TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPITULO 15: Mariposa ✓

Caminaba pleno y libre de cargas hacia su habitación, después de hablar con el argentino (sabio pero muy poco serio para su mala fortuna) quien siempre intentaba su mejor esfuerzo por rellenar las heridas que Jimin se provocaba a sí mismo cuando pensaba en Yoongi. Claro que se sentía con una liberación relativa porque la verdadera expiación sería enmendar su agresión al rubio, quien merecía el mejor de los esfuerzos por parte de él para aceptar sus disculpas. Calleri tenía su punto al mencionar que lo hacía sentir como la mierda desechable que te dejen tirado, desnudo y sucio en la cama; el conocía esa sensación y siempre le hacía sentirse repugnante y poco valedero en calidad de ser humano, no era justo que se lo hiciera a Yoongi.

Jimin se encontraba realmente mal por el rubio: por haber sido un Cromañón básico y bruto, por iniciar todo el rollo como un impulsivo y siendo una mierda a la hora de tomarlo, por abandonarlo en la cama y por escapar de Yoongi de todas las maneras posibles cuando él se debió quedar ahí para hablar, joder. Sin embargo, a Jimin todavía le sorprendía lo delicado  que Yoongi  podía llegar  a ser con ciertos temas, sensibilizado y  hasta afeminado. Pensar que este era el tipo de Choi lo ponía un poco enfermo porque Yoongi era su tipo también, pero Jimin no sabía que le gustaban los "dramáticos" o "frágiles" para el sexo hasta que se topó la noche pasada con Yoongi pidiéndole ser más delicado.

Estuvo mal acelerarse y tomarlo sin reparo o contemplación, quizás no lo dilató lo suficiente porque su saliva no era vaselina, ni aceite ni nada así, pero a estas alturas debería estar acostumbrado a ser follado. De otra manera, Jimin no tiene idea de por qué Yoongi odia tanto a los homosexuales si no es forzado por uno (por Choi) a tener sexo.

¿El mandamás sería el de abajo? No, no, no... Imposible, los hombres como él solo dominan.

«Quizas sea... ¿Dulce con sus amantes?»

Una mueca extraña y Jimin se rió por lo bajo como un tarado por la abismal comparación. ¿Quién iría a decir que ese monstruo que pateó su rostro sin compasión mínima alguna, tendría un trato dulce y delicado en la cama junto a otro hombre de apariencia ruda? Aunque Yoongi sometido si era de creer para él que ya lo tuvo bajo sus manos, besándolo y embistiendo dentro de él; si no lo hubiese vivido en carne propia, no vería a Yoongi de ese modo... Pero Choi...

Aunque se lo dijese el mismo Calleri, Jimin no se lo creería, a nadie; sólo podía confiar en la pequeña posibilidad de un lapso bastante generoso y espaciado de tiempo entre la última cogida de Yoongi con el mandamás y anoche con él... No, rechazado, imposible por igual, ya que en la misma tarde habían salido juntos por varias horas, y ese monstruo no sacaría a Yoongi solo para tomar un helado, muy salvaje como para ser considerado y atento. No, definitivamente no. 

En una divertida y alocada hipótesis, Jimin pensaría que su compañero  es, o era,  virgen antes de ser tomado por él. Pero la sola idea le resultaba graciosa tanto como molesta para sus sentimientos confusos, porque Yoongi tenía muchos privilegios que no valían nada más que libertad, soltura al hablar y expresarse, por alguna razón extrema guardia, atenciones, vestuarios que Jimin tuvo la oportunidad de ver y que sabía que Yoongi no usaría en un millón de años, caros porque Jimin sabía de eso y en algún momento conoció lo último que estaba en tendencia, pensando que hermés, Louis Vuitton y Fendi sería lo que está de moda actualmente porque Yoongi estaba lleno de esos atuendos en el sótano de su closet.

Apartó esos pensamientos y continuó su camino, estaba realmente dispuesto a proponerle algo serio a su compañero; bueno, no serio serio, sino algo más... Exclusivo, ni siquiera tanto porque todavía resultaba complicado de explicar. Quizás todo lo "exclusivo" que pudiese considerarse el follar con Choi y con él a la vez, no al mismo tiempo, qué horror, pero sí repartir su tiempo y compartir su cuerpo.