CAPÍTULO 44 Súplicas

1.5K 198 223
                                    

"Debes ir a hablar con él."


Su labio inferior estaba pagando por su ansiedad y nerviosismo, mientras sus manos descansaban sobre las de Jimin, quien al verle al ingresar en el cuarto le dedicó una mirada angustiada y arrepentida.

No era su culpa, y aun así se sentía responsable por el pelinegro. Se preocupaba por Jungkook cuando esa era una responsabilidad de Yoongi, y esto le pareció lindo al rubio.

No se quería dar ni una idea de lo que ese demente hijo de chacales, estaría haciendo con o del menor ahora mismo, pero no se sentía capaz de ir en busca de Choi, no quería verle todavía, no estaba ni por asomo listo, y los brillantes acuosos del moreno, a penas ingresó en el cuarto del argentino, le recordaron las desgarradoras imágenes de su expresión más suplicante y denigrada que jamás quisiera ver nunca.

Estaba tan preocupado por Kook, así como temeroso de su pronto encuentro con Seunghyun, Dios quiera que no le esté sucediendo nada bajo el mando de ese mercenario y se odio por rogar a una entidad cristiana por el estado de su pequeño compañero, cuando era él quien debería estar protegiendo al chico de diecisiete años.

Diecisiete malditos años, y aun así el pendejo desviado de Choi se lo llevó con una mirada lujuriosa y la mente arruinada como su alma, probablemente, quizás más oscura que la de su mismo padre; quizás menos compasiva o considerada que la de Seunghyun.

No... Choi era un cerdo con todos, y un ser humano sólo con él, era por esto que no podía conciliar la idea de odiarlo completamente con todas las fuerzas que tenía su corazón; pero tampoco podía amarlo.

Nunca amarlo, a pesar de que solo esto esperaba el manda más de él.

"No me des ordenes, Calleri."

"Vete tu a saber lo que podrían estar haciéndole. Chinito, se llevó a tu pequeño hamster, ve a lamerle la polla si hace falta para..."

"No te permito decirme esa clase de cosas."

Calleri sabe que la fregó, pero no le importó en lo más mínimo, sus nervios estaban crispados y sus músculos tensos, toda su rama de sentidos estaba en constante alerta y el miedo lo empapaba de pies a cabeza. El niño era sólo eso, un niño... Él sabe de lo que eran capaces esos animales, el pequeño hijo de perra tiró a Jimin en la cama sin importarle que éste pudiese desangrarse en las sábanas y él no podría haberlo notado si no fuese tan perceptivo y casi fraternal con el menor.

No quería saber qué le estaba pasando al pelinegro en un momento como éste, mientras Yoongi acariciaba de manera absorta la mano de Jimin, que ni bien lo tuvo cerca volvió a entrar en un profundo coma, con una suave sonrisa entre sus carnosos labios y un "Te extrañé" cuando los ojos preocupados de Min lo alcanzaron.

- Yo puedo ocuparme de él, sabes que lo hago - insistió - El chico es tu compañero y mucho más que eso, se te nota en toda la cara que te mueres por saber de él. La pregunta es ¿Por qué no estás yendo?

- Porque tengo miedo de ver lo que me espera - susurró, todavía mirando a Jimin - ¿Te has dado cuenta de lo hermoso que es?

- ¿De qué mierda me estás hablando ahora?

- De Jimin - dijo seguro - Nadie creería que puede sonreír tan lindo, después de todo el daño que han hecho - su vos tembló, y el argentino prestó suma atención - Hoy he visto una parte de su infierno, Calleri, y te juro que no estoy listo para ver nada más.

- ¿Entonces abandonarás a Jungkook? - cuestionó prácticamente ofendido - Dejarás morir al niño porque temes ¿qué?... No debes preocuparte por él, estoy con él ahora. Sabes que daríalo que fuera por protegerle, nadie me lo va a quitar de las manos, Yoongi. Por favor, ve a por Jungkook - rogó.

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Where stories live. Discover now