CAPITULO 30: Impacto✓

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Es tan absurda, tardía e irracional la forma en que aprende a funcionar el ser humano. Busca lo que ya tiene, ama lo que podría hacerle daño, aprende con golpes y heridas, sufre cuando pierde algo que ignoraba, ama lo que no puede tener, aborrece lo que le hace bien, evita los triunfos, acierta en los maltratos, se pierde en el camino correcto y corre ciegamente hacia los lugares peligrosos. 

Jimin ahora entendía que había sido un completo tonto, ahora que le duele estar solo, ahora comprende la compañía, ahora ama, ahora ve el camino.. Ahora que Yoongi se cansó de él.

Es desagradablemente graciosa la manera en que su pecho aprieta con cizaña el órgano hueco, reduce el espacio entre aurículas y ventrículos, él cree que puede sentir algo como eso, que se da cuenta que está bombeando menos sangre sólo porque el cuerpo le pesa, se siente exhausto, respira débilmente, le duele el tórax, no siente las piernas, le duele la cabeza,  le molesta toda la jodida vida.

Podría ser slgo fisiológico, podría estar enfermando, podría ser incluso una patología; o ni bien podría ser porque llora hasta caer dormir desde hace tres noches con la imágen del mandamás besando a Yoongi, y que éste se deje hacer sin reniego alguno, con su rostro hecho un desastre lamentable y dolido, roto porque él es un imbécil.

Jimin siempre creyó que los sonrojos de Yoongi no provocarían otra cosa que euforia, confusión, desamparo o incluso excitación en él. Ahora también sabe que si no es él quien los provoca en el mayor, no puede sentir otra cosa que rabia y decepción, se siente estafado como si Yoongi tuviese un contrato de expresiones con él; quería que se borrara, quería alejarlo, quería golpear a Choi, quería regresar el tiempo y ahora sería él quien bese al rubio y no el jefe... No ese bastardo. 

Lo peor es que no pudo moverse y eso le estaba carcomiendo la consciencia, lo tenía dando vueltas y pateando las sábanas en las noches porque no tenía el jodido derecho de intervenir ni preservar la integridad ética de Yoongi (porque él sabe que Yoongi no se dejaría besar en otras condiciones), porque fué él mismo quien lo arrojó a los brazos del mandamás y si Yoongi quería conseguir refugio en otro hombre, y si ese hombre era este asqueroso ser humano sin ningún tipo de remordimiento por arruinarle la vida a cientos de personas, entonces Jimin solo podía observar porque estaba atado de manos... ¿Hacía realmente lo correcto?

Mierda, odiaba que la voz de sus sentimientos le dijese que no, y le dolía que su consciencia le dijera que sí.

Cuando los vió, Jimin esperaba más que ansioso el momento en el que resurgía de las cenizas la personalidad áspera y salvajemente violenta de Yoongi, para con el narco, en sus fantasías lo alejaba y golpeaba, escupía su rostro duro y apagado de tiburón, lo mandaba al diablo y se iba a llorar con el maldito niño rata que era cien veces mejor que ese monstruo. Se sentía una mierda cuando recordaba lo que realmente pasó y nada de eso pasó.

No es nadie para esperar mada de Yoongi después de tanto mal, pero admite que jamás esperó sentir tanta decepción, acompañada de un dolor indescriptible, por la no reaccion del rubio. Fué como si pisotearan sin ninguna mesura o condescendencia su corazón.

No era lo íntimo del encuentro, el abrazo protector del jefe, las palabras dulces que él jamás le dijo o el beso suave y dulce entre labios finos cargados de duda; no, era el hecho de que posiblemente Yoongi estaba verdaderamente cumpliendo con su lejanía desde el primer instante, que realmente comparaba a Jimin con Choi todas aquellas veces que él quiso pensar que lo hacía sólo para fastidiarlo o herirlo, que en alguna parte de su corazón sí tomaba en cuenta al tipo y que siempre trató de apostar por Jimin y él solito se lo perdió.

Yoongi elegía emplear su amor en alguien posiblemente mejor, y él terminó por demostrarle lo contrario, entonces de cierta manera era peor que el tiburón aquel. ¿Él era el monstruo particular de Yoongi?

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Where stories live. Discover now