TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPÍTULO 13: Egoísta ✓

Tenía muy presente que pasar todos sus días como si estuviese en coma le pasaría factura cuando tuviese que utilizar sus músculos, caminar no era jodidamente lo suyo y lo evitaban la mayor parte del tiempo, solo asistía a los ratos de ejercicios forzados porque no quería continuar llamando la atención; esas actividades en conjunto lo agobiaban pero de todos modos las cumplía. Además de la cafetería, Yoongi iba esporádicamente al gimnasio para "no engordar" cuando comía las mismas raciones que una golondrina, y "socializaba" con sus amables y queridos compañeros.

De no ser por eso, él ahora estaría deseando morir por toda la caminata realizada, y no porque estuviese junto al mandamás.

Pasar el rato con el psicópata de Choi lo agotaba mentalmente, tener los breves pensamientos de "no es tan mal sujeto" y luego dar de lleno con la realidad lo estresaba; solo Dios sabe que con Yoongi es una persona completamente increíble. Si era por él, Choi bromeaba, era atento, servicial, consentidor, expresivo (con sus acercamientos), posesivo (pero no de una forma insana), complaciente, amable, serio como siempre lo demostró desde el inicio, pero era un hombre serio enamorado y eso se notaba. 

Eso molestaba profundamente a Yoongi, porque solo se expresaba su amor por algo (alguien) que no era él mismo.

Aborrecía la idea de ser obligado a verse en estilo y apariencia como la persona que una vez guardo Choi en  su corazón, y que pedía a Yoongi que sepultará el vacío que su perdida le dejó, pidiendo que sonría, que sujete su mano, que se mostrara divertido si podía y que fuese toda la mierda falsa que despreciaba ser como si se la estuviese pasando de lo más bonito junto a el.

El rubio no sabe qué parte de él se parecía al primer amor de Choi, pero se maldecía por ser de ese modo cuando lo arrastraba a "citas" espontáneas.

Sinceramente hablando, el día estaba siendo un  asco desde que el momento que se  molestó consigo mismo porque lastimó a Jimin; y termino de arruinarse tras descubrirse agradado con el mandamás, porque fue una tarde tranquila y silenciosa.

Comenzó, sí, con un ruidoso paseo en helicóptero para dirigirse desde los límites entre hatay y Adana para ciudad principal de Adana, que era poblada y turística. Paseó incómodo para el piloto porque Yoongi miraba sus movimientos con especial atención para ignorar a Choi, y éste desenfundó de su cintura la fiel y confiable arma cromada, apuntando en la cabeza al piloto para que Yoongi lo mirase a él o asesinaría al pobre diablo sólo por ser objetivo de su atención. Después de ese rato de odio y locura, todo se volvió relativamente más estable.

El clima era agradable en la ciudad, las personas sonreían y abandonaban el juicio cuando veían a Choi (que aparentemente era una entidad poderosa ahí por el respeto ofrecido), pudo ver jugar a unos niños más allá y fantasear con su hermana en uno de esos columpios o trepando del árbol, los pequeños intentos de conversaciones versátiles fue agradable también, tener en cuenta sus opiniones sobre cómo guiar la cita, la forma cómoda con la que relajaba su expresión y el atisbo de sonrisa diminuto cuando él se entretuvo en unas vitrinas con lo último en prendas holgadas y oscuras de no muy alto precio, que lo arrastrara de la mano en su contra no lo fue del todo pero paulatinamente le resto importancia, que mencionara haber conseguido cosas para su hermana fue encantador y agradable, que supiera sus gustos para bebidas y que redujera preguntas fue agradable, los ratos respetando su silencio cuando miraba el cielo fueron cómodos y agradables, que se detuviera de acariciarlo también fue agradable... Su maldita sonrisa de hijo de puta lindo, fue horriblemente agradable.

Y eso no era justo.

Todo esto se revolvio como la mierda en su estómago, se sentía nauseabundo de él mismo y atorado con la incredulidad que no podía tolerar de su propia incompetencia. ¿Cómo pudo haber pasado bien un mínimo segundo a su lado? ¡Juntos! Maldición. Yoongi debería estarlo odiando y no sorprenderse riendo de unos cuantos niños que tenian la dicha de pasar una bonita  tarde con su familia, haciendo berrinches porque no querían comprarse ropas nueva.