultos no tenía nadie a quien llamar "amigo", porque era una palabra grande y para él tenía muchísimo significado, por eso la tenía reservada exclusivamente para una persona que conoció aleatoria y espontáneamente en un parque.

Fue alrededor de sus ocho años, cuando se escapó del alcance de la criada porque su padre le había gritado cosas horribles, cosas que no se debían decir a un niño pequeño, y entonces se encontró ahí, perdido en medio del parque aquel que estaba a unas manzanas bastante alejadas de su casa, y que no reconocía un retorno por si mismo al hogar, debido a que siempre se lo transportaba en limosina o automóvil, cuando acompañaba a Sunny para hacer los recados.

Cómo sabría volver a su casa, si ni siquiera conocía las calles; y como todo niño perdido se puso a llorar en uno de los banquillos cercanos a los columpios sin saber qué hacer. Entonces, por primera vez en lo que recuerda de vida, el destino fue generoso y cómplice de aquella amistad.

Si su padre supiera que la mejor persona que Jimin conocía y estimaba, tenía su misma edad, que le encontró llorando, que era "pobre" a ojos del millonario y todo poderoso Park Yoochun sería otro motivo para despotricar contra el menor de la casa y hacerle llorar nuevamente.

— Oye niño, ¿Por qué lloras? - se acercó un pequeño de cabello castaño oscuro. Jimin no quiso alzar la vista para que no le viera las lágrimas.

— Porque mi padre me gritó.

— ¿Y sólo por eso? - cuestionó el otro, inclinando la cabeza para ver la cara de Jimin - Mi padre vive gritando todo el tiempo, pero yo no lloro por eso...

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum